Sin querer, hace dos años y medio, la decisión de volver a apostar al amor se dio naturalmente. Fue ese momento en el que llegó Pablo Pereyra (47) a la vida de Carolina Baldini (50), tras una relación tóxica que la marcó durante un tiempo y de la que le costó recuperarse. Ambos conviven en Buenos Aires y se van cruzando "alrededor del mundo" cuando los compromisos laborales de él, y los viajes de ella para reencontrarse con sus hijos, los alejan.
“Encontrar un hombre que de diez patos tenga nueve alineados es un montón... toco el cielo con las manos”, dice muy enamorada a GENTE.
“Cuando lo conocí a Pablo estaba plena. Había transitado una relación tóxica con otra persona y en ese momento, tras superarlo, me sentía muy bien y equilibrada. No buscaba a nadie. Mi amiga Karina Bernard hace travesías en moto y me invitó a sumarme a una en Noruega. Yo me fui a un grupo. No sabía ni quiénes estaban. Sí, te confieso, antes fui chusmeando a los varones por las fotos de WhatsApp. Pero no vi nada que me interesara”, recuerda entre risas.
La empresaria describe que “fue amor a primera vista. No te lo puedo explicar” y que desde ese momento se volvieron inseparables. “Le pregunté dónde vivía, y resulta que su casa estaba a 500 metros de la mía. Vivíamos en el mismo barrio y nos terminamos conociendo en Noruega. ¿Podés creerlo?”, se sigue asombrando.
Y rememora: “En el viaje no dio avanzar. Él se volvió a Argentina y yo a Ibiza, porque uno de mis hijos vivía ahí. Seguimos en contacto a lo largo de un mes a través de mensajes. Mis amigas españolas me decían que parecía una ‘niñata’, por lo enamorada. Cuando regresé al país fuimos a cenar: podríamos decir que ésa, formalmente, fue la primera cita”.
Por qué Carolina Baldini por ahora no piensa en el casamiento
“Equilibrada” es la palabra que elige para definir su vínculo con Pablo. “Él entiende mi mundo y yo el de él. Es piloto y muchas veces no está en fechas importantes, pero tenemos la suerte de viajar y nos encontramos en cualquier parte del mundo, porque hay ganas y amor”, justifica.
“A veces nos cruzamos en México o en Irlanda, pero nunca pasa más de un mes sin vernos. Es un tetris que se va uniendo. Mis hijos lo conocen y están encantados con él. Lo mismo yo”, detalla.
Baldini dice que él “acciona como un cable a tierra en mi vida. Destaco su templanza, su tranquilidad… Creo que es propio de su trabajo. Claro, está entrenado para mantener una mente fría y pensar qué hacer ante cualquier inconveniente que surja en el avión. En estos dos años y medio él subió un poco su energía y yo bajé la mía, encontrando un punto en medio que nos queda muy bien”.
-¿Hace cuánto conviven?
-Desde el año pasado. Tenemos nuestros espacios, la pasamos lindo.
-¿Familia ensamblada?
-Sí. Tiene tres hijos como yo y nos conocemos todos. Parece que estamos juntos desde hace un montón, pero vamos de a poco porque recién pasaron dos años y medio.
-¿Te volverías a casar?
-Capaz que en la próxima nota que me hagas te estoy anunciando que me caso… pero ahora no sé.
-¿Qué te hace dudar?
-Son miedos que me tendría que sacar. Yo pienso que el casamiento es para toda la vida. En un momento padecí haberme separado y tengo miedo de que, si me caso, me vuelva a suceder.
-¿Quedaron heridas por sanar de ese distanciamiento de Diego (Simeone)?
-A lo mejor sí. Las cosas con Diego las tengo sanadas, pero aún me duele. Fue en buenos términos, y así y todo me golpeó un montón. No es que estoy agarrada a eso, pero me acuerdo el momento en el que le dije a mis hijos que nos separábamos. Lo superé, sin embargo si lo hablamos me duele, y no quiero volver a pasar por lo mismo. Con Pablo nos queremos y amamos todos los días, pero no sé si me volvería a casar. Igual, nunca digas nunca. El papel tampoco es que cambia mucho y convivir es un gran paso.
-¿Él quiere?
-Sí… aunque no me dijo nada. Estamos hace poco tiempo como para conocer del todo a una persona. Con la inmediatez que vivimos hoy, igualmente, es un montón.
-Recién hablaste de una relación tóxica, ¿qué podés contarnos de ella?
-Salí unos años con una persona que no me hizo bien, pero logré salir. Fue una situación de maltrato psicológico. Agradezco todo eso que viví porque me hizo ser la mujer de hoy. Dentro de lo malo de cada persona, hay que tomar lo bueno.
-Pienso en dos hechos muy contundentes: una relación de veinte años y la siguiente, una mala experiencia que definís como tóxica ¿Cómo le abriste de nuevo las puertas al amor?
-Estuve casada desde chica. Cuando me divorcié salí al mundo de vuelta y me encontré con un zoológico. Muchas veces me choqué con la pared porque soy de confiar. Cuando me topé con esa persona venía de un momento de carencia afectiva, y cuando no estás bien atraes a gente de la misma vibración. Agradezco a todas las personas que pasaron por mi vida, que no fueron muchos. Cuando hacés todo el proceso, estás nuevamente lista. Aunque te repito que Pablo llegó en un momento en el que no estaba buscando nada en especial.
Así es la casa de Carolina Baldini en Nordelta
Fotos: Chris Beliera
Video y edición: Cande Petech y Ramiro Palais
Producción y estilismo: Jazmín Ochoa
Peinó: Miguel Genaro @miguegenaro
Makeup: Carolina Pesce @caritopesce_maquilladora
Agradecemos a Natalia Antolín @nantolin, Claudia Arce @claudiaarceok, Buenos Aires Denim @bad.buenosairesdenim, Luciano Marra @lucianomarraok, Valdez @valdezshoes y a Duvet Home @duvet-home.ar