Tamara Paganini estuvo de invitada en el programa Noche al Dente (América), donde en un mano a mano con el conductor, Fer Dente, contó detalles de su paso por la edición 2001 de Gran Hermano, lo difícil que fue la salida de la casa y las comparaciones con el presente del reality.
Allí fue que, ante la consulta sobre si vivió alguna situación violenta, Tamara sorprendió con sus declaraciones comparándose con Juliana "Furia" Scaglione: “Sí... bueno, viste que a Furia le dicen 'violenta, violenta', yo le metí un cabezazo a uno adentro de la casa. Le dejé una semana un chichón en la cabeza. Porque se zarpó, tocó mis partes íntimas”.
Al respecto detalló que hubo posibilidades de sanciones: “Y bueno me llamaron al confesionario... eso desde el 2001 hasta el día de hoy, la violencia física está totalmente prohibida y me dijeron que esto iba a una sanción y demás. Le dije 'hacé lo que tengas que hacer, si tuviera que hacerlo de nuevo, lo volvería a hacer, echame, hacé lo que quieras'. Pero yo era la frutilla del postre, no me iban a echar”.
Al igual que muchos de los jugadores que pasaron por esta última edición, que en momentos tuvieron deseos de abandonar la competencia, Tamara contó qué le decían para no retirarse: “Mi punto débil era... hubo un par de veces que yo me quise ir y me tocaron por el lado de abandonar a mis viejos, porque mi meta era ganar una casa para ellos”.
El choque de Tamara Paganini con el afuera de la casa de Gran Hermano
Tal y como en esta última edición de Gran Hermano, la salida de cada uno de los participantes se ve atravesada por un proceso de adaptación para reinsertarse a la sociedad con los cambios que pudieron haberse generado por el reality, en la edición del 2001 también se vivió ese choque de los participantes con lo que pasaba en el afuera.
Al respecto, Tamara Paganini aseguró que se sorprendió profundamente con lo que se encontró: “Nunca imaginé que hablar tan sin pelos en la lengua iba a generar en la calle tanto odio. Cuando salí de Gran Hermano conocí realmente lo que es la maldad. Era todo ataque. Ver lo que decían en los medios de mí. Todos los programas de chimento que me daban porque yo bailaba en un boliche. Decían que yo salía con empresarios, que tenía un porsche, que me vestía con tapados de piel y que me venían a buscar en limousine... yo apenas podía viajar en colectivo”.
“Yo en principio quise darle batalla, defenderme, pero era como mucho. No era como 2 o 3 personas por día que me gritaban barbaridades o que me tiraban piedras. Era mucha gente, mucha, todos los días. No solo a mí, a mis familiares también los han atacado. Amigos, solo por estar vinculados a mí”, describió la bailarina y ex jugadora.
