Juliana Awada (50) es una verdadera evangelizadora del bienestar integral, la conexión con la naturaleza y la cosecha de vegetales y frutas, que terminan siendo parte esencial de uno de sus pasatiempos favoritos (la cocina) y su alimentación. Y sus principios se reflejan con coherencia en el estilo de vida que lleva, en el que prioriza prácticas sostenibles y sencillas.
En su transformación, la exprimera dama considera que consumir alimentos frescos de su huerta, donde cultiva verduras y frutas, ha sido una decisión esencial. Además, promueve los jugos detox, el agua tibia con limón al arrancar el día, el matcha latte y su receta de leche de almendras, hecha en casa por supuesto, para evitar la lactosa.
Tal como lo repite y dejó registrado en su libre Raíces, el camino a una vida simple, auténtica y natural (Penguin), la empresaria insiste en que este tipo de alimentación, libre de procesados y rico en nutrientes, “refuerza sus rituales de bienestar diario”.
En sus rutinas tampoco faltan las prácticas de autocuidado y detox corporal –que van desde exfoliaciones semanales con sal gruesa y aceite de coco– hasta una hidratación constante con agua, tés naturales y mate, una de sus infusiones favoritas. Aunque es fan del matcha latte, que prepara ella misma para aprovechar sus efectos antioxidantes.
Aunque no centre todo alrededor del ejercicio, sus rutinas, que incluyen tenis y yoga, asegura, refuerzan su equilibrio emocional y físico. A continuación, Awada cuenta por qué cambió los alimentos que ingiere, y comparte maneras sencillas de incorporar nutrientes en simples pasos y, sobre todo, su particular mirada hacia el futuro: “Lo que más quiero es mostrar por qué lo que consumimos tiene consecuencias directas en la manera en que nuestro cuerpo se va adecuando al paso del tiempo".
Una buena nutrición para una longevidad saludable, según Juliana Awada
En primera persona, Juliana explica cómo debemos actuar ante los procesos biológicos, que son inevitables: “Nuestras celular envejecen, pero lo que podemos hacer es incorporar ciertos nutrientes que funcionan como aliados”.
Curiosa y aconsejada por expertos y licenciados en nutrición, la exprimera dama estudió el tema hasta dar con las respuestas que le mejoraron condiciones de salud específicas. A partir de descubrir su intolerancia al gluten (sin llegar a la celiaquía) e intestino permeable, la exprimera dama hizo un profundo cambio de hábitos que le permitieron sentirse mejor.
A medida que envejecemos, nuestras células sufren un proceso de oxidación que las desgasta. Este proceso se intensifica por factores como el estrés, la inflamación, una dieta inadecuada o el exceso de ejercicio, que generan radicales libres, moléculas dañinas para nuestras células. Sin embargo, explica Juliana, si incluimos nutrientes antioxidantes en nuestra dieta, “prevenimos o revertimos los efectos de la oxidación”.
La guía definitiva de los alimentos con poder antioxidante, según Awada
Tras la explicación más técnica que le brindó la nutricionista que la asesoró para su vida (y para su libro), Awada brinda una serie de tips y alimentos con gran poder antioxidante, “como por ejemplo los frutos rojos o el matcha”. Según asegura, “dos tazas al día cubren gran parte de los antioxidantes necesarios”.
¿Pero qué otra cosa acelera el envejecimiento? Atenta a entender por qué se producen las arrugas, estudió cómo “el exceso de consumo de alimentos dulces, azúcares y harinas refinadas repercute directamente en el envejecimiento de cada una de nuestras células”.
La cosa se pone más gráfica cuando explica: “Las proteínas de nuestro colágeno se caramelizan y se vuelven rígidas, y así se forman las arrugas, pero no es un proceso excluyente de la piel, en nuestras arterias y articulaciones sucede lo mismo”.
Insistente con su consejo de que los cambios diarios pueden mejorar significativamente el bienestar “sin necesidad de imponer una fórmula perfecta”, comparte especialmente las preparaciones y jugos detox que acompañan su diaria y contribuyen a la tan ansiada por todos “longevidad saludable”.
Las fórmulas para hacer jugos frescos, naturales y "anti envejecimiento", en la voz de Juliana Awada
Frutilla, pomelo y jengibre
"Los alimentos de color rojo, como las frutillas, tienen un pigmento llamado licopeno que les da esa tonalidad y es un gran antioxidante. Además son fuente de carotenoides, vitaminas A, C y B. Aportan ácido fólico y potasio":
Pepino, espinaca, manzana verde, kiwi, ananá y jengibre
"Un gran detox para todo el cuerpo que ayuda a aliviar malestares digestivos como la acidez. Las frutas y verduras de color verde mejoran el funcionamiento del hígado y favorecen la digestión".
