El dolor es una herida abierta en la vida de Fady, la mamá de Mariano Caprarola. La mujer tuvo que soportar a lo largo de sus 92 años varios duelos que la marcaron para siempre: el último fue el del asesor de moda, que murió el 17 de agosto del año pasado.
“Por Mariano necesito y deseo que se haga justicia con este señor que me generó tanto daño, sacándole la vida a uno de mis hijos. No le deseo maldad, pero sí que se haga justicia con la gente que operó, con aquel trabajo tan mal hecho”, afirma la mujer en una entrevista exclusiva con Revista GENTE.
Su nombre de pila es María Luisa Jack y sufrío su primer duelo de muy joven, a los 12 años, tras perder a su padre de un infarto de miocardio. Fue la primera vez que se enfrentó al shock de la muerte puesto que "se dio de un momento a otro".
Ya como mujer, le tocó despedir al gran amor de su vida, Bocha, su marido, cuando ella tenía 57 y Mariano 12. “Esa noche nos fuimos a dormir y supe lo que era perder a mi papá al segundo, porque se cayó y se murió -había recordado en su momento Mariano a GENTE-. Trabajaba en el diario Clarín y era un tipo muy querido. Ese día me sentí triste, pero a la vez orgulloso, porque fueron todos, desde la primera línea del diario hasta los que limpiaban baños y las bobinas. Ahí entendí qué gran padre que tuve”.
Un tiempo después, tras luchar contra un duro cáncer de pulmón, murió Alejandro, el hijo mayor de Fady, en 2017. “Cuando ocurrió, Mariano pasó a ocupar en mi vida un papel protagónico. Me cuidó como nadie cuidaría en la vida, se encargaba de todas las cosas a las que yo no llegaba con los tiempos, como por ejemplo, trámites y demás”, cuenta Fady.
“Una de mis amigas me preguntó por qué estaba tan triste con la muerte de Mariano, después de tanto tiempo, si con Alejandro no me había pasado vivir un duelo de esta forma. Lo que pasó con Ale es que yo estuve seis años acompañándolo con el cáncer de pulmón que tuvo. Sabía que no había solución. Con él éramos como un matrimonio: vivíamos juntos, ya que se había separado. Congeniábamos muy bien, de la misma forma en la que nos peleábamos. Era como mi marido”, explicó entre sonrisas.
Cómo recuerda Fady a Mariano Caprarola
“Yo tenía 42 años cuando nació Mariano. Nosotros teníamos una relación muy especial. Pero no te pienses que no había guerra gaucha. Así como nos llevábamos bien, me mandaba a la mierda. Pero venía enseguida y me pedía perdón. Era su forma de ser, la de un leonino”, recuerda su madre.
En el día a día “le gustaba comer de todo” y “no era exigente porque aceptaba lo que le hacía: a mí no me gustaba la cocina, pero la ejercí obligada por el amor”. De acuerdo con lo que cuenta Alejandra, la mujer que hoy esta a cargo del cuidado de Fady, algo que siempre pedía era pollo.
“Cuando era chico Mariano se disfrazaba, y simulaba hacer obras de teatro. Era la forma que encontraba para destacarse. Pero yo no lo veía. Lo hacía encerrado en su cuarto. Se armaba un escenario y actuaba. Desde pequeño le gustaba eso. Todo lo que hacia, lo hacía bien. En el día a día y en el trabajo: reemplazaba de forma perfecta a Horacio Cabak en la conducción de La jaula de la moda (Ciudad Magazine). Tenía capacidad para hacer todo”, manifiesta con orgullo.
"Mariano era un payaso… (risas) un ser normal al que le gustaba su trabajo. Se podía poner un corpiño, una bombacha, lo que le dieran. No le importaba. Era su forma de ser. Le gustaba el trabajo que tenía", agrega.
Y recuerda cuando se le pregunta cómo era como hijo: "Se preocupaba muchísimo por mí. Me perseguía, estaba muy atento a donde estaba yo. En la casa de San Isidro teníamos cámaras, y un día puse mi bolso con otras cosas arriba del sillón: descubrió espiando esa cámara que yo iba a Mar del Plata para verlo de sorpresa. No se perdía nada. Si hubiera sido al revés, que yo me iba antes que él, no sé si lo hubiera aguantado. Era como una obsesión lo que tenía conmigo", cierra Fady.