La travesía de Mau y Ricky en Hotel Caracas: el regreso a Venezuela y la conexión con María Becerra – GENTE Online
 

Mau y Ricky: “Ya no pensamos en hacer hits, sino en crear desde el corazón”

Los hermanos revelan la profunda transformación que sintieron cuando entendieron que “tener un propósito es más importante que llegar a la meta”. Más sinceros que nunca, hablan sobre las lecciones que aprendieron, el engaño de las métricas, la ansiedad, lo más complejo de ser “hijos de” (Ricardo Montaner) y su emocionante regreso a Venezuela.   
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Más maduros pero igual de desfachatados que siempre. Mau y Ricky llegan de comer una entraña muy a punto que casi arruina uno de sus uniformes de su etapa Hotel Caracas, su tercer álbum de estudio. Pero nada que no se pueda solucionar bien a lo argentino, con un repasador húmedo con agua tibia.

Antes de arrancar, en pleno back, no falta el café de especialidad para Mau, ni las reproducciones de un video que los hace estallar de risa. En la imagen, en pleno vivo en Olga, ambos se bajan de la camioneta para saltar como chicos uniéndose a un grupo de fans.

Protagonista de la tapa de GENTE de esta semana, el dúo venezolano Mau y Ricky desnuda su pasada obsesión por las métricas y celebra la vuelta a su esencia.

En un mano a mano exclusivo con GENTE, los hermanos Montaner –que llegaron al país sólo por una semana para compartir su vuelta a las raíces con sus fans– reflexionan sobre la trampa de tener que ser siempre número uno. Como nunca, hablan sobre ansiedad, lo más complejo del mote de ser "hijos de" y del que camino que transitaron para poder hacer lo que más les gusta sin presiones.

El síndrome del tercer disco y su profunda transformación: "Volvimos a crear por amor a la música"

–¿Cómo fue el viaje de hacer este tercer disco? ¿Un verdadero antes y un después?

Ricky: –Efectivamente. Yo lo he vivido esto como un antes y un después para nuestra carrera creativa, sin lugar a dudas. Fue el álbum que más hemos disfrutado hacer de todos porque por varios motivos.

Uno, yo no sé si es la edad o qué, pero uno empieza a entender también que uno pasa mucho tiempo diseñando el destino y la meta, pero también es importante diseñar el proceso. Uno también quiere pasarlo bien ahí, entonces no sólo estamos orgullosos del producto final. El camino fue increíble y lo hicimos junto a muchos amigos.

Sin sentir la presión de “pero si hago esto, capaz no funciona”. Nos quitamos todas las presiones que uno se va metiendo en la cabeza pensando que hay que seguir ciertos patrones. Y volvimos a tener esa curiosidad que siempre tuvimos al comienzo de nuestra carrera, esto de querer hacer algo que nunca se había hecho antes.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
“Volvimos a crear sin sentir la presión de perseguir lo que funciona”, aseguran Mau y Ricky Montaner.

–Muchos hablan del “síndrome del tercer disco”. En el segundo tal vez se espera que un artista confirme la promesa del debut. Pero el tercero es otra cosa.  

Mau: –Y este álbum empezó sin ser un álbum. Muy al comienzo del proceso, acababa de dar a luz mi mujer (Sara Escobar) y yo estaba como en plan cuarentena con mi chamo (su hijo Apolo), y Ricky ya estaba fastidiado de esperar que terminara ese tiempo sin hacer nada.

Así que me cuenta que se va a Los Ángeles a escribir con JP Saxe y con Malay (conocido por su trabajo con Frank Ocean, Lorde y Fletcher). Y le dije: “dale, bro, luego me cuentas qué tal te va”. Regresó de allá con dos canciones muy importantes para este cambio, porque fueron las que marcaron un antes y un después en el sonido de Mau y Ricky.

Entonces cuando lo escucho digo: “Hay que seguir persiguiendo esto que siento que es nuevo para nosotros”. Ahí comenzó oficialmente el disco, porque Ricky empezó simplemente por diversión y por amor a la música.

