"La neonatología nos cambió totalmente la vida", con esa frase y la voz entrecortada Sofía Elliot y Valentina Godfrid recuerdan los duros días que pasaron tras el nacimiento prematuro de su hijo Milo aquel 22 de febrero de 2023.
Durante meses, el bebé tuvo que permanecer internado y dentro de una incubadora. Fueron más de 70 días porque su estado de salud era delicado: tenía un peso muy bajo y también estaba comprometido su sistema respiratorio. A la par, ellas vivieron un proceso emocional fuerte, que hoy describen como una "montaña rusa".
"No estábamos preparadas para todo lo que iba a venir. Siento que el proceso de fertilidad en sí tiene muchos altibajos. Además de que estás hormonal, tenés un montón de altibajos que no te esperás", confiesa Valentina en medio de la producción para revista GENTE en este especial del Día de las Madre.
Hoy transitan un segundo intento para darle un hermanito a Milo y agrandar la familia. Aunque no ha sido tan fácil como quisieran, se muestran optimistas entre ellas y agradecen poder contar la una con la otra. "Lo que pasa es que uno busca como resultado llegar a tener un bebé, entonces todo está bastante idealizado en pro de lograr el objetivo, pero el camino es bastante duro y lo más difícil es cuando no llegás a la meta", considera Sofi.
-¿Qué fue lo más duro que vivieron mientras que Milo estuvo internado en neonatología ?
-Sofi: Basta con estar un día en neo, para entender tantas cosas. Es un mundo aparte, para lo que no estás preparada. Nadie te prepara para esa situación. Es de lo más duro que viví en mi vida. Dejar a Milo tres meses en manos de personas que en ese momento eran desconocidas fue durísimo. Dejar a tu hijo, pero entendiendo que es la única manera para que él viva, básicamente. Pero bueno, se supera, se habla. Teniendo la suerte de poder hacer terapia, y eso me acompañó a sortear el proceso y ser funcional a mi hijo y a mi esposa.
-Valen: La salud mental se te rompe en neo. Pero tuvimos ese privilegio de poder hacer terapia las dos. Eso es muy importante, y también que nos acompañó un equipo médico increíble en el Otamendi, terminan siendo familia para uno. Pero dejarlo internado el primer día, fue muy duro. Verlo a él lleno de tubos, sabiendo que iba a estar bien, porque lo sabíamos en el fondo del corazón, pero hay cosas que van cambiando cada tanto. No querés que te llamen a tu casa, pero tenés el teléfono ahí al lado. Era desesperante. Dejamos de hacer todo en nuestras vidas para estar en el sanatorio todo el día, y tuvimos mucha gente que nos bancó.
- Sofi: Nunca asociás un nacimiento a que le pueda pasar algo a tu bebé, porque lo asociás con todo bien, todo feliz. Y aparte, que de esas cosas no se habla, sobre la probabilidad de que un bebé pueda nacer con riesgo. No era algo que estaba contemplado en nuestra cabeza. Muchas veces me pasó de estar ahí y pensar: ¡esto no puede estar pasando!
- Valen: Estábamos festejando mi cumple, un 21 de febrero cuando Sofi rompió bolsa y a partir de ahí nos cambió la vida ¡faltaban tres meses para que él naciera! Fue algo totalmente inesperado.
- Sofi: Es una montaña rusa (se emociona).
- Valen: Aprendimos tanto, y nuestra relación creció tanto que después de eso. No nos tumba nada. Además del valor que tenemos hoy por la vida, por la vida de él. Todo es distinto ahora, la neo nos cambió completamente.
-Con todo lo duro que fue en su momento, están ahora en un nuevo intento, ¿cierto?
-Valen: Sí, acabámos de comenzar un proceso para agrandar la familia a cuatro. Yo voy a gestar en esta vuelta y a ver que Sofi quedó de entrada embarazada de Milo tras la transferencia, pensé que conmigo iba a pasar lo mismo y no fue así. Nuestra realidad fue así con nuestro primer hijo, entonces no lo tenía contemplado que fuera de otra manera. De hecho, me empecé a sentir como si estaba embarazada, las dos lo pensábamos y no pasó.
-Sofi: Después te das cuenta que las hormonas te producen la sensación de estar embarazada. Y para la cabeza también hace algo, no es gratis.
-Valen: Y la emocionalidad de todo eso en el momento. La salud mental.
-¿Cómo vivieron ese último negativo?
-Sofi: Hay un reel que subimos a Instagram que es terrible (risas). Realmente se ve mi cara.
-Valen: Si, qué expuestas, pero qué útil.
-Sofi: No me importa, porque me parece importante que en las redes sociales se vea todo y no que todo el tiempo todo es perfecto en el mundo. No es verdad, no es real. Las personas también vivimos cosas negativas, frustraciones y también son parte del día a día.
-Valen: A mí me pareció bueno compartir nuestro proceso y publicar ese video, porque de hecho mucha gente me escribió porque se sienten identificadas. Recuerdo que la noche anterior a la transferencia, yo me filmé diciendo que me iba a salir todo bien y estaba re emocionada, muy arriba, pensando que me salía. Y después ver ese negativo. Mucha gente agradeció que contara mi experiencia y nada, fue una forma también de mostrar que a veces simplemente las cosas no salen como uno espera.
-Sofi: Mucha gente se identificó con tu dolor.
-¿Cómo es ese camino de una mujer en tratamiento de fertilidad a puertas adentro? Lo que la gente no ve...
Valen: Lo vivimos lo más sano posible. Como somos nosotras. Hablando mucho, acompañándonos. Haciendo los duelos, pero entendiendo que no era para nosotras, y que no hubiese podido ser de ninguna otra manera. Pensar: "Esa transferencia no era para nosotras".
