“A Susana Giménez la amo”, dice Natalia Coppola. La confesión es más que eso, y lo demuestra con hechos. La hija del legendario Guillermo Coppola tiene un sinfín de historias que contar, y por supuesto no podía dejar de haber alguna que incluyera a la diva. Fiel al estilo de su padre, Nati narra con pasión cada anécdota, logrando concentrar la plena atención de quien tiene al frente.
“Los que conocemos a papá sabemos cómo es: se saca fotos con todo el mundo, no para a hablar... A veces le decía ‘basta, calmate, papá’. Más que nada cuando era más chica y la gente nos perseguía mientras estábamos con Maradona. Pero ojo, yo en un punto lo entiendo porque tengo mis fanatismos también… la mía es la Su”, confiesa a Revista GENTE.
La admiración era tal que Natalia le copió, para la fiesta de sus quince años, el vestido que Susana usó en su casamiento: “Me acerqué al atelier de Elsa Serrano y le pedí uno idéntico al que le había confeccionado. Se resistió un poco porque nada más y nada menos era una pieza que había usado Susana. Pero lo hizo casi igual. L a´unico diferencias fueron los moños: un detalle para que tuviera un aire distinto... Y la fiesta fue en el Roof Garden del Hotel Alvear, el mismo lugar en donde ella se casó (se tienda la hija de Guillote)”.
“Yo pedí entrar sola al salón. Así que cuando se abrió la puerta Susana empezó a los gritos. '¡Mi vestido! iMi vestido!', exclamaba. Fue genial. Se sorprendió, pero no se enojó”, cuenta.
Su infancia, marcada por la presencia de Diego Maradona
“Yo a Maradona le decía ‘te amo y te odio’. Lo que pasa es que mi papá elegía estar con él. Después reflexioné: 'Si lo eligió a Diego es porque lo quería mucho'. Y también me preguntaba, ya que lo amaba, ¿por qué no le dio una vela para el cumpleaños de 15 de Dalma? ‘Yo no corto ni pincho’, me contestaba papá cuando le planteaba este tema”, cuenta Natalia sobre esta figura tan icónica del mundo Coppola. Y advierte: “Tampoco quiero que con estas declaraciones se genere una situación de sensacionalismo, eh...”.
-¿Vos estabas celosa de esa relación de amistad de Guillermo y Diego?
-No. De hecho concedí una nota hace un tiempo en donde se dio a entender algo para el estilo, producto de la edición. Lo que quiero decir es que mi papá dejó de hacer muchas cosas por ese amor que tenía por Diego. Se lo eché en cara a él. Tendría que haber valorado a mi papá: lo amaba en las buenas y en las malas.
-¿Por qué siempre le fue tan fiel?
-Lo sigue siendo, a él y a su familia. Eso es lo que destaco de papá. Perdón, pero me cambia la voz cuando hablo de este tema.
Fotos: Diego García
Portada y retoque digital: Darío Alvarellos y Gustavo Ramírez
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