Luca Martin puede poner millones de caras en un segundo, posa como quien sabe hacerlo. No necesita cambio de vestuario ni muchas luces, él solo atrae la cámara. Tiene 24 años y es consecuencia de la unión de dos personas con rasgos "muy particulares": Nancy Dupláa y Matías Martin.
"Soy el único que nació de esa unión", se jacta en una charla con Revista Gente. Y enumera las cosas que sacó de cada uno: "De mi mamá saqué el temperamento y la tolerancia y de mi papá ser un poco más precavido y a cuidarme tanto con lo que digo al aire como con la plata".
Entre esas dos familias se crió Luca. Y ese ADN corre en su forma de expresarse: la voz impostada, la sinceridad brutal, las opiniones políticas, el amor por los cómics y las películas, las tardes de merienda con su medio hermano Alejo Martin, la maratón de películas con su otra medio hermana Morena Echarri. La casa bien tana de su hogar materno, la modalidad más "inglesa", aunque no le cierra esa palabra, de su hogar paterno.
Y como resultado, este joven que no le tiene miedo a hablar con su verdad y que con soltura cuenta que es bisexual. "A mí me gustan las personas más allá de su sexo", lanza y explica que ha salido tanto con hombres como con mujeres. También dice ser un experto en bloquear personas cuando lo critican o hacen comentarios sobre sus padres, su físico o sus elecciones sexuales.
"Soy un maestro en bloquear personas", confiesa.
Además de sus ojos celestes mar caribe, otra de las marcas que llaman la atención en Luca son sus tatuajes. El primero que se hizo es uno de una araña, en honor a su superhéroe favorito, y después se fueron sumando más. Tiene una versión propia de las gemas del infinito del guantelete con el que Thanos hace desparecer a la mitad del universo.
"Si pudiera elegir un superpoder sería la telequinesis. Me gustaría mover mi cuerpo e ir volando mientras escucho música", sostiene el conductor que es parte del panel de Desayuno Americano, supo tener un programa con su padre, una columna de cine en la Metro, un programa en Urbana Play y fue host en Comic-Con (lugar al que le encantaría volver).
Aunque disfruta de la tele, según admite, lo suyo es la radio, espacio al que quiere regresar. "Me encanta la radio, pasar música, hablar de cine, charlar", dice. Y confiesa que nunca lo convocaron del streaming. "No sé si no le caigo bien a las grandes cabezas que manejan los streaming o si no les parezco rentable, pero no me han llamado", bromea al tiempo que invoca a Migue Granados. Y da pistas de su costado más nerd: cuando camina repite diálogos de películas.
La charla con Luca sigue un ritmo desenfrenado, los temas surgen y él lejos de esquivarlos los aborda con profundidad. Sos problemas con la ansiedad y el insomnio, el uso de cannabis medicinal, el sobrepeso, los rumores en torno a la separación de sus padres, sus dos familias ensambladas, su bisexualidad, las charlas politizadas en la casa de su madre y las críticas por su afinidad con el kirchnerismo. Todo, entra en la charla.
Luca Martin y sus dos familias ensambladas
Luca nació y sus padres se separaron. Al poco tiempo, tenía dos casas y tanto Nancy como Matías formaron otras familias. Ella con Pablo Echarri, con quien tuvo a Morena (21) y Julián (14), y él con Natalia Graciano, con quien tuvo a Mía (18) y Alejo (16).
Si bien pasaron más de 20 años, la gente aún sigue tejiendo sus propias ideas sobre si hubo terceros en discordia y qué pasó entre Nancy y Pablo mientras filmaban Los buscas. Más allá de todo lo que se dice o dijo, Luca dice que ama a Echarri y que uno de los primeros recuerdos que tiene es de él haciéndolo reír. También cuenta que tiene una buena relación con Graciano, quien se separó de Matías en 2023.
-¿Qué te acordás de tu infancia? ¿Cómo fue esto de tener dos casas?
-Como todos, nunca hubo conflictos. Mis viejos son muy maduros. "Acá siente amor", "Allá siente amor", fin. Ahora de más grande te enterás cosas como que una vez discutieron por tal cosa... De pendejo, ni te enterás. Sí tuve momentos en donde estuve más con mi vieja, momentos en los que estuve más con mi viejo. En general porque... no sé, a ver, esto es una estupidez, pero mi viejo puso un proyector en su casa y me quería quedar más a ver películas con el proyector. De chiquito se intercambiaban las semanas y si me quería ir a la casa del otro me llevaban. Siempre fue súper libre.
