Aquí no hay más divisiones de costa este vs. costa oeste, como en los viejos tiempos del rap estadounidense. Y tampoco existen “los amigos del campeón”. Desde hace unas semanas que el caso de Sean Diddy Combs, también conocido como P. Diddy y Puff Daddy, viene sumando fojas al expediente. Luego de que sus propiedades fueran allanadas, se inició una investigación en su contra por delitos de tráfico y abuso sexual.
Causa que desde el 16 de septiembre mantiene detenido al rapero de 54 años en una celda del Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, que ha sido considerada como un “infierno en la tierra”. Curiosamente, en esa misma sede cumple condena Ghislaine Maxwell, esposa del fallecido financista y magnate Jeffrey Epstein (1953-2019), ambos también acusados de tráfico sexual.
Las investigaciones federales en curso revelaron la existencia de una red de explotación sexual que operaba tanto en sus residencias en los Hamptons (Los Ángeles) y Miami, como en lujosos hoteles. Los fiscales han declarado que los encuentros en estas suites fueron "coercitivos y abusivos", y representan el núcleo de su caso por tráfico sexual.
Por su parte, los abogados de Diddy –a quien le negaron la libertad bajo fianza– insisten en que todas las relaciones fueron consensuadas. Sin embargo, las autoridades lo acusan de encabezar una organización criminal implicada en tráfico sexual, trabajo forzado, prostitución, secuestro, soborno, extorsión y obstrucción de la justicia.
Si es declarado culpable, Combs podría enfrentar una pena entre 15 años de prisión y cadena perpetua dependiendo de los cargos específicos y cómo avance el caso. Pero lo cierto es que el escándalo continúa escalando. 120 nuevas demandas presentadas recientemente de modo colectivo acusan al también productor y empresario de haber tenido “conducta sexual inapropiada”. 25 de los denunciantes eran menores al momento de los supuestos incidentes.
Así lo confirmó Tony Buzbee, el abogado que lidera estas denuncias, en una rueda de prensa este martes. Buzbee fue contundente: "Este es un tema serio, y no vamos a descansar hasta encontrar a todos los responsables" Mientras tanto, Diddy se ha declarado no culpable.
Según el letrado, los casos provienen de varios estados y muchos describen agresiones en las fiestas de Combs, donde la gente era obligada a beber para quedarse. "En el 90 % de los casos, las víctimas fueron drogadas, era su modus operandi", afirmó el abogado.
En qué consistían las “freak offs parties” que organizaba P. Diddy
Según las denuncias, en las maratones sexuales organizadas por Diddy, las líneas entre lo consensuado y lo abusivo se borraban fácilmente. Con el aditivo de que eran filmadas en verdaderas puestas en escena, que incluían cámaras, luces y muchas veces voyeurs. Estas “fiestas” podían durar días, con el personal de limpieza entrando y saliendo. En la industria, ya se sabía cómo llamar a estos eventos: los famosos freak offs.
Para los fiscales, estos no eran simples encuentros sexuales. Se trataba de auténticos espectáculos de terror, donde las “actuaciones” implicaban tanto sexo forzado y drogas que los involucrados terminaban tan agotados que, según aseguran varios de los demandantes, necesitaban fluidos intravenosos para poder recuperarse. Luego, Diddy utilizaba los videos que había grabado como un arma para asegurarse de que nadie hablara.
Además, cuando las cosas se salían de control, no solo encubría los daños a las habitaciones de hotel, sino también los destrozos físicos y emocionales en las personas que participaban.
Las “Freak Off Parties”, apodadas también como sus famosas White Parties (fiestas blancas), eran el evento del año en los 2000. Si no estabas invitado, básicamente no existías. Famosos de todo tipo hacían fila para estar en las listas de Diddy. Él mismo, en una entrevista, llegó a compararse con el personaje de Leonardo DiCaprio en The Great Gatsby. Pero ahora, con estas acusaciones expuestas, buena parte de Hollywood siente pavor con la idea de que Diddy los mencione. Es que muchos de los que asistían sabían lo que sucedía tras las puertas cerradas.
Entre las denunciantes está Adria English, quien fue contratada por Diddy para trabajar en estas fiestas. En su testimonio de 114 páginas, relata cómo era drogada, alcoholizada con éxtasis, y forzada a tener relaciones sexuales con los invitados, convirtiéndose en lo que ella misma describe como un "peón sexual".
En una de las demandas más gráficas, English cuenta que una de las peticiones más perturbadoras de Diddy fue que usara un vestido negro, para que los invitados supieran que estaba disponible para encuentros sexuales, por los cuales recibía pagos de mil dólares. English también denunció agresiones sexuales por parte de otros hombres durante las fiestas, mientras ella estaba inconsciente, y asegura que Diddy lo permitió.
