La Selección Argentina se enfrentará hoy con un difícil rival de la Copa América: Colombia. El equipo cuenta con uno de los centrocampistas más destacados y el orgullo de portar la camiseta número 10: James David Rodríguez Rubio (32).
¿Quién es este jugador al que ahora algunos llaman "El Messi colombiano"? James Rodríguez es oriundo de Cúcuta y desde muy pequeño supo que su destino estaba tras la pelota. Su padre, Wilson James Rodríguez Badoya, era jugador profesional en su ciudad natal y al ver el primer debut de su hijo aseguró que el talento estaba “en la sangre”.
Sin embargo, fue gracias a la insistencia de su madre, quien lo llevaba a jugar a Ibagué, una ciudad del oeste de Colombia, que terminó debutando en 2006 en el Envigado Fútbol Club. Esto ocurrió después de que su madre rechazara ofertas de pesos pesados como Atlético Nacional e Independiente de Medellín.
A pesar de que esta noche James Rodríguez se enfrente a la Argentina como un gran rival, lo cierto es que tiene un gran aprecio por nuestro país, que se convirtió en su primer destino internacional. El emblemático Club Atlético Banfield de Argentina convenció al prometedor James y éste se convirtió en su primer fichaje internacional. Debutó con 17 años en febrero de 2009, ayudando al club en el campeonato local y brillando en la Copa Libertadores, donde marcó cinco goles.
Esta etapa también fue una de las más duras para el deportista, según ha recordado en distintas entrevistas. “En aquellos días no había mucho dinero, así que cuando hablaba con mis padres era solo por un minuto”, confesó.
Gracias a su actuación en Argentina por, el F.C. Porto lo fichó por 5,1 millones de euros en 2010, debutando contra el Preussen Münster. Desde entonces su carrera siguió creciendo y creciendo, pasando por equipos como el Real Madrid y el Bayern Múnich.
Durante la semifinal de Colombia y Uruguay James se emocionó por el desempeño de sus compañeros que después de 23 años lograron posicionar a su país como uno de los mejores del continente. “Los chicos han defendido, han entrado bien, el partido se puso muy complicado. Un rival duro y una merecida final. Llevo casi trece años aquí, queriendo mucho esto. Estamos felices”, reconoció con alegría en sus ojos.
“Es duro, pero cuando uno es feliz, como lo soy acá, es todo mucho más fácil. Estamos pasando por un buen momento, el domingo va a ser una final dura, pero tenemos hambre y eso es lo más importante”, remarcó sobre la final en la que lo daran todo.