Desde que Leo Messi y Antonela Roccuzzo viven en Miami, su vida dio un completo giro. Es que el ingreso a la última etapa de la carrera futbolística del astro mundial, que sigue siendo rodeada de triunfos y alegrías, y el crecimiento de sus hijos, le permitió un relax a la familia. Motivo que animó a su esposa a dar un paso y lanzarse al modelaje.
Aunque por años el perfil de Antonela fue discreto, evitando cualquier tipo de escándalo mediático y enfocada prácticamente de lleno a la crianza de Thiago, de 11 años, Mateo, de 8 y Ciro de 6, el regreso al continente americano cambió las cosas.
Ahora su camino parece ser el de dejar la estampa de “la esposa de”. Así lo demostró al aceptar su primera gran portada en una revista de Estados Unidos.
Como en otras tantas historias de amor en torno al ámbito futbolístico, las parejas de quienes corren la pelota se ven sumamente condicionadas por los contratos que cierran en cada rincón del planeta sus esposos. Así es como Antonela pasó de su Rosario natal, misma ciudad que Lionel, hacia Barcelona. Previo a esto había iniciado dos carreras universitarias: odontología y luego comunicación social, pero debió abandonar ambas para mudarse.
Aunque por años tuvo una faceta más ligada al rol de influencer, con acciones conocidas en fundaciones y siendo embajadora de organizaciones como Unicef y las Olimpíadas Especiales, todo indicaba que su actividad iba a estar más ligada a lo empresarial, hasta hizo inversiones con su amiga Sofía Balbi, esposa de Luis Suárez.
Todas estas acciones, además del impresionante crecimiento profesional de su marido, le dieron notoriedad pública para que años posteriores llegue a ser embajadora de firmas como Luis Vuitton, Gucci, Revolve, Guerlain, Freshly Cosmetics o Tiffany & Co, llegando a firmar extensos contratos.
Pero la llegada de Antonela a Miami le abrió puertas hacia el mundo de la moda, no ya como embajadora sino directamente como modelo. Es que también puede verse una notable transformación en su estilo, renovando ampliamente sus placares y posando tanto en redes, como también en algún que otro set, con prendas mucho más jugadas.
También cambió su rutina de maquillaje, animándose al rojo intenso en sus labios para contrastar el color negro en muchas de sus prendas. Así llegó a encabezar el último número de la revista estadounidense Haute Living, en la que se mostró elegante pero haciendo foco en su figura exuberante y empoderada.
En las páginas de esta portada, Antonela deja ver detalles de su vida privada, como aquellas aspiraciones que tenía de pequeña, muchas de ellas vinculadas a las carreras que dejó atrás por acompañar a Lionel: "Hoy me dedico a algo completamente diferente, pero si estoy segura de una cosa es de que siempre tenés que hacer lo que te haga más feliz".
Aunque en su cotidianidad, su rutina en la mayoría de los días es la de una familia normal, de forma sencilla y discreta, con las actividades de sus hijos y los momentos compartidos con su marido, su protagonismo sin dudas va in crescendo y la imponente ciudad de Miami es sin dudas un contexto ideal.
