En Holanda no hubiesen dudado en decorar de color naranja hasta el último centímetro, pero en Argentina, cuna de Máxima Zorreguieta, su historia se cuenta de color albiceleste. Es por eso que al llegar a la Mansión del Four Seasons Hotel Buenos Aires los invitados caminaban por una alfombra celeste y recibían una escarapela con la leyenda "Primero argentina, después reina".
Pasando las escalinatas de mármol y el palaciego hall central del edificio de estilo francés en el que la mismísima Máxima Zorreguieta se alojó en más de una ocasión, ocurrieron los primeros saludos y se entrecruzaron cálidas miradas y abrazos elogiosos.
Mientras esto ocurría, en los costados del mismo espacio –en el que se servían jugos de naranja y de pomelo– varios invitados decidieron posar con los afiches y las gigantografías que mostraban escenas de 'Máxima', la esperada serie que cuenta la historia de Máxima Zorreguieta, la reina de Holanda, y que se va a estrenar el próximo 15 de agosto por Max.
Entre los presentes, también estuvieron los actores de 'Margarita', quienes se mostraron tan sonrientes como inseparables y no dudaron en acercarse a charlar con el elenco de 'Máxima' mientras varios de los presentes susurraban datos que aún no son de conocimiento público.
"Esa que ves ahí interpreta a Máxima de chica y, esa otra, a Máxima en su adolescencia", se escuchaba decir con relación a Olivia Mónaco y a Candela Saitta. Ambas jóvenes actrices, encantadas de la vida, disfrutaron su momento de estelaridad antes y después de la llegada de Delfina Chaves, la indudable protagonista de la noche.
Fue junto a ella que se acercaron al banner de prensa donde un grupo de paparazzi esperaba la oportunidad de captar los looks de una tarde que apenas estaba comenzando.
De fondo, cada tanto, una oleada de aplausos llegaba desde el salón contiguo, donde la orquesta 'Tango x Metro' estaba interpretando una seguidilla de canciones.
Delfina Chaves recibió el amor de sus familiares antes de enfrentar –con un poco de nervios– al público
Llegada al país hace no tantas horas, la argentina tuvo como invitados especiales del evento a su papá, Miguel Angel Chaves, y a su hermana, Paula Chaves, y no dudó en mostrarse súper feliz en su compañía.
El screening más esperado y las palabras de la protagonista
A las 18 hs –a una hora exacta de la citación– los presentes fueron invitados a pasar a una sala contigua en la que se dijeron algunas palabras antes de que se proyectara el primer capítulo de la apasionante serie.
Cuando le tocó el turno de hablar a Delfina, ella se paró delante de la pantalla, tomó el micrófono y exclamó "todos los que me conocen saben lo que yo disfruto hablar en público", provocando las risas de los presentes.
Vergüenza aparte, logró enfocarse en su objetivo y dijo: "Quiero decirles gracias a todos y a todas por estar acá. Sé que la serie genera mucha expectativa porque en todos estos meses me llegaron muchos mensajes de mucha gente que la está esperando. Y para mí es un orgullo inmenso llevar a Argentina, es decir, llevar mi cultura a otros países y que otros países tengan interés por nosotros y por nuestra historia. De más está decir que yo fui elegida porque soy argentina. Esa es la carta más poderosa que tenía y me enorgullece".
"Estuve trabajando en varios países con otros directores, guionistas y miembros del equipo técnico y no podía dejar de pensar en que Argentina no tiene nada que envidiarle a todo eso. Yo estoy muy orgullosa de haber crecido acá y deseo que les guste la serie que hicimos con tanto amor junto a Cande y a Oli, que hicieron unas Máximas fantásticas, y a un grupo inmenso de gente", desmenuzó con respecto a lo laboral.
Luego, mirando hacía la primera fila, deslizó: "Y gracias a mi papá que está acá y que ya vio las escenas eróticas pero por acompañarme las va a ver de nuevo".
Pasado el monólogo, confirmó la noticia de que la segunda temporada de 'Máxima' ya está confirmada y contestó un par de preguntas:
–Esta es una serie internacional que se filmó en diversos países e idiomas. ¿Cómo fue ese desafío?
–Absoluto. Por un lado, para mí trabajar en inglés fue muy complejo porque fue mi primera vez, y preparar el holandés fue algo enorme porque yo nunca en mi vida había afrontado un desafío tan grande. De hecho, cuando me mandaron los guiones y vi el monólogo que iba a ser en holandés, yo honestamente creí que me iban a doblar, que iban a poner una actriz holandesa que iba a hacer la voz por encima mío, ¡pero no!, me pusieron una coach de holandés y empecé a prepararlo y yo no entendía cómo ellos esperaban que yo haga eso. Es un monólogo de tres páginas en holandés que está al final de la serie, con unos sonidos que mi boca no sabía hacer y mi cerebro mandaba la señal, pero mi boca no la recibía. Así que fue un gran desafío.
–¿Por qué tiene que ver la serie el público argentino?
–Yo descubrí muchísimas cosas leyendo el guión sobre la vida de ella, sobre cosas que pasaron puertas para adentro. Bueno, el momento donde Máxima conoce a la Reina de Países Bajos no deja de ser Máxima conociendo a su suegra, y me parece que esos momentos son muy interesantes, porque se conocen cosas que no se sabían, y está buenísimo.
¡Tea time!
Scones, chipas, medialunas, croissants de almendras, macarons de frutos rojos, madeleines de almendras con frambuesas, cookies rellenas de chocolate y dulce de leche, tarteletas de frutas de estación, pirineos con dulce de leche y merengue, budines y una variedad de sándwiches (entre ellos, de jamón crudo y tomate, de pavita con endivias y queso crema y de salmón ahumado y huevos) fueron creación de Soledad Gamberoni, la famosa pastelera que está a cargo de Dolce Morte, el famoso lado dulce de Elena, el restaurante más prestigioso del Four Seasons Hotel Buenos Aires.
Delfina se sentó a la izquierda de su papá y justo frente a su hermana. A su alrededor, otros amigos y colegas se fueron instalando mientras ella no dejaba de sorprenderse con la locura de mensajes y tags que le llegaban a través de su celular.
Todos los looks del té que se celebró en la Mansión del Four Seasons
Fotos: Rocío Bustos y K.A.
Video: Candela Casares
Agradecemos a Agustina Bettini y a Max