Julián Pérez Regio sorprendió a todos, no sólo a sus familiares sino también a sus colegas y seguidores, cuando anunció que luego de más de una década en medios de comunicación y con una carrera en ascenso, iba a dejar todo para vivir la experiencia de formarse casi de cero en otro país.
A mas de 9 meses de su partida, y luego de una primera parada Italia, se encuentra viviendo en Barcelona, España. Allí logró formar una nueva vida en el continente. Y, si bien asegura que las dudas y la nostalgia hacia la Argentina siempre están presentes, se encuentra gozando de un gran momento y de una nueva experiencia laboral en Vermú, un streaming español dedicado 100% a argentinos que viven en el exterior.
Los motivos por los que Julián Pérez Regio decidió emigrar
Una de las primeras cosas que aclara Julián al referirse a su arriesgada apuesta de vida es: "Yo amo mi país y no me fui porque me estuviese yendo mal laboralmente".
"También me encantan los medios, el stream, la televisión y la radio, pero me di cuenta de que eso implicaba resignar otras cosas. En Argentina pasa algo que es abrazar muchos trabajos porque más de la mitad del país es pobre y uno no sabe si puede caer en algún momento de ese lado", sentencia con total sinceridad.
Sobre su último tiempo en la Argentina, recuerda: "Trabajaba en América TV, conducía el stream de Olé, laburaba en la radio y en mis tiempos libres grababa locuciones. Tenía todo lo que buscaba y mucho más".
De todos modos, sintió que algo estaba fallando en su ecuación. "Me fui dando cuenta que no tenía mucho tiempo como para básicamente vivir y hacer cosas que me gustaran. Un día volviendo para mi casa me empezó a sangrar la nariz y me empecé a sentir muy mal. Pensá que en ese momento dormía 4 horas para poder cumplir con todo. Me fui a hacer estudios médicos y no tenía nada. Ahí fue cuando un médico me preguntó: '¿Qué hacés para vos sin esperar ningún resultado?'. En ese momento me di cuenta que había dejado de ir a jugar a la pelota y ya no veía tanto a mis amigos".
Este episodio lo llevó a reflexionar sobre una posible vida por fuera de la que estaba armando con éxito: "Un día me dije que por ahí había una nueva oportunidad si daba vuelta la página y pensé en que podían haber historias mejores".
Una vez tomada la decisión, tuvo que hacerse una serie de preguntas de rigor: "¿Cómo me veo viviendo en otro país? ¿Qué puedo hacer? ¿Tengo ahorro?".
Obviamente que su familia y amigos tardaron entender el motivo de este cambio tan abrupto en medio de su ascendente y prolífica carrera: "Me decían: 'Pero si te va recontra bien, ¿por qué te vas a ir?'".
Tras esto, decidió vender absolutamente todas las cosas de su departamento, renunció a sus trabajos "soñados" y viajó hacia Italia para finalizar los trámites de su ciudadanía.
Su nueva vida en Europa y la calma que necesitaba
El primer destino fue un pueblito al sur de Italia donde se quedó durante 4 meses mientras realizaba los últimos trámites para obtener su ciudadanía italiana. "Fue como un retiro espiritual. Estaba en una casita frente al mar en un pueblo donde no había nada. Todo era mucho más simple. Volví a correr, a leer y escribir".
"Esa fue la primera frenada anímica luego de estar al recontra palo y de tener un 8 mil trabajos. Lo primero que sentí es que me estaba perdiendo de algo. Dejé de consumir noticias, usar reloj y darle mucha bola a las redes. Recién ahora volví con todo".
Tras eso, Julián se instaló en Barcelona luego de recibir una gran propuesta para conducir un stream apuntado a argentinos y latinos fuera de su país de origen. "Fue muy loco porque volví a trabajar frente a cámara. Me encanta y me sale con facilidad", explica Pérez Regio sobre su presente laboral.
En cuanto a su pasar económico, revela: "Podría vivir del streaming, pero tengo esa cosa argentina de pensar que se puede terminar. Es por eso que sigo grabando locuciones y trabajando con marcas desde mis redes sociales".
A más de 9 meses de su partida y con un presente feliz en Barcelona, confiesa: "Lo que más extraño siempre son mis amigos y mi familia. Siempre se extraña y es un tango continuo".
"Lo que más extraño es la 'argentineada'. Acá hay una terraza, carne, amigos, pero no son como los asados de allá. No es la misma mística. También extraño la sensación de estar a un bondi de distancia de poder tomarte un mate con un amigo...", dice con algo de nostalgia.
En cuanto a su futuro, reflexiona: "Yo siempre planeaba todo. Soy un fanático de planificar, pero la vida me fue demostrando que cuanto más planificás más te sale el coletazo para el otro lado. Hay que dejarse sorprender".
"Yo no sé cuánto tiempo voy a vivir en España u otro país. Lo que sí se es que yo me quiero morir en mi país y disfrutar de los míos todo lo que pueda", cierra.