Hay casi 400 mil argentinos en España, y el número sigue subiendo. Al migrar uno no solo se lleva sus pertenencias sino también sus costumbres: las comidas, el mate, la forma de vincularse, la música, el súper clásico, el dulce de leche viajan kilómetros para hacer pie en otra latitud. Y es así como la gastronomía argentina encontró un nuevo escenario y cada día hay más restaurantes o cadenas que se animan a abrir sus puertas en Madrid.
"A la hora de decidir poner una sucursal de La Dorita, tuvimos en cuenta dos aspectos. Hay muchos argentinos que, cuando vienen se sienten como en casa, en un pedacito de Argentina. Y hay un montón de españoles a los que les gusta mucho nuestra gastronomía y el concepto particularmente de La Dorita les gusta aún más porque la estética y nuestra impronta es la misma que la de Buenos Aires", explica a Revista GENTE Leonardo Rainelli, uno de los socios detrás de la sucursal madrileña.
Al tiempo que asegura que nuestras costumbres son muy bien recibidas. "A los españoles les gusta mucho nuestra forma de ser, nuestra gastronomía, nuestra calidez y nuestro acento a la hora de hablar. Un comentario que siempre hacen es que somos muy Majos (copados)", suma Rainelli.
Si bien hay varios restaurantes que llevan más de 30 años en la capital española, éstos, según cuentan, fueron adaptándose a la fusión de las dos cocinas.
Cinco restaurantes argentinos que triunfan en Madrid
El Viejo Almacén de Buenos Aires (C/ Ramón Gómez de la Serna, 4, Madrid)
Es uno de los restaurantes argentinos más consolidados: fue fundando en 1977 y desde entonces que conquista tanto a argentinos como a madrileños. Es que su base no es solo contar con gastronomía típica sino que recrea en su interior algo de Buenos Aires. Hay tango que se respira en su decoración, en los carteles y láminas con parejas bailando el 2x4, y también hay espectáculos los viernes y sábados.
Hay carne que es la gran vedette de este rincón en Madrid y parrilla. No solo ha sido el lugar de encuentros de referentes del espectáculo y de la política sino que ha sido escenario de películas y series. Según un ranking hecho por quienes visitan el lugar a diario sus imperdibles son: empanadas y provoleta de entrada, el lomo, la entraña, la tira y el vacío, de principales, y el panqueque de dulce de leche, de postre.
También cuenta con una carnecería online para llevar la materia prima y prepararla en casa.
La Dorita (Calle Pedro Muguruza, 1, derecha, Madrid)
Según cuenta Rainelli, la propuesta de la Dorita en Madrid es la misma que en Buenos Aires. El restaurante tiene carnes traídas de Argentina y prepara la mismas recetas. Una de las particularidades que tiene la versión española es la "argentinización" de las famosas tapas. Hacen croquetas de asado o de boniato al rescoldo, sándwich de milanesa (sandwich pequeño) y degustación de empanadas.
Ubicado en Chamartín, uno de los barrios residenciales cercanos al centro de la ciudad, la Dorita es una de las parrillas más accesibles, tanto a nivel costo-calidad como formalidad. Con un estilo más familiar y parecido al que tiene en Argentina, este clásico porteño desembarcó en Madrid meses atrás con la premisa de no poner en la carta platos españoles sino solo los clásicos argentinos.
Los platos mas pedidos, según Rainelli son: las empanadas de carne cortada a cuchillo, la provoleta, el ojo de bife con papas fritas, la milanesa napolitana de bife de chorizo y el panqueque con dulce de leche. También, los buñuelitos de acelga.
Piantao (Paseo de la Chopera, 69, Madrid)
Con dos locales en Madrid (uno en Madrid Río y otro en Chamberí), Piantao es otro de los puntos obligados para los amantes de las parrillas. Concebido por el chef Javier Brichetto es uno de los lugares elegidos por los madrileños para comer carne premium. La experiencia propone un viaje por las diferentes regiones de Argentinas, a través de sus recetas originales que logran trasladar a los comensales con sus aromas y sabores.
Lo tradicional convive y se subraya con toques contemporáneos, así como también el periplo de La Pampa a la Patagonia pero a un océano de distancia. Lo más destacado de la carta son: Trío de chorizo bombón, provolone, berenjena y pimiento ahumado y el Secreto de cerdo ibérico a la brasa.
También los clásicos argentinos como el vacío y la entraña y las verduras (espárragos, tomates, berenjenas, alcachofas y diversos tubérculos, según la temporada) cocinadas a la brasa para resaltar sus sabores.
Ceferino (Jorge Juan, 27, Salamanca, Madrid)
En uno de los barrios más exclusivos de Madrid, Salamanca, una meca del asado a la cruz. Si bien la carta es variada, lo más pedido en Ceferino son carnes, las hay de diferentes procedencias. Hay ojo de bife Aberdeen argentino, el chuletón de vaca del caserío vasco, el Tomahawk madurado durante 40 días y el bife de chorizo Black Angus de Estados Unidos.
Como todo buen restaurante argentino, los platos vienen acompañados de un maridaje especial de vinos y también de otros tragos que se sirven en Malevo, un bar escondido en el subsuelo de este coqueto restó de tres pisos cuyo diseño combina lo mejor del estilo rústico argentino con un toque moderno y elegante.
Los platos más pedidos son: asado de tira de ternera del centro, cocido lentamente a la leña durante más de tres horas, y el vacío entero, con la misma cocción. También, milanesa de solomillo de ternera con hueso y milanesa de solomillo de ternera napolitana.
Lana (Ponzano, 59, Madrid)
En una de las calles donde la moda y el ocio son protagonistas, los hermanos Martín y Joaquín Narváiz cumplieron su sueño de abrir una parrilla que hoy está en el número 9 de la lista de los mejores restaurantes del mundo especializados en carne.
Entre sus platos estrella se encuentran obviamente la ternera argentina, principalmente de raza Aberdeen Angus. Lo que más gusta de la carta es: ojo de bife, bife de chorizo, chuleta, solomillo y entraña. Para los que disfrutan de los vegetales ahumados, también hay verduras a la brasa, entre ellas: puerro, chalotas, remolacha, boniatos y pimientos.
También se destacan, en este restaurante que es celebrado por su elegancia, sus postres clásicos como flan con dulce de leche de oveja y su amplia y extensa carta de vinos. Un secreto a voces que llegó incluso a celebridades internacionales como Chris Hemsworth.
