La reconocida empresa alemana Mansory, especializada en la personalización de autos de lujo, ha vuelto a hacer de las suyas. En esta ocasión, el taller ha decidido modificar la Ferrari Purosangue, el primer SUV del Cavallino Rampante, para transformarla en el Pugnator. Este modelo lleva la exclusividad y la excentricidad a un nivel completamente nuevo, combinando un diseño polémico con mejoras mecánicas.
El Pugnator no pasa desapercibido. Mansory ha optado por una pintura especial llamada Vermillion, un rojo metálico que resalta aún más las nuevas piezas adicionales en fibra de carbono forjada que cubren la carrocería. Este material, conocido por su ligereza y resistencia, se integra en diferentes zonas, como los paragolpes, las entradas y salidas de aire, y el difusor trasero.
Pero eso no es todo. El SUV modificado presenta un juego de llantas personalizado: de 22 pulgadas en la parte delantera y 23 pulgadas en la trasera, junto con unas salidas de escape verticales que, sin duda, son uno de los toques más llamativos de la modificación. Para coronar la estética agresiva, Mansory añadió un enorme alerón doble que completa el aspecto futurista del Pugnator.
Si el exterior ya es impactante, el interior no se queda atrás. Mansory ha optado por un tapizado de cuero blanco con detalles en rojo, lo que da una sensación de lujo absoluto. El volante bicolor incluye las luces para el cambio de marchas, mientras que los paneles de fibra de carbono, la pedalera de aluminio y las alfombras acolchadas refuerzan la opulencia. Aunque el diseño puede parecer excesivo para algunos, es innegable que Mansory sabe cómo crear un ambiente exclusivo.
El Pugnator no solo luce bien sino que también suena y se siente potente gracias al motor modificado, un V12 de 6.5 litros que eroga 755 CV y 730 Nm de torque. Para elevar el poder de la unidad motora, Mansory reprogramó la ECU y le agregó un nuevo sistema de escape, que hace que el V12 ruja con mayor intensidad, y convertidores catalíticos mejorados.
Hasta el momento, Mansory no ha revelado el precio del Pugnator, pero es seguro que este nivel de exclusividad y personalización vendrá con una cifra considerablemente alta. Como suele suceder con los trabajos de Mansory, este SUV no es para cualquiera; será un capricho para quienes puedan permitirse un lujo tan singular.
Al final del día, la estética y las modificaciones pueden generar opiniones divididas, pero lo cierto es que el Pugnator es una prueba más de que Mansory sigue empujando los límites del diseño y la ingeniería automotriz.