En medio del regreso de varios jugadores luego de salir campeones de la Copa América, Carolina Calvagni, la esposa de Nicolás Tagliafico, brindó una entrevista en la que reveló intimidades de su historia de amor, y particularmente uno de los momentos más lindos que vivieron como pareja: la propuesta de casamiento.
En una charla con Sofi Martínez para Urbana Play, la esposa del campeón mundial contó detalles de cómo un viaje de vacaciones en el 2020 terminó siendo la ocasión en la que recibió la tan esperada propuesta de matrimonio. Aunque el civil lo realizaron en el 2021, la joven pareja esperó hasta el 2022, después del mítico triunfo en el Mundial, para llevar a cabo la boda con fiesta.
“Debo admitir que tuve la propuesta soñada. Él se encargó de todo para hacerla. Fue después de la Copa América, nos fuimos de vacaciones a Maldivas”, comenzó describiendo, para ubicar que el jugador pensó todo en un destino soñado con playas.
Al llegar al hotel, con quienes Tagliafico se había contactado previamente para llevar a cabo la propuesta, le ofrecieron a la pareja disfrutar de un evento al atardecer, una supuesta experiencia que ofrecían en el lugar a los recién llegados.
“Casualmente nos ofrecen ir al atardecer a tipo una experiencia, que nos teníamos que lookear, todo. Nos llevan al lugar con los ojos vendados…”, detalló Carolina, creyendo en ese momento que su esposo se encontraba junto a ella de la misma forma. “Yo creyendo que los dos íbamos con los ojos tapados y él ya se había sacado la venda hace rato. Me lleva de la mano, a la playa, de repente me sacan la venda y tengo adelante a Nico de rodillas con el atardecer de fondo, la playa, fue espectacular”, reveló con emoción.
Cómo se conocieron Nico Tagliafico y Caro Calvagni: de un mensaje a Facebook a la primera cita
La historia de amor de Nicolás Tagliafico y Carolina Calvagni comenzó en el año 2014, cuando una amiga de la madre de ella le sugirió comenzar a seguir en las redes sociales al entonces jugador del Club Atlético Banfield. Él oriundo de Rafael Calzada y ella Monte Grande, dos localidades de la provincia de Buenos Aires, era corta la distancia que los separaba antes de conocerse.
“Lo conocí por intermedio de una amiga de mi mamá, llamada Yami. Yo estaba de vacaciones de la facultad, tenía 18 años, estudiaba despachante de Aduana. Una tarde mi mamá me dice para tomar unos mates con Yami, y ella fue quien me dice: ‘sabes que hay un chico que me parece tan bueno, tan lindo. ¿por qué no lo seguís en Facebook?’”, describió Caro sobre el comienzo de esta historia.
De ese comienzo de forma virtual, que duró varios días en los que charlaban seguido, pasaron a una primera cita pero que lejos estuvo de ser un momento tenso: “Duró un tiempo hasta que concretamos el primer encuentro, que también fue muy prolijo porque me invitó a almorzar después de un entrenamiento. Habíamos hablado tanto anteriormente que la cita fluyó mucho. No era como la tensión de la primera cita. Y a partir de ahí, desde ese entonces, nunca más nos separamos”.