Ricky: –Porque en teoría teníamos un disco listo por salir, que era Desgenerados Mixtape. Ese era nuestro último compromiso con nuestra casa disquera anterior, entonces sabíamos que tenía que salir. Por eso creamos sin presiones ni ningún tipo de expectativa. Empezó todo el gusto por “qué rico hacer un disco” y “amaría hacer una canción con tal acordes”… Y eso es lo cool.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
“Ser ‘hijos de’ sólo fue un peso en la búsqueda de nuestra identidad”, sostienen los hermanos sobre cómo fue crecer con la sombra del éxito de su padre, Ricardo Montaner.

–¿Sienten que lo tenían un poquito olvidado?

Mau: –Mira, más que olvidado creo que es que como uno pasa tanto tiempo tan ocupado que el foco cambia. A veces uno empieza a pensar que la cosa es hacer la música y comunicarla como nosotros sintamos que mejor se comunica.

Ricky: –Hoy estamos más metidos en todos los procesos porque estamos defendiendo una cosa que hicimos por amor. Entonces creés tanto que te da igual si la vaina realmente funciona o no, comercialmente hablando.

De la ansiedad a la reflexión sobre la trampa de las métricas en la que caen todos los artistas

–¿Digamos que antes los tenían más preocupados los resultados que el camino?

Ricky: –Mirá. Yo me podía meter en el estudio y pensaba: “Esto va a ser el nuevo hitazo de la discoteca”. Y lo creaba desde ese lado. Y cuando lo sacás tal vez no suena en todas las discotecas como pensaste. Ahí te das cuenta de que perdió el sentido por el cual creaste eso.

Si pensás que es un resultado que no alcanzaste, ya pierde valor. Entonces cuando estás creando desde el lugar de “esto es lo mejor que he hecho, aunque le vaya mal no deja de ser increíble”, es otra cosa. Si a la gente no le gustara, lo estaría defendiendo igual porque creo mucho en el proyecto. Antes uno tenía en mente: “Esto va a ser número uno en todos lados”.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
"Empecé a ver la vida a través del lente del propósito, que es algo mucho más pleno y gratificante. Estás en calma y en paz. Todo lo contrario a cuando uno vive la vida a través del ego, porque éste siempre te está queriendo pedir más y es insaciable", asegura Mau.

–¿La industria en sí es cruel en ese sentido? Ponderando la idea de que todo el tiempo tenés que ser el más escuchado, el primero en todas las plataformas… ser el rey de las métricas.

Ricky: –El problema fuimos nosotros mismos. El artista se encargó de cagarse en la misma carrera cuando por necesedad también hay falta de contenido. Cuando hacemos vainas para empezar a celebrar los números. Entonces el problema es cuando empezás a “roncar” eso de “salí con diez millones, salí con once millones, soy el artista número uno”.

Porque cuando dejas de ser el número uno, ya no tienes identidad, ya que la basaste en las métricas. Entonces te sentís perdido. Nosotros en 2018, 2019, teníamos diez canciones en el Top 20 de canciones de Billboard en Estados Unidos, hitazo tras hitazo. Es un éxtasis increíble y después te das cuenta que pasan dos meses, ese ciclo ya pasó, y estás viendo de nuevo cómo hacemos para estar otra vez en esa vaina.

Y es una ansiedad que no para. Y te dices: “Yo también jugué ese juego”. Porque cuando estaba ahí también pensaba en cuántos millones de personas nos escuchaban. El cambio fue estar en el estudio con mi hermano diciendo cosas como: “Esto es lo más lindo que hemos hecho” o “nadie lo hubiera hecho de esta manera”… Cuando empezás a crear desde la curiosidad yo siento que es todo más chévere.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
Hotel Caracas, el tercer álbum del dúo incluye colaboraciones ocultas, entre ellas, la de María Becerra, que admiten en esta entrevista.