-¿Pasaron alguna Navidad todos juntos?
-No, ni en pedo. Lo más cercano que llegaremos a eso es si me caso en algún momento. Ahí sí los vería, digo, a todos. Pero no, jamás. Un par de veces mi hermana Morena vino a lo de mi papá, comimos todos juntos pero más como invitada mía a comer en familia. Fue muy gracioso porque es un contraste total, ¿viste? Las dos familias. Mucho más More que es tan desinhibida, ideológica. Era re chiquita en ese momento así que hablando en la mesa, riéndose y mi familia y mi viejo más callados.
-O sea que tenés dos modelos muy diferentes.
-Son muy diferentes, los dos están llenos de amor. Pero diferentes, uno mucho más...
-¿Tano?
-Sí, mi familia materna es súper italiana en el sentido de la comida y la forma de hablar, gritar, abrazar. Y mi familia paterna es un poquito más como bueno, somos todos argentinos, no es que somos de Europa, aclaro, pero mi familia paterna tiene más ese tic que no me gusta decirlo así pero un toque más como inglés... del té, café.
-¿Más frío?
-Frío no, como menos gritón. Es la misma energía positiva, el mismo amor, pero más tranquilo. Justo igual las últimas veces que fui a lo de mi abuela estuvimos gritando, charlando y riéndonos.
-¿Y qué tenés de cada uno?
-Tengo un poco de los dos. Soy un poco más de defender mi punto de vista, un poco más gritón y tengo la capacidad de conocer gente nueva, como mi vieja. En su casa son muy de invitar amigos y gente que aman y también de salir y de ir a la loma del orto. "Vamos a donde se crió Pablo de pendejo, a Avellaneda". Y de mi viejo saqué ser un poco más precavido, a cuidarme un poco más tanto como con lo que decís al aire como con la plata, a ser atento. Mi papá me dio muchas herramientas para el trabajo: él es mi mentor.
-¿Quién es más de poner los límites?
-Son bastante parecidos. Mi viejo es más con los límites de cosas de la cortesía normal, como de comer en la mesa, los horarios... Y mi vieja más con lo social, de las conversaciones, de no ser maleducado, de escuchar a la gente.
-El tema es que cuando se te duplica la familia es como que no te alcanza la agenda, ¿no?
-Soy muy pajero. El fin de semana quiero dormir. Estoy muy cansado todo el tiempo. Me cuesta dormirme, paso toda la noche escribiendo. Estoy escribiendo un guion y las últimas dos semanas estuve como en el clásico de escribir una escena, después borrarla y volverla a escribir y borrar y así.
-¿Es algo de superhéroes?
-Ojalá. No, es una historia que estoy trabajando hace mucho tiempo. Es sobre unos amigos que se mandan muchas cagadas y tienen que tomar una decisión. Es triste, pero es divertida. En realidad, supongo, porque todavía no la escribí. En mi cabeza es divertida.
-Y con tus hermanos, ¿Cómo te llevás?
-Súper, con los dos grupos de hermanos, con mis cuatro hermanos me llevo muy bien. Son muy distintos entre ellos, con Morena tengo una afinidad especial porque es la más cercana en edad.
-¿Cómo te pegó la separación de tu papá?
-¿Cuál?
-La reciente, de Natalia Graciano, la mamá de tus hermanos.
-No, porque antes de que pasara esto me preguntaban mucho sobre cuando mi viejos se separaron y ahora no sé de cuál hablar. Me lo preguntan, el otro día me preguntaron: "¿Cuál te dolió más?".
-Pero eras un bebé.
-Es como que tenía 1 año en la primera. No me acuerdo. No lo tomé mal porque yo tengo un pensamiento re feo en general... A ver si se enoja la gente que lee esto, pero yo creo que si alguien se separa es porque es lo que necesita. A nadie le gusta que le corten pero si te separás es porque decís: "Che, necesito X y necesito una vida con esto o no necesito una vida con esto" o lo que sea.
Yo la verdad no sé los los motivos específicos de por qué se separaron. Lo único que puedo decir es que mi papá ahora está bastante contento. Está cómodo y yo si siguiera la relación ahora o no siempre lo hubiese acompañado con todo el amor porque lo que quiero es verlo contento. Quiero que esté bien, no me importa si es con una mina o con quien sea, solo, no sé.
-¿Vos te llevás bien con Nati?
-Sí, no estamos tanto en contacto porque no nos vemos tanto. Pero siempre buena onda, siempre besos y abrazos. Nos hemos cruzado ya muchas veces. Hay mucho cariño.
