Atrás quedaron los días de la chica que se dejaba llevar por el ruido ajeno e intentaba encajar, moldeándose a lo que el medio o la sociedad pretendía de ella. Hoy, Karina Jelinek define sus propias reglas, supo sanar cuestiones como la ansiedad y ya no le rinde cuentas a nadie.
Tras su paso por Bake Off Famosos (Telefe) y celebrando siete años de amor con Flor Parise en Ibiza, la modelo, empresaria y figura pública se muestra más libre que nunca. Desde España y entre tapas y fiestas, pero con los pies en la tierra y con total sinceridad, se entrega a conversar con GENTE.
“No me importan los malos comentarios… y los buenos tampoco”, indica con firmeza, dando cuenta de que su famoso latiguillo “Lo dejo a tu criterio”, con el que se evadió tantas veces de momentos incómodos, no sólo es su sello, sino un verdadero manifiesto. Le importa muy poco lo que otros opinen.
¿Un spoiler de la charla? De sus arrepentimientos a los engaños que sufrió, el acoso mediático, su característico romanticismo, qué tiene en común con Wanda Nara, y un minicuestionario Proust que sintetizan en seis frases su modo de ver la vida.
La nueva Jelinek: “más auténtica”, enamorada y sin evasivas
Tiempo atrás, entrevistar a Karina por momentos era como enfrentarse a una suerte de muralla. Aunque siempre supo lidiar con el juego mediático y decía a todo que sí (incluso a una vieja tapa… ¡cocinando milanesas en ropa interior!), cuando decidió vivir públicamente su amor con una mujer, el proceso fue progresivo y lo más importante, completamente suyo.
No es que no quisiera compartir sus procesos personales y la alegría de hacer un proyecto en pareja: simplemente quería (como cualquier persona) que la dejaran vivir. Y es cierto que, además, no fue quien puso en palabras por primera vez su elección. Una violencia que, en cualquier ámbito, pero con el aditivo de pertenecer a una familia conservadora de Villa María, Córdoba, fue difícil de digerir.
Hoy con todo procesado, más segura y con la idea de proteger eso tan preciado que construyó, ya no pone limitaciones a la hora de conversar pero, lejos de la imagen que ha vendido alrededor de su marca personal, sabe muy bien cómo resguardarse en el discurso.
–Después del camino recorrido, ¿cómo describirías la versión de Karina Jelinek que ves hoy?
–Hoy en día soy una versión de mí misma mucho más auténtica, que sabe lo que quiere y lo que no. Que no se deja llevar por todo lo que le dicen, como quizás me pasaba cuando comencé mi carrera. Hoy es muy distinto porque elijo cada cosa que hago.
–Tenés hasta registrada tu icónica frase “Lo dejo a tu criterio”, que hoy sigue presente en cientos de memes. ¿Recordás qué es lo que te vino a la mente cuando Jorge Guinzburg (1949-2008) te entrevistó en 2006 y cómo inventaste esa salida?
–Sí… ¡lo recuerdo muy bien! Fue durante la entrevista con Jorge. Como me hacía muchas preguntas personales e incómodas sobre mi intimidad (N.d.R: el periodista le consultó sobre detalles de alcoba con un novio de aquel entonces, del quien contó que le decían “El Negrito”) y yo no sabía cómo responder porque era muy chica y nueva en los medios, empecé a usar esa frase para evitar dar las respuestas que me incomodaba dar.
–Claro, surgió como una herramienta. ¿La usás también en la intimidad a modo de juego o chiste?
–No, puramente en lo público. No más que algo que transformé en comercial.
Del amor con Flor Parise y el festejo de su séptimo aniversario (sin comezón) a las lecciones que le dejó vivir romances expuestos
Con Flor Parise se conocieron en 2017 a partir de amigos en común. Según ha contado Jelinek, a su compañera de vida la considera “una persona muy inteligente que admiro mucho y que me enseñó muchas cosas”. Dice que les encanta compartir “lindos momentos juntas” (como viajar y salir a comer) y encuentros familiares, en los que la modelo disfruta mucho de la compañía del hijo de Flor (“Lo quiero mucho”).