Qué dijo la exnovia de Diddy, una de sus demandantes: “Trataba el encuentro forzado como un proyecto de arte personal"
La denuncia que Cassandra Ventura, también apodada Cassie, hizo en contra de su ex en noviembre de 2023 fue el puntapié para lo que seguiría. Tras poner fin a su relación con Combs en 2018, con gran valentía contó que fue víctima de violación luego de que el músico entrara por la fuerza en su casa. Según la denuncia de Cassie, todavía sufre las secuelas de ese abuso. Tal como relató, en su momento hasta debió ingresar a un centro de rehabilitación después de tener pensamientos suicidas relacionados con esos hechos.
La acusación federal parece resonar con las denuncias que Cassie hizo en su demanda civil del año pasado. La cantante y modelo estadounidense afirmó que Combs organizaba con frecuencia los llamados "freak offs" en lujosos hoteles por todo el país, obligándola a participar. Según su relato, él le ordenaba "verter "excesivas cantidades de aceite sobre su cuerpo mientras la dirigía en cómo tocar a los trabajadores sexuales presentes, todo bajo su atenta mirada mientras filmaba y se masturbaba".
"Lo trataba como un proyecto de arte personal", declaró la artista en su demanda, describiendo en detalle cómo Combs ajustaba cuidadosamente la iluminación de las velas para encuadrar los videos que él mismo grababa.
Uno de los elementos más impactantes en la audiencia de la semana pasada fue un durísimo video. En las imágenes, tomadas por las cámaras de seguridad del Hotel InterContinental en Los Ángeles en 2016, se ve a Combs agrediendo brutalmente a Cassie. El material, presentado como prueba de los métodos de fuerza, fraude y coacción en sus encuentros sexuales, muestra al rapero golpeándola, lanzándole un jarrón y luego arrastrándola por el pasillo. Una escena devastadora que refuerza la gravedad de las acusaciones.
Qué dijeron los famosos involucrados en las fiestas de Puff Daddy
Desde Ashton Kutcher hasta Usher, Nick Cannon y Damon Dash, cada uno tiene su propio relato sobre la figura de Puff Daddy, algunos con buenos recuerdos y otros marcados por el dolor.
Ashton Kutcher: "Está aterrorizado"
Según el Daily Mail, el actor está en estado de pánico, temiendo que Diddy lo mencione para salvarse. Después de años de amistad, Kutcher se siente traicionado y manipulado, especialmente tras haber colaborado en la organización de una de sus famosas “fiestas blancas”. “Diddy podría hacer caer a cualquiera para salir de la cárcel”, reveló un informante cercano a Kutcher. El temor es real: Kutcher cree que el rapero no dudará en mentir a las autoridades.
Usher recordó la locura de las fiestas que compartió a sus 13 años
En el programa de Howard Stern, Usher recordó las locuras de las fiestas de Diddy. A pesar de negar que se tratara de orgías, admitió que la experiencia fue "salvaje". Con solo 13 años, Usher se encontró inmerso en un estilo de vida al que no podía encontrar sentido, rodeado de íconos como The Notorious B.I.G. y Lil Kim. “Era curioso. No sabía cómo sentirme al respecto”, confesó.
En una entrevista que brindó en 2004 a Rolling Stone, Usher Raymond IV –ese su verdadero nombre– relató que Diddy lo introdujo a una serie de experiencias sexuales nuevas para él. En ese entonces, explicó: “El tema sexual es muy intenso en esta industria. Había chicas por todos lados. Abrías la puerta de una habitación y encontrabas gente haciéndolo, o varias personas en una orgía".
Nick Cannon respaldó a Cassandra, la ex de Diddy, pero aclaró que "es complejo"
Por su parte, Nick Cannon se pronunció sobre las graves acusaciones de Cassie, quien denunció a Diddy por violación y abuso durante su relación. “Es alguien que fue herida, que fue víctima”, dijo Cannon, aunque se cuestionó por qué no se está considerando la otra parte de la historia. “¿Qué pasa con Puff?”, planteó, dejando claro que la situación es más compleja de lo que parece.
La palabra de Diddy y más voces que se suman, entre el desconcierto y la preocupación por ser mencionados en la causa
¿Qué dijeron otras celebridades cercanas a Diddy? Kendra Wilkinson defendió su experiencia, aunque luego se disculpó por no haber captado la gravedad de las acusaciones. Rosie O'Donnell, en un tierno gesto, recordó cómo Diddy una vez compensó su rechazo a una fiesta, pero también expresó su preocupación ante los serios cargos de abuso y tráfico sexual que lo rodean.
Por su parte, el emprendedor Damon Dash se distanció, afirmando que nunca asistió a las fiestas, y los recuerdos que tiene son de un evento con Aaliyah hace más de dos décadas. Su declaración, como la de otros, refleja una mezcla de desconfianza y asombro por la situación en la que se encuentra Diddy ahora.
Tras el más de un centenar de nuevas acusaciones en Texas, el equipo legal de Combs rechazó las denuncias, calificándolas de "circo mediático imprudente". El abogado del rapero afirmó que Combs "niega categóricamente cualquier acusación de abuso sexual, incluyendo hacia menores", y destacó que su objetivo es demostrar su inocencia en los tribunales, donde "la verdad se establecerá a través de pruebas y no de especulaciones". Mientras tanto, el círculo se cierra cada vez más y las acusaciones siguen creciendo.
