Si hay algo en lo que insisten desde el entorno de Aníbal Lotocki es que “nunca lo dejaron solo”, a pesar de los diversos rumores que hasta indicaron una supuesta crisis con Majo Favarón. Entretanto, a casi diez meses de su detención, el conocido cirujano de los famosos pasa sus días enfocado en “encontrar la libertad”.
Y es justamente su pareja uno de los principales puntales desde que el 18 de octubre de 2023 perdió la libertad, cuando la Sala IV de la Cámara Criminal y Correccional determinó que cumpliera prisión preventiva en el marco de la causa que lo investiga por el homicidio simple de su paciente Cristian Zárate, un empresario de Campana que falleció tras una cirugía que Lotocki le practicó en una clínica de Caballito en 2021.
En una entrevista con Revista GENTE, Majo Favarón revela que lo que le toca hoy “es estar fuerte” para poder acompañarlo y acercarle todo lo que necesita. Por lo general, cumple a rajatabla con las dos visitas semanales a la que puede acceder. En una de ellas, se acerca con los hijos más chicos de Lotocki.
“Me ocupo de que a él no le falte nada, lo que lleva mucho tiempo porque no es fácil. Yo a los hijos de Aníbal los llevo los domingos para que lo vean. Los busco en sus respectivas casas y los acompaño para que puedan seguir su vínculo con él. Con ellos guardo una muy buena relación: hago esa función de ‘mama luchona’ para que le sea más llevadero transitar este tiempo”, detalla ella.
Y se detiene al hablar de la nena, quien más entiende de los menores: “Con ella, que tiene 11 años, tenemos un diálogo muy claro para que pueda entender lo que pasó. Está en una edad en donde accede a la televisión y al celular, así que siempre quisimos aclararle a ella todo. Tiene muy en claro todo y cuenta con una supervisión psicológica permanente. Trato de decirle las cosas cómo son para que pueda sobrellevarlo", afirma Favarón.
Por su parte, afirma que "el nene, que tiene siete años, no entiende lo que pasó en la escuela (agresiones o comentarios sobre la situación de su padre cuando el caso tomó alta relevancia tras la muerte de Silvina Luna) y tampoco adónde lo llevo a ver al padre. Desde ese lado no hay problema porque lo recibe, juega, hay otros chicos y no se da cuenta. En lo que respecta al colegio, las cosas se resolvieron bien”.
Majo Favarón habló de los escraches a Aníbal Lotocki
Hace un año, cuando murió Silvina Luna, la casa familiar se transformó en un punto de encuentro para el repudio a la figura del médico. A la presencia mediática constante se le sumaban vecinos y expacientes que se acercaban para expresarse en su contra.
También se hicieron varias marchas. Una de ellas es más recordada porque unas horas después de su realización la encontró a Favarón enfurecida sacando los carteles que los asistentes habían colocado en la reja.
“Ahí vivíamos con los chicos, pero nos tuvimos que mudar. La nena preguntaba por lo que pasaba. El año pasado fue muy duro para nosotros y para la gente que la estaba pasando mal. La persecución y los ataques que recibimos hicieron que nos mudemos para resguardarnos. Haciendo un viaje para atrás y mirando todo eso me pregunto cómo soportamos sanos esas situaciones. Fueron muchos meses de estar todos los días en todos los canales. Nunca vi una persecución de esa índole”, reconoce en diálogo con Revista GENTE.
Majo Favarón habla de Silvina Luna y de Mariano Caprarola
Luego de afirmar que Lotocki “está preso por la presión de los medios” tras la muerte de Silvina Luna, su mujer sostiene que siempre se “apoyó en datos y expedientes” para defender a su pareja en las diversas intervenciones mediáticas.
“Quería resguardarme porque entiendo que éste es un mes especial. Lamento mucho lo sucedido, como lo podría hacer cualquier ser humano, pero a Aníbal lo vincularon directamente con el fallecimiento de Caprarola cuando se estaba operando en otro lado y fue sobreseído. Todo apuntaba hacia él”, indica.
“Lamento lo que pasó a Mariano, pero no se puede salir con liviandad a tratar de asesino a cualquiera. Con el caso de Silvina pasa lo mismo: no podemos culpar abiertamente cuando no hay pruebas. Yo elegía resguardarme porque cualquier gesto, ya sea de tristeza o una sonrisa, hace que yo sea juzgada. Y me parece que está mal. Creen que porque me sonrío no la paso mal. Le pongo el pecho a la situación que me toca vivir, lamento lo sucedido y nana de eso tiene que ver con que Aníbal o yo seamos responsables de lo que pasó”, cierra la esposa de Lotocki.
Fotos: Archivo Grupo Atlántida, Christian Beliera y material personal cedido por las víctimas.
Arte de portada: Darío Alvarellos
Dirección de video: Ramiro Palais
Video: Mailén Mascui