Zanahora, mandarina y cúrcuma
"La cúrcuma es una planta medicinal antioxidante, antiinflamatoria y digestiva. Los alimentos de tonalidad naranja son fuentes de vitamina A, C y ácido fólico, entre otros nutrientes".
Mango, jengibre y ananá
"Su sabor dulzón se complementa con los beneficios de consumir alimentos en los que predomina el color amarillo: gran contenido en carbohidratos, betacarotenos, fibra y agua. Al igual que los anaranjados, son beneficiosos para la salud de la vista".
Papaya, mandarina, cúrcuma o jengibre
"La papaya es una fruta tropical muy carnosa con gran contenido de agua en su composición. Aporta además vitamina A, que es buena para la piel, y otros minerales. Su sabor combina muy bien con un cítrico como la mandarina".
Remolacha y arándanos
"El color morado típico de estos dos ingredientes se debe a las antocianinas, pigmentos antioxidantes cuya tonalidad va desde los azules hasta los violáceos y, entre otros factores, son beneficiosos para la salud cardiovascular".
La tendencia de consumir a diario "jugo de apio"
“El jugo de apio es una infusión con muchas propiedades curativas que preparo sin ningún agregado: lavo los tallos de un atado y los introduzco en la juguera”, explica Awada. Si bien cuenta que no se caracteriza por su sabor, consumirlo “ayuda a tener una mejor digestión y es antiinflamatorio”. Además de desintoxicar el cuerpo, agrega, “fortalece el sistema inmune y estimula la circulación, entre otras virtudes”.
Consumirlo para muchas personas se convirtió en una tendencia a diario. A propósito, la madre de Antonia Macri y Valentina Barbier subraya que es importante que cada uno elija lo que mejor se adapte a su cuerpo, “sin restringir ni abusar en el consumo de ningún alimento”. Uno de los tips a los que más recurre: “Cuanta más variedad, mejor”.
“Lo ideal no es tomar siempre el mismo porque cada verdura o fruta tiene sus propiedades. Se trata de encontrar el equilibrio: no es que todos los días tengamos que tomar jugo de apio o agua con limón. No se trata de extremos, sino de una visión equilibrada y sostenible de la alimentación”, agrega.
Otras infusiones clásicas en la diaria de Juliana Awada
Además de recurrir al ayuno nocturno, Awada comparte otros de los hábitos saludables que forman parte su consumo sostenible. No sólo todas las mañanas consume agua con limón, también leches vegetales, mate (con un blend especial) y matcha latte. A continuación, las bondades de cada uno de sus secretos.
Un tip que no falla al levantarse: agua con limón
“Lo primero que suelo hacer cuando me levanto es preparar el agua con limón. Abro la ventana para renovar el aire, a veces pongo música tranquila y me quedo cinco o diez minutos contemplando, respirando en silencio”, revela.
Continúa: “Incorporar agua tibia con limón a la mañana ayuda a preparar el cuerpo para todo el día. Por la mañana, medio vaso de esta infusión sola o con jengibre es una buena manera de aumentar las defensas y eliminar las toxinas”
Por último, detalla, trata de esperar media hora entre el agua con limón y cualquier otra infusión, incluso con el jugo de apio en ayunas “para darle tiempo al cuerpo”.
Matcha latte, una infusión antioxidante
“El matcha es un poderoso antioxidante que fortalece el sistema inmunológico y que se volvió popular en Japón cuando un monje budista zen viajó a China y descubrió que ayudaba a mejorar la meditación porque mantenía la mente concentrada. Luego comenzaron a consumirlo los samuráis y en el sigo XV surgió el ritual japonés de la ceremonia del té”, explica Awada.
“A diferencia de los tés en hebras, el matcha tiene sus hojas molidas en forma de un polvo muy fino. Antes de consumirlo hay que batirlo con agua para activar sus beneficios, ya que sus compuestos están mucho más concentrados”, amplía la también diseñadora.
Para prepararlo de la manera tradicional, sugiere, “colocamos el polvo en un bowl grande y le agregamos agua caliente. Emulsionamos con un chasen (batidor de bambú) hasta que logremos una consistencia uniforme y veamos espuma en la superficie”. Y concluye: “Para hacer el latte, agregamos leche”.
Otro infaltable, un buen mate, costumbre que le dejó su padre
Dentro de las rutinas de Juliana Awada, como la de la mayoría de los argentinos, “el momento del mate es único”. En su caso, es una costumbre que le transmitió su papá (Abraham Awada, fallecido en 2012): “Hoy para mí tiene un valor sentimental porque me recuerda a él”.
Además de los beneficios digestivos de la infusión, que cuenta toma hace años, destaca su versión preferida: “Un mix especial al que le agrego manzanilla –calmante y digestiva–, coco rallado, polen para sumar un toque dulzón, y menta, que aporta frescura”.