Gastón Cocchiarale y Guillermo Francella acaban de levantar el Premio Martín Fierro de oro de cine y series por El Encargado (Disney+). En la ficción ellos son Miguel y Eliseo, el aprendiz y el encargado del edificio, pero su vínculo hace tiempo traspasó la pantalla.
Ésta no es la primera vez que se lo ve juntos. Antes trabajaron en El Clan, el papel consagratorio del pibe del oeste que no solo lo haría conocer a su ídolo de todos los tiempos sino que torcería la suerte a su favor.
"El primer día de rodaje de El Clan hubo una prueba de cámara, yo estaba muy tenso. Estaba en un camarín probándome la ropa de Maguila, mi personaje, y cuando llegó Francella ya escuché su timbre de voz y me puse todo nervioso. Entró y lo primero que me dijo fue: "Hola, hijito" porque yo hacía de hijo de él y me abrazó muy cálidamente", contó Cocchiarale en una nota con Revista GENTE sobre cómo fue ese primer encuentro.
"Pero yo lo traté como si nada, con respeto, pero por dentro estaba explotando, él me preguntó de dónde era, que hacían mis viejos, dónde estudiaba teatro... Fue muy amable, muy cercano y eso me lo bajó al toque y fue un tema menos porque como todo ídolo te puede caer mil puntos o no. Y él fue buen compañero. Tengo un recuerdo de esa época muy hermoso", sumó sobre la impresión que tuvo al ver a su ídolo por primera vez.
Qué consejo le dio Francella que la cambió la vida para siempre
La historia de Cocchiarale está ligada a la de Francella porque fue él quien le dio el empujón que necesitaba para seguir adelante.
"Yo venía de filmar El Clan. Había sido muy emocionante para mí pasar de un bolo a actuar con Francella, Peter Lanzani, Pablo Trapero... Terminó la película y dije: ´Filmé con Francella, con Trapero... Me va a llover trabajo´. Después de eso no trabajé por un año. Me acuerdo que había hecho casting para El Marginal y para Signos, me llamaron con 15 minutos de diferencia para decirme que no había quedado. Esa fue la única vez en que dije: ´No sé si soy para esto´. Ahí lo llamé a Guillermo", relató.
La llamada fue muy concreta: le dijo que era Maguila de El Clan y si estaba para tomar un café. "Necesitaba que alguien que viviera de la actuación me aconsejara", explicó Y Guillermo le dijo que sí, que lo esperaba a las 3 en tal café para charlar.
"Para mí fue un gesto enorme porque podría haberlo resuelto por teléfono, me podría haber dicho: ´Mirá, la vida es así. No me hinches´. Y el tipo me hizo un lugar en su agenda para tomar un café y fue hermosa la charla, la atesoro. De hecho almuerzo una o dos veces por año con él. Siempre esos encuentros son muy productivos pero sobre todo ese fue muy lindo", describió el actor.
Guillermo se metió en su propio lodo para mostrarle el camino a quien más tarde se convertiría en su aprendiz. Le enumeró lo malo de su profesión. No se enfocó en sus éxitos sino en sus fracasos.
"Me contó las veces que no quedó, las veces que se frustró, las veces que pensó: `No es para mí´. Claro, viene Guillermo Francella, un tipo que todo lo que hace es taquillero, a decirte: `Yo también la viví´. Dije: `Listo, ya está, vamos para adelante´. Fue como una inyección de nafta", recordó.
Hasta el día de hoy ese café le sigue resignificando toda la profesión porque cada vez que no le va bien se acuerda de las cosas que Guillermo le contó.
"A partir de ahí el vínculo con el oficio fue muy distinto, como que no todo me lo tomaba tan mal, no me angustiaba tanto, bueno, no quedé, ya quedaré", sumó.
El otro gesto de Francella con Cocchiarale: cuando lo recomendó para El Encargado
El camino de Gastón se reactivó ,y después de ser parte de ATAV, una llamada por teléfono volvió a unirlo a su ídolo. Gastón Duprat y Mariano Cohn lo querían para ser Miguel en El Encargado. No solo eso sino que no había casting, Francella lo había recomendado.
En ese momento, Gas se dio cuenta que de alguna manera Guillermo se había convertido en su mentor. Según contó se le hizo muy sencillo ser Miguel porque comparte casi todas las escenas con Guillermo y el vínculo que tiene con Eliseo es muy parecido al que él tiene con Francella.
"Es un vínculo de admiración, de respeto, de maestro, no me es un esfuerzo. Además los guiones son bárbaros, con decir lo que está en el texto sobra, y tenerlo a Guillermo al lado, que me marca y me ayuda, no tiene precio" sumó.
Para Cocchiarale compartir set con Guillermo lo hizo mejor comediante y mejor actor.
"Guillermo es un `milico´ en el buen sentido de la palabra, es riguroso como la puta madre, no se le escapa una coma, sabe tu texto, no se equivoca, está atento a la cámara, a todo lo que pasa en el set, por eso es quién es, eso lo tomé mucho de él. Le pregunto cosas todo el tiempo, él se te acerca, te dice, te pide: ´Acá, Gas, esa carita que ponés... 3 segundos más. Es muy poco´. Y veía que hacía una toma cómo la había hecho yo, nada, la hacía cómo me había dicho él, con 3 segundos más, y los técnicos se empezaban a tapar la boca de la risa", contó sobre las cosas que aprendió de Francella.
El éxito de El Encargado y la posibilidad de una cuarta temporada
Sobre el éxito de El Encargado, Gas Cocchiarale opinó: "Tiene una clave muy grande que muchas series de plataforma argentina no han podido lograr: muestra la idiosincracia argentina. Es una serie muy bien hecha, con factura técnica internacional pero habla de nosotros. Tiene nuestro lenguaje, nuestro humor, nuestros estereotipos. La gente la ve y se ve. A la gente le gusta verse, más allá de que también vea series turcas, inglesas".
Además, el actor habló con Revista Gente sobre una posible nueva temporada. "Hay un rumor de una 4ta, para mí la tercera temporada es la mejor de las 3, va increscendo todo. Ésta crece y el día del estreno rompió récords de visualizaciones. La gente en la calle te pregunta, es muy fanática. Guillermo me dijo: `Gas cuando la cosa pasa en la calle es porque es un éxito´. `Si vas al supermercado y no te reconoce nadie, es porque no te ve nadie´".