–Cumpliste siete años de amor con Flor y lo celebraron en Ibiza. ¿Hubo alguna cita que planeaste especialmente en ese aniversario? ¿Cómo lo vivieron?
–Sí, ya hace 7 años que nos conocemos. Lo pasamos súper bien… Ibiza es un lugar que nos encanta y todos los años nos gusta volver. Lo pasamos en grupo, con amigas, y salimos a comer y a bailar. ¡Nos divertimos un montón!
–¿Suelen escribirse cartas o dejarse mensajitos?
–No, pero hablamos todo el tiempo por WhatsApp. Incluso cuando estamos en casa a veces nos causa gracia que ni bien una sale, nos empezamos a escribir al instante.
–¿Sos romántica?
–Sí, me considero romántica y muy detallista.
–Has hablado de tu deseo de ser madre, ¿qué cambió en vos desde que empezaste ese camino?
–Mi maternidad no fue posible y respeto eso.
–Varias veces has dicho que por una cuestión de la vida bajo perfil que lleva tu pareja, la idea era protegerla, ¿sentís que mostrarías aún más sobre tu relación si fuera alguien público?
–Sí, seguramente… Yo soy una persona pública y lo acepto. Igual, la verdad que me gusta mantener mi vida personal más resguardada.
–Después de vivir romances públicos (como su escandaloso vínculo con Leonardo Fariña, con quien se casó en 2011 y se divorció en 2015; el empresario fue condenado en 2021 por lavado de activos), ¿qué lecciones te dejó todo eso?
–Justamente eso, que hay que guardarse las cuestiones íntimas y de pareja. Aprendí que hay que evitar exponerse tanto.
Del personaje público a la Jelinek de entrecasa: “Nunca me aburro”
–¿Alguna vez sentiste que el personaje público de Karina Jelinek eclipsó a la mujer real que sos y que las percepciones ajenas impactaron en vos o en algún momento moldearon tus decisiones? ¿Cómo te enfrentás a eso?
–Me pasó cuando era más chica y no tenía posiciones tan claras sobre varios temas. Me sentía presionada por lo que los demás esperaban de mí.
Muchas veces me dejé influenciar por la gente que me rodeaba y tomé decisiones que hoy no tomaría. Igual todo lo entiendo como parte de mi crecimiento personal que me ayudó a ser quien soy hoy: una mujer que sabe bien lo que quiere.
–¿Cómo es la Karina de hoy, de entrecasa, y qué cosas te gusta hacer en cuanto a planes familiares?
–Me gustarme despertarme sin alarma… ¡odio madrugar! Si puedo, lo evito. Disfruto mucho de estar en mi casa y la verdad es que nunca me aburro.
Mi familia vive en Villa María, así que cada tanto voy a visitarlos. Y los fines de semana casi siempre viene la familia de Flor a casa y nos juntamos a comer.
Su paso por Bake Off, el plato que mejor le sale y lo que tiene en común con Wanda Nara
–¿Qué descubriste sobre vos misma en Bake Off? ¿Fue una vía de escape o un nuevo reto para conectar con una parte más desconocida tuya?
–Para mí fue un super reto. Nunca cociné postres y lo tomé como un gran desafío. Al principio lo sufrí, porque era algo totalmente desconocido y tuve que superarlo.
–¿Cuál es fue tu participante favorito o con el que tuviste más conexión y por qué?
–Mi favorito fue Gastón (Edul), no lo conocía pero fue súper compañero. Lo vi que se súper esforzó y creo que se merecía ganar (N.d.R: el periodista deportivo quedó eliminado de la competencia poco después que ella).
–Siendo alguien tan exitosa que construyó su marca personal, ¿cómo ves a Wanda como conductora y el camino laboral que hizo?
–Como conductora me sorprendió, la admiro y respeto mucho. Me encantó trabajar con ella, es muy divertida. Creo que se ganó y se merece todo lo que genera.
–¿Y qué cosas creés que tenés en común con Wanda?