-¿Y con Pablo Echarri cómo es la relación?
-De chiquito no sabía decirle Pablito, me salía "Palito". Siempre lo amé. Pensá que lo conozco desde que tengo 2 años. Más allá de cualquier historia mediática que rodee cómo se conocieron mis viejos, yo siempre voy a tener las primeras impresiones de conocerlo a él. Es el tipo que me hacía reír en casa, venía y se tomaba un vino con mi mamá mientras veíamos la tele y cuando me iba a acostar se hacía el monstruo y yo me cagaba de risa. Son memorias de cuando tenía 3, 4 años y las tengo todavía.
Tengo a mi viejo en el campo, a Pablo con mi mamá en mi casa, tengo de mis abuelos muy ligeramente, pero tengo a Pablo en esos recuerdos, así que para mí siempre fue parte de mi vida.
-Es parte de tu historia.
-Para mí siempre fue el marido de mi mamá, el papá de mis hermanos y, cuando lo necesitás para que lo sea, un papá también. Yo ya tengo mi viejo y tengo la suerte de que mi papá no solo está conmigo, sino que tiene energía, años, amor y le importo. Pero a veces no está tu viejo al lado y si necesitás alguien para darte un consejo, él siempre estaba para ayudarme. Como con matemáticas
-¿Es bueno en matemáticas?
-No, se frustraba conmigo, nos frustrábamos los dos. Pero por suerte el padrastro siempre fue muy amoroso y siempre me acompañó.
-Y esto que decías de los rumores de cómo se conocieron Pablo y Nancy, ahora que creciste, ¿lo ves diferente?
-No sé... Capaz todavía no lo entiendo. O sea, chicos, es una pareja que claramente estaba mal, que optó por no estar más junta y una de las personas de la pareja optó por estar con alguien más. Si creen que se separaron porque mi vieja estuvo con otro flaco tienen una falta de percepción y de capacidad de lectura general total. Estaban separados de antes, no estaban bien desde antes. No es que nací y era todo alegría. Nací y eran una pareja que no se caía bien, que quería tener un hijo y aquí estoy.
-Pasaron años y la gente pareciera no soltar.
-Es muy fácil comentar. Igual siempre que te comenta alguien es o una vieja chota o un flaco con una remera de fútbol o con un logo de fútbol en su imagen de perfil, es el mismo que por lo general te termina comentando algo homofóbico.
Luca Martin: "Salí con pibes toda mi vida y también con minas"
Después de rastrear sus anteojos que habían quedado en el camarín, Luca sigue hablando casi sin respirar. Cuenta que en las redes, muchos lo juzgan por contar abiertamente cosas de su vida como por ejemplo que le gustan tanto los chicos como las chicas.
"Yo no soy heterosexual, hasta hace poco estuve en pareja con una chica, pero sigo siendo bisexual, o sea no se apaga eso de tu cabeza", dice después de contar que se acaba de separar de Eugenia, su última novia con quien convivió los últimos dos meses.
"Salí mucho con pibes toda mi vida, con flacos de mi edad, un poco más grandes", suma. Y cambia el tono de su voz al recordar cómo la gente se indigna por lo que él hace en su intimidad. "Me comí cada comentario, qué problemón tienen muchachos", desafía.
-Es raro porque hoy se supone que la gente está más abierta con las elecciones sexuales de cada uno.
-Se supone que está normalizado. Pero lo que pasa cuando algo se normaliza es que aquella gente que en serio le tiene miedo al cambio empieza a tomar acción por sí misma... Mirá lo que pasó con el loco de mierda que prendió fuego a dos parejas de lesbianas en Barracas, literalmente las prendió fuego porque le parecía que estaba mal que se besen y que se acuesten juntas. Estamos en ese punto de vuelta, se va a ir todo a la mierda, este país y el mundo. Hay que tener cuidado, hay que estar atento.
-Hace poco contaste que estabas conviviendo, ¿cómo va esa experiencia?
-No estamos más en pareja actualmente. Tomamos caminos separados. Eso es todo lo que tengo para decir.
-¿Tuviste muchas novias?
-Tuve una novia antes, hace como dos años. Quedé triste y medio que ahí fue cuando más descontrolé como: "Bueno, vamos a ver qué onda".
-¿Qué fue lo más difícil de asumir que te gustaban los dos sexos?