El regreso a Venezuela, que tanto temor les generó: "Un productor nos dijo 'ojo que pueden no estar esperándolos'"

–Y cuánto tuvo que ver también que haya sido en su tierra, en Venezuela, esta vuelta de los orígenes, a reencontrarse con la esencia creativa?

Mau: –Siento que los tiempos de Dios fueron perfectos porque

todo se dio para que justo en este momento nosotros viviéramos ese regreso. Creo que este disco fue la razón por la que nos atrevimos a volver a nuestro país. La verdad que hemos estado con mucho miedo de volver por muchos sentidos.  

–¿Por qué miedo?

Mau: –Porque yo me fui por un tema de seguridad, entonces no regresábamos por miedo a estar en peligro. Eso por un lado. Pero también el miedo de volver a ser aceptados. No sabíamos si a la gente allá le importábamos o si se sentía orgullosa de quiénes éramos como artistas.

Ricky: –Nos daba un poquito de miedo volver y reencontrarnos con algo que no queríamos o esperábamos. Era temor a enfrentar el monstruo de veinte años germinándose.

–Y ustedes viendo todo un poco lejos también, tantos años radicados en Miami…

Mau: –Y… nos encontrábamos con todos los paisanos afuera, pero siempre teníamos esa necesidad de volver y confirmar con nuestros propios ojos si la gente de nuestro país nos sentía parte de ellos. Más que nada porque nos fuimos a una edad súper clave, también, donde el sentido de pertenencia o identidad se está desarrollando.

¿Sabés que nos pasaba? Te sientes muy gringo para ellos y muy latinos para los gringos. Siempre como un pez fuera del agua. Y si lo piensas, nuestra música también pegó cuando ya llevábamos mucho tiempo en Estados Unidos. Entonces hasta dudabas de si la gente sabía que somos venezolanos.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
Mau y Ricky reconocen que a su padre, Ricardo Montaner, no le gusta todo lo que hacen. "No le gustan las malas palabras. Pasó con Desconocidos, que quería que cambiáramos la letra. Pero no lo hicimos y al final funcionó. Por más que te digan las cosas con amor, hay que tener la suficiente convicción artística para defender lo que uno hace", asegura el dúo.

–¿Y cómo los hicieron sentir en su recibimiento?

Mau: –Fue de mucho llanto.

Ricky: –Fue muy emocionante, como dice Mau. Porque además cuando estábamos haciendo la preproducción para la parte de los videos en Venezuela el productor nos advirtió: “Miren que esto no es México, no es Argentina… No piensen que ahí la gente los estará esperando”.

Pero desde que nos bajamos del avión sentimos un shock enorme. No podíamos creer que la gente estuviera en el aeropuerto. Y nos sentimos en casa, porque incluso no fueron sólo los fans, también la gente que estaba recogiendo las maletas en el aeropuerto.

Eso nos dio la seguridad para representar el álbum no solamente como Mau y Ricky, sino como artistas venezolanos. Si bien es cierto que siempre nos sentimos así, pensábamos que la gente decía: “Ay, miralos a éstos, qué se hacen”.

La verdad que nos sentimos más orgullosos que el carajo de ser venezolanos. Por más que atraviese un momento difícil desde hace mucho tiempo no deja de ser uno de los países más hermosos del mundo.

Mau: –Y esa es la parte que, de alguna manera, quisimos resaltar en los videos: recordarle a la gente que hay que sentirse orgullosos de donde venimos.

–También hicieron un recorrido por todo el país con estos videoclips en los que también participó su padre (Ricardo Montaner) como chofer del bus. ¿Qué dice acerca de esta etapa de cambio suya?

Ricky: –Yo creo que le gusta.

–¿Le creemos? Porque tal vez como padre le gusta todo…

Ricky: –No, no… porque hay canciones mías que no le gustan.  

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
"Queríamos que los fans tuvieran una marca visual durante la temporada de Hotel Caracas. Y que de aquí a veinte años puedan decir, “¿se acuerdan cuando se ponían los trajes con los shorts?” (Mau y Ricky)

"A papá no le gusta todo lo que hacemos", asegura el dúo

–¿Qué es lo que no le gusta?

