Freak-offs vs. White Parties: el lado oscuro de las celebraciones de Sean "Diddy" Combs – GENTE Online
 

Sean “Diddy” Combs: Qué diferencias hay entre las break-offs por las que denuncian al rapero y las “fiestas blancas” de los 2000

Diferencias entre las fiestas blancas y los break offs por los que denuncian a Diddy
"El Epstein de los famosos", en la mira: en esta nota desandamos cómo pudo haber usado su influencia en eventos exclusivos para desviar la atención de escándalos y delitos que ahora salen a la luz, revelando una red de abusos y complicidades.
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El polémico caso contra Sean “Diddy” Combs (54), que tiene a todo Hollywood en vilo, sin duda capturó la atención masiva debido a la gravedad de las acusaciones que giran en torno a las famosas “freak-offs”, las fiestas sexuales que fueron organizadas por Combs y en las que involucró drogas, manipulación y coerción sexual.

Las investigaciones en curso revelaron la existencia de una red de explotación sexual que operaba tanto en sus residencias en los Hamptons (Los Ángeles) y Miami, como en lujosos hoteles. Los fiscales han declarado que los encuentros en estas suites fueron "coercitivos y abusivos", y representan el núcleo del caso por tráfico sexual por el que se encuentra detenido desde el 16 de septiembre.

Aunque estas acusaciones distan de las icónicas White Parties (fiestas blancas) de los 2000, ambos escenarios dibujan un retrato complejo y en gran medida contrastante de la figura pública del magnate del hip-hop.

Las "fiestas blancas" de Diddy, "icónicas" en los 2000, habrían sido verdadera antesala de lo que plantean hoy las denuncias contra el rapero. En la foto, Leo DiCaprio aparece capturado bebiendo champagne. Una fuente allegada al actor, sostuvo que "no tiene nada que ver con lo que pasó".

Más allá de que lo que está en cuestión son las fiestas sexuales, muchos han dicho –como Justin Bieber le contó a Khloé Kardashian– que en las White parties, repletas de famosos, “a cierta hora estaban todos desnudos”. Además, el hecho de que estén tan inquietas figuras como Ashton Kutcher con que lo que pueda mencionar Diddy, termina poniendo en duda lo que realmente pasaba a puertas cerradas en estos otros encuentros VIP.

Las "white parties", por dentro: glamour, exclusividad y la imagen pública de Diddy en la mira

Las célebres White Parties (fiestas blancas), eran el evento del año en los 2000. Si no estabas invitado, básicamente no existías. Famosos de todo tipo hacían fila para estar en las listas de Diddy. Él mismo, en una entrevista, llegó a compararse con el personaje de Leonardo DiCaprio en The Great Gatsby.

Celebradas en sus propiedades de los Hamptons o Miami, reunían a la élite de la industria del entretenimiento, desde estrellas de cine, músicos hasta diseñadores de moda y modelos. Todos los asistentes estaban obligados a vestir de blanco, lo que otorgaba un aura de pureza y distinción visual que se convirtió en marca registrada de estos eventos.

Según fuentes como Vanity Fair y The New York Times, estas fiestas eran exhibiciones públicas de poder y riqueza. Estrellas como Jennifer Lopez, Jay-Z y Beyoncé eran invitados regulares, y las imágenes de la prensa mostraban un entorno lleno de lujo, champagne y celebraciones ostentosas.

Claro que la narrativa alrededor de Combs, que en esa época era un músico y empresario exitoso, ayudaba a construir su imagen como un anfitrión carismático e influyente. Todos querían una foto con él y estar en la lista era símbolo de pertenencia.

Otra postal de sus "fiestas blancas". A la fecha, Diddy lleva 20 días detenido en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, bajo los cargos de tráfico sexual, conspiración de crimen organizado y transporte para participar en prostitución.

Algunos famosos han contado que las fiestas tenían un ambiente de sofisticación, pero con el tiempo, las acusaciones recientes sobre los “freak offs” generan una perspectiva más oscura sobre lo que ocurría tras bambalinas. Mientras que los invitados se iban antes del amanecer, los rumores sobre la decadencia y los excesos nocturnos persistieron.