-Mi generación ya está súper deconstruida con eso y tiene esos medios como activados. Sí puedo estar con una mina tres meses y después puedo estar con un tipo tres meses, ya está. Lo que me gusta es una persona. Me interesa esta persona, sea del sexo que sea.
-¿Cómo tomó tu familia tu bisexualidad?
-Es mi cama, nadie tiene porqué enterarse de lo que hago en mi cama.
-¿Alguna vez lo hablaste?
-No es que la voy a mirar a mi abuela a los ojos y le voy a decir: "Che, abuela... me gustan las dos cosas". Es mucho más complicado eso porque si decís que te gustan los tipos, te dicen: " Ah, okay". Hoy en día si decís: "No sé qué me gusta", es: "¿Cómo no sabés que te gusta? Hay tanto para elegir y no sé a veces me gusta esto, a veces me gusta lo otro. Yo sé que lo que tengo físicamente cerca mío, siempre va a ser lo que más me gusta. Si estoy en pareja con una chica, me gustan más las chicas en el momento. Si estoy con un chico, me gustan más los chicos en el momento... Si estoy con los dos saltando de acá para allá es porque no sé qué quiero.
-¿Pasaste mucho tiempo sin saber?
-Sí, por mucho tiempo viví no sabiendo qué quería. Por mucho tiempo pensé que era solo gay, salí con muchos tipos y era como: "Capaz es esto lo que hay para mí" y un día salí con una piba y era como: "Me encantan las chicas, son hermosas".
-¿Y cómo fue esa exploración? En las generaciones anteriores era algo mucho más tabú.
-Mis viejos te hablan más de eso, que antes no era tanto ser gay, sino era más que se diga que eras gay. Todo un peso gigante alrededor de una idea que es: "Loco, el flaco se acuesta en la cama y hace lo que le pinta y después sale y compra el diario igual que vos".
-¿Y cómo lo tomó la gente?
-Nunca tuve una una conversación al respecto. Fui abierto: "Che, creo que me gustan las dos cosas. Creo que soy bisexual". Obviamente tuve miedo en la época en la que lo descubría porque te comés un montón de inseguridades y de mierda. Cuando vas creciendo los chicos son crueles, conmigo nunca nadie fue homofóbico. Bueno sí, en las redes sí, pero nadie que importe fue homofóbico. Así que yo no vivía con ese miedo. Pero sí me pasaba de pensar qué pasaba si mis amigos se enteraban y no querían ser más mis amigos. Y un día te das cuenta que les chupa un huevo. "Ah mirá, yo también, somos somos tres de acá bisexuales".
Luca Martin, entre críticas a Milei y la mirada sobre la politización de su familia
Luca no puede evitar hablar de lo que piensa. Sus ideas van rápido y no tiene esa pulsión de detenerse cuando el tema quizá no es tan cómodo.
"A mí desde que Milei empezó a ponerse en campaña que me empezó a dar miedo. Es muy Trump todo, el movimiento y la actitud de comunicarse y por eso es que me detona un poco más esta Presidencia que cualquier otra. Antes de que me digan: `Pero cuando estaban los Kirchner´. Dije mil cosas y las seguiré diciendo de ellos...", sostiene antes de hablar de la ideología de su madre y de Echarri, quienes son abiertamente peronistas.
Luca navega con firmeza en la geopolítica. Ex alumno de ORT pareciera saber, aunque admite que no era tan buen alumno cuenta que tiene un amigo, Franco Belloni, con quien tuvo un programa en Urbana, que le enseña de estos temas. "Sabe un montón".
-Tener padres públicos y politizados debe haberte influenciado.
-Sí... me sorprende cuando me dicen eso. No de mi vieja y mi padrastro, pero cuando me dicen eso de mi viejo, me sorprende. Mi viejo, cero politizado. Pero mucha gente me dice: "Tu viejo, el kirchnerista...". Justo mi viejo, en la vida puso la mano en el fuego por ninguna campaña. Ahí sí, me parece medio raro.
-Claro, en el caso de Pablo y Nancy han salido varias veces a hablar de política.
-A ver, mi vieja y Pablo, los dos, tienen sus opiniones propias y comparto algunas de ellas y no comparto otras. Sería, me parece, una relación muy tóxica la que tendríamos, si es que yo estuviera juzgando cada movimiento o acción o momento personal que tengo con ellos basado en lo que dicen en los medios. Me gusta estar con mis viejos porque me gusta estar con mis viejos. A veces hablamos de política y estamos 100% de acuerdo y a veces hablamos de política y yo voy más para la izquierda que ellos. Sí, más a la izquierda.
