La prestigiosa marca británica Rolls-Royce ha logrado una nueva hazaña con la creación del Spectre Lunaflair, un modelo único y exclusivo, comisionado por un cliente prominente de los Estados Unidos. Inspirado en el impresionante fenómeno óptico del halo lunar, este automóvil captura la esencia de una de las maravillas visuales más etéreas de la naturaleza: el anillo de luz que rodea la luna cuando la luz se refracta a través de los cristales de hielo en las nubes cirrus a gran altitud.
Este fenómeno, conocido por su despliegue tecnicolor, sirvió como punto de partida para la creación de una pintura holográfica completamente a medida. Desarrollar esta pintura requirió más de un año de trabajo en el laboratorio de la marca.
El proceso incluyó la aplicación de siete capas de laca, entre las que se destaca un recubrimiento iridiscente que contiene partículas de magnesio y flúor de aluminio. Bajo condiciones de baja luz, el acabado emite un efecto metálico profundo, mientras que al ser expuesto al sol, explota en un despliegue vibrante de colores, reflejando fielmente el halo lunar.
Lo fascinante de este modelo no radica solo en la complejidad técnica detrás de su pintura, sino también en que esta creación es irrepetible. El Spectre Lunaflair es un auto único en el mundo, cuya pintura no será utilizada en ningún otro modelo, reservada exclusivamente para el cliente que la encargó. Este nivel de exclusividad refleja la habilidad de Rolls-Royce para combinar la innovación tecnológica con un arte sin precedentes en el sector automotriz.
El diseño del Spectre Lunaflair toma como inspiración el Phantom Syntopia, un modelo que presentó propiedades de cambio de color, pero con una estética más oscura. Sin embargo, el cliente del Spectre Lunaflair deseaba una versión más luminosa y celestial, lo que condujo al desarrollo de este acabado de pintura que rememora el brillo espectral de un halo lunar.
En el interior, el tema lunar continúa con una paleta de colores que abarca tonos de azul marino, blanco y rosa peonía, los cuales evocan las gamas cromáticas visibles en un halo lunar. Estas tonalidades adornan los asientos, las puertas y el icónico Starlight Headliner de Rolls-Royce, creando una atmósfera interior que refleja el exterior del vehículo. Incluso el volante, diseñado en dos tonos -azul marino por fuera y blanco ártico por dentro-, resalta la atención al detalle de esta obra maestra.
Este enfoque en la fusión de la belleza natural con la ingeniería avanzada posiciona al Spectre Lunaflair como un ejemplo más de la capacidad de Rolls-Royce para convertir la visión singular de un cliente en una realidad tangible. En palabras de Martina Starke, Jefa de Diseño Bespoke de Rolls-Royce: “Esta creación destaca el círculo virtuoso de la polinización creativa dentro de nuestras comisiones a medida, donde las ideas evolucionan y se refinan constantemente”.
La Spectre Lunaflair representa una verdadera obra de arte sobre ruedas, destinada a permanecer en la historia como una de las más exclusivas de la marca. A través de su brillante pintura holográfica y su diseño único, Rolls-Royce ha logrado captar la belleza etérea del halo lunar y trasladarla a un automóvil irrepetible.