Mientras Diddy los consideraba “eventos de networking”, otros relatos sugieren que eran espacios de libertinaje. Además de que circularon fotos de Diddy lanzándole champagne a invitados desnudos y las declaraciones de Justin Bieber que confirman esto mismo, distintos participantes contaron que “cualquier cosa podía llegar a suceder”.

Un plano general de la última "fiesta blanca" organizada por Sean "Diddy" Combs con Ashton Kutcher, en Los Ángeles, en 2009. La lista inicial de estos famosos eventos tuvieron un límite de mil invitados y todos debían respetar el dresscode: vestir estrictamente de blanco.

Entre los eventos más importantes de la última fiesta que dio el rapero en 2009, se destacaron algunas escenas más que llamativas y que se replicaron en todos los medios de la época. Desde una serie de bailarinas dentro de globos gigantes que daban vueltas por los jardines y modelos que calzaban alas al estilo Victoria's Secret –que en ocasiones "deambulaban en topless"– a una de las imágenes más fotografiadas: Ashton Kutcher, co-anfitrión de Diddy de esta edición, hamacándose como Tarzán colgado de unas cadenas en las inmediaciones de la piscina.

Ashton Kutcher, retratado en la white party de 2009 en la que ofició como co-anfitrión. Ese fue el último evento en la historia de las célebres fiestas. ¿Más nombres famosos que solían asistir? Desde Donald Trump, Paris Hilton y Kim Kardashian a Sara Jessica Parker y Chris Brown.

Aunque al parecer no habría conexión directa con los escándalos actuales, estos eventos se analizan bajo una nueva perspectiva. Por otro lado, existen personajes que son clave, como Adria English, una bailarina y actriz de películas para adultos a quien Diddy habría contratado para estas fiestas. De hecho, en julio pasado, antes de que se desatara el escándalo masivo, lo acusó al raper por octava vez de haber traficado sexualmente con ella entre 2004 y 2009.

En su último testimonio de 114 páginas, Adria relata cómo era drogada, alcoholizada con éxtasis, y forzada a tener relaciones sexuales con los invitados, convirtiéndose en lo que ella misma describe como un "peón sexual".

Hace días, que Adria English comparte en sus redes distintos posteos pidiendo justicia. En uno de ellos, además de incluir su testimonio en distintas notas periodísticas, escribió: "Dios dice ahora: 'Soy solo tu ciervo en mi llamada'". Y remata: "Solo Dios puede juzgar al final".

En una de las demandas más gráficas, English cuenta que una de las peticiones más perturbadoras de Diddy fue que usara un vestido negro, para que los invitados supieran que estaba disponible para encuentros sexuales, por los cuales recibía pagos de mil dólares. English también denunció agresiones sexuales por parte de otros hombres durante las fiestas, mientras ella estaba inconsciente, y asegura que "Diddy lo permitió".

La go-go dancer Adria English en la edición 2004 de la fiesta de blanco de Diddy. Imagen gentileza TMZ.

Las "infames" freak-offs: Control, coerción y abuso detrás de las puertas cerradas

Según las denuncias, en las maratones sexuales organizadas por Diddy, las líneas entre lo consensuado y lo abusivo se borraban fácilmente. Con el aditivo de que eran filmadas en verdaderas puestas en escena, que incluían cámaras, luces y muchas veces voyeurs. Estas “fiestas” podían durar días, con el personal de limpieza entrando y saliendo. En la industria, ya se sabía cómo llamar a estos eventos: los famosos freak offs.

Para los fiscales, estos no eran simples encuentros sexuales. Se trataba de auténticos espectáculos de terror, donde las “actuaciones” implicaban tanto sexo forzado y drogas que los involucrados terminaban tan agotados que, según aseguran varios de los demandantes, necesitaban fluidos intravenosos para poder recuperarse. Luego, Diddy utilizaba los videos que había grabado como un arma para asegurarse de que nadie hablara.