-Sofi: Siempre, además vos hiciste todo lo que estaba a tu alcance. Pusiste el cuerpo, te preparaste. Y ya después: es o no es. Lo difícil es eso, aceptar cuando no es.
-Valen: Y cada maternidad es un mundo. No se puede opinar sobre procesos ajenos, eso también aprendí un montón. Porque las personas a mí alrededor que habían hecho tratamiento me decían cosas y yo no me daba cuenta los altibajos que tenían, hasta ahora que lo estoy viviendo, lo entiendo y empatizo.
El nuevo desafío de Sofi y Valen como madres
-¿Qué diferencia encuentran en el proceso para tener a Milo que en esta nueva búsqueda?
-Sofi: Me acuerdo que el proceso de Milo, mi embarazo, fue muy duro. Tuve un embarazo complicado. Pero antes, durante el proceso de fertilidad traté de llevarlo de la mejor manera: No busco, no googleo, no quería saber estadísticas, ni las probabilidades que tenía de quedar o no embarazada. Porque es mucho peso, la presión sobre algo que no depende de vos. Son muchos factores aleatorios, que lo hace difícil.
-Valen: Sí, con Milo fuimos las dos más inconscientes, sin mucha información. Ahora tenemos mucha más experiencia y data.
-Sofi: El embarazo en sí no es fácil, quedar embarazada tampoco lo es. Muchas personas heterosexuales también están en el centro de fertilidad buscando tener a sus hijos, son procesos que no son fáciles.
-Valen: La diferencia es esa, que ahora estamos con más información, pero más tranquilas ¡Ya tenemos a Milo! que es un ser increíble. Entonces es pensar: si viene, viene, y si no pasa, ya vendrá. Es algo que vivimos todos los días de esa forma.
Los estereotipos de la sociedad por "la familia ideal" y el hate en redes sociales
-¿Sienten que de alguna manera enfrentan otro reto al tratarse de una familia de dos mamás?
-Valen: Sentimos que no hay demasiada información sobre determinados temas. Cuando nos casamos no habían casamiento de dos chicas en Argentina. Habían en Chile, en México y por ahí en España, pero no había acá. Y hoy pasa un poco lo mismo: cada familia es un mundo. Y que la familia es el amor, no lo que socialmente sea correcto o no.
-Sofi: Totalmente. Nosotras tratamos de redefinir qué es una familia.
-Valen: Además por qué hay una familia que sí y otras que no. Porque hay una sola manera en la cabeza socialmente: madre, padre, hijos, casa, perro ¡no es así! Nos hicieron creer eso. Hay una familia que es así y está buenísimo, pero hay una de millones, porque cada uno tiene derecho a formar su familia como quiere y como le parece. Maternar o paternar no tiene nada que ver ni con el ADN, ni con nada de eso. Por eso, estamos intentando redefinir un poco esos conceptos desde los lugares que vamos ocupando.
-Sofi: Y ahora es algo que vivimos en el colegio de Milo, es algo nuevo. Para mí es una nueva aventura (risas).
-¿Por qué? ¿Qué les pasó?
-Valen: Bueno, Milo arrancó el jardín por recomendación de la estimuladora. Si fuese por nosotros lo tendríamos en casa hasta los 18 (risas). Entonces nos pasó un poco esto de que nos identifican como: la mamá de Milo, y la otra mamá de Milo.
-Sofi: También hace poco en un cumpleaños una nena se me acercó y me dice: "¿Sos la mamá de Milo?"; y le respondo: "Sí, y la otra chica de allá". Me mira y me pregunta: "¿Cómo?"; y le explico: 'Sí, Milo tiene dos mamás'. Y sigue: "¿Y vos te separaste de su papá?". Entonces le digo: 'No, Milo no tiene papá. Tiene dos mamás", y se quedó mirándome y se fue a jugar al pelotero.
-Valen: Claro les da curiosidad pero no les importa, porque el prejuicio lo tienen son los adultos.
-Sofi: Además, ahí te das cuenta de la falta de visibilidad que hay en este sentido, con temas que se podrían tratar incluso a través de cuentos para los más chicos o dibujitos animados. Porque así tienen una referencia, sentirse identificados o no.
-¿Les ha tocado lidiar con comentarios en este sentido, por el estigma que hay aún sobre "la familia ideal"? ¿Cómo lo manejan?
-Valen: La verdad es que a estas alturas a nadie debería importarle tanto la vida ajena, no entiendo todavía por qué tenemos que seguir hablando de determinadas cosas que no tienen nada que ver con la gente. O por qué tengo que dar explicaciones sobre mi familia. Eso es algo que todavía no logro entender. Lo hago todo el tiempo e intento hacerlo de la mejor manera y con el mayor respeto porque estamos expuestas, pero cuesta un montón.
-Sofi: A mí me pasó que con Milo me despertó un instinto de extracuidado por su cerebro y por las cosas que le puedan llegar a decir. Siempre comunicamos desde el amor y la buena onda, pero ahora estoy mucho más atenta y alerta a todo lo que nos escriben.
-Valen: Sí, te entiendo perfecto. Y tratamos de pensar en que le vamos a dar a él todas las herramientas para que tenga una seguridad tremenda, increíble. Que sepa lo magnífico que es, para que cuando alguien en el futuro le diga algo, no le haga mal. Porque lamentablemente le van a decir cosas. Entonces eso, darle a él las herramientas y que nada lo muevo. Es lo que deseo y sueño lograr con él.
Fotos: Rocío Bustos
Retoque digital: Darío Alvarellos
Video: Rocío Bustos y Miranda Lucena Producción: Jazmín Ochoa
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