-¿Ustedes en las reuniones se ríen de las cosas que se dicen o se las toman a pecho?
-No, nos reímos mucho entre nosotros. No con lo que dicen en la tele, pero jodemos con el sketch de Capusotto, el clásico "kakas kakas kakas". Por lo general nos tendemos a reír del odio y un poco también de la mala onda. Porque si no te reís vos, no se ríe nadie y es medio una depresión. Pero no son de decir: "Mirá, me escribió Pepe acá", "Pepe 12 dice". Ya está.
-¿Alguna vez les preguntaste a tu vieja y Pablo por qué se mostraban tan politizados?
-No, porque lo entendí. Vienen de muy bajos recursos. Tuvieron que ver amigos morir en la calle, amigos que no salieron del barrio donde ellos crecieron... Entiendo que dada la emocionalidad de las circunstancias con las que estamos lidiando y teniendo un partido que quiere representar a los pobres, eso los conmueve. Obviamente siempre fueron de izquierda y por eso repito, yo también tengo esa ideología, no más que no soy de defender a un político específico.
-¿Cómo te llevás con las críticas?
-Yo soy el maestro de bloquear en las redes, porque si me insultás... A ver yo pienso esto: si vas a una película o al circo y te aburre el show o te enoja, te vas. Y yo te estoy dando la oportunidad de irte solo. Ni siquiera te estoy diciendo que te vayas, yo te echo, pero aclaro, no me gusta bloquear porque sí. Me encanta bloquear si me hablan mal. Si me dicen algo constructivo, no pasa nada. Pero si me empiezan a insultar por mis viejos, por mi peso, por mi trabajo, todo eso, es como: "No me sirve de nada ese comentario"... Así que a su ruta. Soy cortante.
Luca Martin habla de sus problemas de ansiedad y cómo transita las críticas a su cuerpo
Luca habla de su peso y cuenta que siempre ha sido un tema para él. Baja y sube y entiende que es algo que le gustaría modificar pero que, por el momento, no tiene ganas de ocuparse. "Si te dicen algo sobre tu peso, decís: ´Sí, obvio, ya sé que tengo sobrepeso, lo quiero perder´. Y al mismo tiempo digo: `Pero no lo pierdo porque no quiero perderlo´. Es una gran contradicción", sostiene y dice que es una persona muy autoexigente.
Según cuenta cuando era chico le pidió a su mamá que la ayudara a bajar de peso porqué no estaba cómodo. Y fue de los pocos momentos en que se puso estricta con algo. "No funcionó", reconoce.
-¿De chico también tenías así esta personalidad o eras más de enroscarte con las críticas?
-Sí... me enroscaba un poco más de pendejo, más en la adolescencia. Pero siento que un día aprendés... No sé si a no enroscarte, más bien a no dejar que el ligero enrosque que va a pasar, porque sos una persona que tiene autoconciencia, te detenga.
-Claro, a seguir...
-Tengo mis problemas, voy al psicólogo. Pero esos problemas no incluyen: "Ay, Juanito xD 17 me dijo". Me chupa un huevo Juanito xD 17.
-Hay un montón de personas que tienen ansiedad por las redes sociales.
-Ansiedad tengo, no por las redes. Aunque un poco por las redes sociales, sí, porque me frustra que se use tanto particularmente la red social Twitter para propagar el odio. Me molesta la cantidad, tanto de humor como de odio, dirigida hacia la gente que menos lo merece.
-¿Y qué hacés con tu ansiedad?
-Fui a un médico homeopático y hablamos principalmente de las dos cosas que más sufro que son la ansiedad y el insomnio. Yo no puedo dormir, me cuesta mucho dormir y me cuesta mucho bajar. Y bueno, logré aprender a consumir un poco de cannabis, de manera sana para equilibrarme, sin pasarme porque nunca está bueno ni con el alcohol, ni con ninguna otra cosa.
-¿No son vicioso?
-No tengo vicios. Me muerdo las uñas, como dulce a lo loco... Mi peor vicio es el azúcar, el azúcar es una mierda, pero me encanta. Si ahora me puedo comprar algo en el kiosco de la esquina, voy y me lo compro. Pero no tengo un peso. Tengo un solo trabajo y vivo solo, no llego a fin de mes, como todas las personas de 20 de este país. Aclaro que no me estoy quejando por quejarme, me estoy quejando porque es la norma.
Fotos: Rocío Bustos
Arte de tapa : Darío Alvarellos
Retoque y portada: Gustavo Ramírez