Se alega que Diddy no solo organizaba estas fiestas con la ayuda de su personal, sino que también proporcionaba drogas como cocaína y metanfetaminas para facilitar la sumisión de los participantes. Tal como expresaron muchas de las víctimas, "no se atrevían ni siquiera a escapar de esas situaciones por temor a represalias". Además de que las personas involucradas eran forzadas a mantener sexo, eran utilizadas para satisfacer "los deseos más oscuros de las personas influyentes" que asistían a estos eventos.

Cassie, la ex novia del rapero, fue quien desató el escándalo con su denuncia en noviembre de 2023. Entre las evidencias, aportó un devastador video en el que el músico la golpeó en un hotel y la arrastró por los pasillos.

La cantante Cassie (Cassandra Ventura; su nombre real), quien fue pareja de Combs, fue una de las primeras en denunciar públicamente estos abusos. En su demanda de noviembre de 2023, ella detalló cómo Diddy la coaccionó para participar en estas fiestas sexuales, eventos que ella describió como "explotadores y traumatizantes"​, tal como relató a People.com. Y brindó como prueba de esos actos un devastador video que mostraba cómo el músico la golpeó y luego la arrastró de la ropa por los pasillos del Hotel InterContinental en Los Ángeles, en 2016.

Según el relato de la también modelo estadounidense, él le ordenaba "verter "excesivas cantidades de aceite sobre su cuerpo mientras la dirigía en cómo tocar a los trabajadores sexuales presentes, todo bajo su atenta mirada mientras filmaba y se masturbaba".

Recordemos que hace apenas días se supo de 120 denuncias nuevas contra Diddy fueron presentadas de modo colectivo. Al referirse a esas acusaciones, el equipo legal de Combs las catalogó de “circo mediático imprudente”. Mark Agnifilio, abogado del acusado, afirmó que Combs "niega categóricamente cualquier acusación de abuso sexual, incluyendo hacia menores", y destacó que su objetivo es demostrar su inocencia en los tribunales, donde “la verdad se establecerá a través de pruebas y no de especulaciones”.

En la cima del éxito de las white parties, el ex de J-Lo aseguraba: “Oirás hablar de mis fiestas. Las van a cerrar, probablemente me arrestarán y harán todo tipo de locuras solo porque queremos pasar un buen rato”.

En relación a las más de “1000 botellas de aceite para bebés” que, según los informes, los agentes federales encontraron en la residencia de Diddy en Miami, su letrado brindó una curiosa explicación. “No creo que fueran mil. Creo que fue mucho”, declaró en diálogo con New York Post. Y se refirió al consentimiento de las prácticas que se dieron en las fiestas: “Estos son adultos que consienten: no podemos ser tan puritanos en este país”.

Además de las botellas de aceite compradas en el mayorista Costco –la firma decidió dejar de vender el producto en todas sus tiendas–, las autoridades confirmaron que encontraron “materiales de bondage, cintas sexuales, cámaras ocultas y habitaciones diseñadas para actos sexuales”.

Jennifer Lopez y Aaliyah (1979-2001), presentes en una de las ediciones de las "fiestas blancas" de Sean Combs. Jessica Rosenbloom, una de las principales productoras des estos eventos, estimó a mediados de los 2000 que cada una había costado alrededor de un millón de dólares.

La palabra de los excolaboradores del rapper, también llamado “el Epstein de los famosos”

Son muchos los excolaboradores que han comenzado a romper el silencio sobre las prácticas abusivas que presuntamente se vivían en el entorno privado de Combs​. Además de sus denunciantes –entre ellos trabajadores sexuales, bailarinas y hasta personal de los hoteles que encubrían las oscuras situaciones y no dejaban rastros de las roturas en las suites–, personal que trabajó con Diddy habló sobre cómo se manejaba.