–Somos mujeres independientes y luchadoras. Venimos de una generación bastante más machista que la actual, así que todo nos costó un poco más.
–¿Cuáles son las recetas que hacés en tu casa que sentís que te salen mejor?
–Nunca cociné dulce, siempre salado… lo que mejor me sale son los fideos con salsa de champiñones.
–El otro día en la redacción nos acordábamos de la tapa de Gente haciendo milanesas en ropa interior. ¿Qué recordás de esa producción y esa ocurrencia?
–La recuerdo con mucho cariño. ¡Lo dejo a tu criterio!...
El peso del ojo público, el hate, su mayor arrepentimiento y a qué se dedicaría si pudiera empezar de cero
–¿Qué sentís que “sacrificaste” por mantenerte en el ojo público? ¿Hubo momentos en que quisiste desaparecer del radar?
–Sí, cuando me separé (de Leonardo Fariña) lo pasé súper mal. Fui víctima de una situación personal muy fea, y a eso se sumó el acoso mediático.
–¿Dirías que sos una persona que te cuesta la soledad?
–No, nunca me siento sola.
–¿Cómo es tu relación con las redes sociales?
–Uso las redes sociales de una forma muy real… no le doy mucha importancia a tener un Instagram marketinero. De hecho, a veces me critican que no elijo bien el contenido o la calidad de lo que subo. Uso esa red cuando quiero y como quiero…
–¿Y cómo te llevás con el hate?
–Recibo todo tipo de mensajes, pero el hate no es algo que me afecte. Ya me acostumbré a los malos comentarios y también a los buenos… no les doy tanta importancia.
–¿Sos de buscar qué dicen sobre vos en Twitter?
–No, no sé ni cómo se hace eso (estalla en una carcajada)
–¿Cuál creés que fue la decisión más difícil que tomaste en tu carrera? ¿Te arrepentís de alguna?
–La decisión más difícil fue hacer Cantando por un sueño… y me arrepiento de haber sido parte. Lo pasé súper mal, no volvería nunca más.
–Si pudieras dejar de lado la fama y empezar desde cero, ¿qué te gustaría hacer que nadie esperaría de vos? ¿A qué te dedicarías?
–Me gustaría ser abogada… para defenderme. Creo que si hubiera estudiado derecho seguramente me habrían cagado menos.
–Has pasado por situaciones difíciles, ¿hubo algo del pasado que todavía te cueste sanar?
–Que no pueda sanar no… Sé perdonar y soltar lo malo que pasó. Aunque todavía quedan temas pendientes, por ejemplo, sigo en juicio con el que fue mi mejor amigo de toda la vida y me estafó. (N.d.R: se refiere a José Luis Reidy, quien se quedó con 20 mil dólares y una serie de joyas con las que en su momento, según se dijo, la modelo tenía pensado subrogar un vientre en Estados Unidos).
–¿Sentís algún tipo de responsabilidad con los mensajes que transmitís?
–Creo que todas las personas que tienen un espacio donde dar su opinión y son escuchadas tienen que ser muy responsables de sus actos y dichos…
–¿Por qué sentís que sos tan querida?
–Lo que siento que me “hace querida” es que no uso velos. Me muestro como soy, no intento ser perfecta y no tengo problema en mostrar mis defectos.
Minicuestionario Proust by Karina Jelinek
¿Cuál es tu mayor virtud?
“Soy muy sincera”
¿Y cuál tu defecto?
“Tengo poca paciencia”
Tu ideal de felicidad
“Que mi familia esté sana”
El principal rasgo de tu carácter:
“Que soy divertida”
¿Qué hábito ajeno no soportás?
“La mentira”
Una máxima que no sea “Lo dejo a tu criterio”
“Ser feliz”
Fotos: gentileza @pauloherrera.foto
Retoque digital y arte de portada: Gustavo Ramírez.
Producción y estilismo: @nicofreijo y @summer.creativo
Asistente de fotografía: Camilo Perdomo
Beauty look: @cesarruiz.oficial
Agradecemos a: Lola Casademunt, Custo Barcelona, Suot Studio y XXL.