Una de las fortunas más herméticas de las casas reales europeas, la de los Windsor, acaba de ser develada tras una investigación de dos medios británicos que puso al descubierto la riqueza del rey Carlos III y su hijo, el príncipe William.
Si bien se sabía que el mayor ingreso de la familia real inglesa proviene de las más de 5000 propiedades y sus alquileres millonarios, la investigación, realizada durante 5 meses por The Sunday Times y Channel 4, reveló cuáles son exactamente las propiedades que hacen que su patrimonio sea millonario.
De dónde proviene la riqueza del rey Carlos III y el príncipe William
El patrimonio privado del rey Carlos III y el príncipe William es mayoritariamente generado por los beneficios que obtienen de las tierras alquiladas que provienen de los ducados de Lancaster y Cornualles: estacionamientos, escuelas de surf, campos de críquet o golf, son algunos de los varios negocios que alquilan dicho espacio.
Asimismo, la investigación periodística también desvela que padre e hijo -todo a través de los gestores designados para ello- cobran por el derecho a cosas tan increíbles como "cruzar ríos, descargar mercancías en la costa, tender cables bajo sus playas, gestionar escuelas y obras de caridad e incluso cavar tumbas".
También obtienen ingresos de absolutamente todo lo que se encuentra en estos dos ducados, incluyendo alcantarillado, minas o puentes de peaje, por poner algunos ejemplos. Y, tal y como detalla el informe, no se libran de pagar ni el Servicio Nacional de Salud ni organizaciones benéficas, con algunas cifras muy significativas.
Según detalla la investigación, uno de los acuerdos de arrendamiento hará que el Servicio Nacional de Salud pague al ducado de Lancaster 11 millones de libras durante 15 años por el alquiler de un almacén para ambulancias.
Mientras que otro permite al Ministerio de Justicia utilizar la prisión de Dartmoor por el módico precio de 1,5 millones de libras al año.
En total, son 5.410 propiedades, de las cuales 3.536 pertenecen al ducado de Lancaster y otras 1.874 al ducado de Cornualles. Donde, además del almacén y la prisión, existen propiedades comerciales, minas tanto subterráneas como exteriores, escuelas y muchos otros negocios que enriquecen al rey y su hijo.
Los datos que llamaron atención
Además del detallado informe que muestra de dónde provienen los ingresos de los Windsor, también revela que a los dos ducados de Lancaster y Cornualles, que cubren 180.000 acres entre Inglaterra y Gales y que están compuestos en gran parte por tierras y costas que los reyes tomaron en los siglos inmediatamente posteriores a la conquista normanda, también incluye numerosas propiedades en la capital británica, un punto muy destacado en esta investigación, ya que la mayoría de ellas están alquiladas a organizaciones benéficas.
Lo curioso o irónico es que tanto el rey Carlos III como el príncipe William son patrocinadores de muchas de estas organizaciones, como Macmillan Cancer Support o Marie Curie, que tienen al monarca como uno de sus principales mecenas, o Comic Relief, muy promocionada por el heredero al trono.
Acuerdos y privilegios de la edad media que benefician a la Familia Real de Inglaterra
Tal y como se señala, la mayoría de propiedades pertenecen a la familia real desde los siglos XI y XII. Sin embargo, en el siglo XVIII, la familia real cedió el control de los bienes de la Corona al Tesoro, pero al monarca y a su heredero se les permitió conservar sus ducados, en parte porque no generaban muchos ingresos.
De ahí que los dos ducados conserven privilegios de hace siglos. Por ejemplo, el príncipe Guillermo puede beneficiarse de la 'bona vacantia' y tomar posesión de cualquier propiedad del ducado de Cornualles cuyo dueño fallezca sin herederos.
A su vez, tanto el rey Carlos como su hijo William tienen un acuerdo especial con Hacienda que les exime de pagar impuestos, por lo que sus ganancias serían prácticamente netas para su bolsillo.
Cabe remarcar que, además, padre e hijo pueden gastar este dinero como ellos consideren, ya que los gastos institucionales y el mantenimiento de los palacios y las residencias oficiales se pagan cada año con la subvención soberana, que es un porcentaje del presupuesto estatal procedente de esas tierras que la familia real entregó al país hace 260 años y que administra el Gobierno.
Fotos: Fotonoticias