LaJoyce Brookshire, exejecutivo del sello discográfico del rapero (Bad Boy Records), hizo recientes declaraciones en The Downfall of Diddy: The Indictment, un documental producido por TMZ que explora el presunto abuso que infringía. El citado hombre, última persona que trabajó en su círculo íntimo, se refirió a lo que ocurría en las mentadas fiestas.

“Mi sentido arácnido siempre estuvo en alerta máxima. Y sé que no hay seguridad después de cierta hora”, dijo Brookshire. Y sumó lo corriente que era ver “gente drogándose en el baño y luego ver salir juntas a dos o tres personas”.

Septiembre de 2024. Los allanamientos a las propiedades de Combs mientras lo investigaban por presunto tráfico sexual.

¿Qué dijeron otros exempleados del magnate del rap? Durante su tiempo en compañías como Sean John y Blue Flame, los trabajadores fueron sometidos a comportamientos "erráticos" y situaciones de estrés extremo. Un exempleado, por ejemplo, afirmó haber sido despedido simplemente por expresar decepción durante una reunión cuando Diddy llegó tarde.

Otros mencionaron que las reacciones violentas de Diddy eran tan impredecibles que lo comparaban con "ladrillos que caían del cielo" cuando algo no le gustaba. Estas declaraciones han salido a la luz en paralelo a las acusaciones de violencia y abuso sexual contra su expareja, Cassie.

El 26 de febrero de 2024, Rodney "Lil Rod" Jones, ex camarógrafo y productor musical de Sean Combs, presentó una impactante acusación contra su antiguo jefe. Jones lo acusó de extorsión, agresión sexual y de haberlo obligado a participar en redes de tráfico sexual. Acompañó su denuncia con pruebas audiovisuales que respaldan sus declaraciones, aportando un testimonio clave en el creciente caso en contra del empresario.

Qué dijeron sobre la polémica desde Leo DiCaprio a Cuba Gooding Jr.  

Algunas figuras públicas han expresado su sorpresa ante las acusaciones. Por ejemplo, el actor Cuba Gooding Jr., mencionado en una demanda vinculada al caso, negó cualquier implicación y calificó las acusaciones como “difamatorias”.

Por su parte, una fuente allegada de Leo DiCaprio aseguró que los hechos que ocurrían en las “fiestas blancas” eran muy distintos a lo que se daba en los encuentros citados en las denuncias. Si bien el actor de Titanic reconoció haber asistido a las White parties en los 2000, aseguró a su entorno que no se trataba de eventos desenfrenados como los últimos que realizó Diddy.

“Leo fue a algunas de sus fiestas de principios de 2000, pero literalmente iba todo el mundo. No eran 'fiestas locas’, eran grandes fiestas en casas”, aseguró la fuente en cuestión al diario DailyMail.

"DiCaprio no está pensando en absoluto en el caso federal de Diddy, con el que no tiene nada que ver", declaró la defensa del actor, habitué durante años en las fiestas del rapper.

Además, la defensa del actor aclaró: “No tiene nada que ver con ese mundo, así que es ridículo que alguien suponga que se verá involucrado en esto basándose en unas cuantas fotos pixeladas que tienen más de 20 años”. Y agregó que es un tema que lo tiene sin cuidado a su representado: “Está centrado en su carrera y en el amor. No está pensando en absoluto en el caso federal de Diddy, con el que no tiene nada que ver”.

Por su parte, mientras Whoopi Goldberg calificó la demanda de 114 páginas contra Diddy como “extensa y perturbadora”, Moses “Shyne” Barrow, exprotegido de Diddy, compartió: “Aunque destruyó mi vida, ¿me alegro o me satisface lo que está pasando? En absoluto”.

Sin dudas, el caso pone sobre la mesa la disparidad entre la imagen pública y privada de las celebridades. Básicamente, el mismo poder que Diddy llegó a construir a partir de las white parties y toda su influencia en la industria pudieron haber sido utilizados para explotar y abusar de manera sistemática en sus turbios eventos programados y encubrir delitos a lo largo de los años. La siguiente audiencia del caso está programada para el miércoles 9 de octubre.

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