Ricky: –Me dice “esta no”. Básicamente porque tiene malas palabras. Si considera que es grosero, no le gusta. Bueno, ¿te cuento algo más? Él quería que cambiáramos la letra de Desconocidos, por ejemplo.

–¿En serio?

Ricky: –Sí. Dijo: “Yo creo que la van a pelar (fallar) al poner esa palabra”. (N.d.R: en la letra dicen “la cagamos”). Y al final funcionó. Pero eso es lo que te enseña que por más que alguien te diga algo con amor, hay que tener la suficiente convicción artística de decir: “Esto es lo que yo siento, lo más genuino y lo que quiero comunicar ahora”.

Mau: –Es que es muy distinto a cómo mi papá empezó y los tiempos también cambiaron. Y hay que respetar las maneras en que cada uno quiere enfocarse a comunicar, tal como lo sientes en tu corazón.

–El disenso, además, está presente en todas las familias.

Ricky: –Tal cual. Sin dudas, hace rato nos dimos cuenta de que esto es un camino que uno recorre y que, por más que te acompañe la familia, uno tiene que enfrentar las cosas solo.

Mau: –Y la verdad es lindo ver que, hoy en día, uno hace cosas que afectan positivamente, incluso la carrera de mi papá. La decisión de volver a Venezuela no sólo sanó cosas en nosotros, sino también la vida de mi papá y la familia entera.

–¿Cómo fue la reacción de ellos a parte de este regreso?

Ricky: –Al principio no les gustó nada y no sabían que íbamos a ir. Se enteraron dos días antes de que empezáramos el viaje. Pero fue tan positivo el impacto que nuestro padre terminó volviendo.  

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
"Nos daba un poquito de miedo volver a Venezuela y reencontrarnos con algo que no queríamos o esperábamos. Era temor a enfrentar el monstruo de veinte años germinándose", sostienen los hermanos, que radicados desde hace tiempo en Miami siempre se sintieron "muy gringos" para su tierra.

–Regresó para hacer el video (Muriendo de miedo) con ustedes, ¿verdad?

Mau: –Claro. También fue hasta allí porque aparte de los videos hicimos un documental que retrata cómo es la parte humana del regreso a Venezuela, de todo lo que se sintió. Y es como una pieza migratoria.

Ricky: –También fuimos a la casa donde nos criamos… ¡Todo eso vivimos!

La vuelta al hogar de su infancia, el peso de ser "hijos de" y la búsqueda de su identidad

–Muchas emociones. ¿Cómo era ese hogar de la infancia?

Ricky: –Espectacular. Una casa hermosa en una quebrada en la montaña. Y bueno, ahora que volvimos la vimos abandonada. Así que la gente va a poder ver esa reacción en el documental y el regreso de nuestro padre a Maracaibo, que tenía más de doce años sin ir.

Estando ahí nos dio todo el tour por la ciudad y fue una experiencia hermosa. Antes de que se fuera, camino al aeropuerto, grabamos la última escena del video. Paramos en la carretera para rodarla.  

–¿Sufrieron realmente el peso de ser hijo de Ricardo?

Mau: –No es que de repente naces y tienes todas las respuestas. Uno va aprendiendo de a poquito a manejar la vida, seas “hijo de” o cualquier persona. En nuestro caso el peso que hemos sentido en algún momento fue el de tener que saber cómo afrontar algunas etapas.

Nosotros como músicos tuvimos la desventaja de encontrar nuestra identidad, porque ya tienes una enorme en la casa y a veces es jodido. Entonces estás tratando de encontrar la tuya.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
Bajo el paraguas creativo de The Why Project, Mau y Ricky editan música, hacen ropa y hasta ofrecen herramientas de desarrollo personal. "Hay un curso que se llama The Why Map en el que la gente puede descubrir el sentido de su vida acompañado por una guía de psicólogos", detallan.

–Además, lógicamente cuando uno es adolescente muchas veces se quiere diferenciar de los padres o tiene sus rebeldía.

Ricky: –Mirá, nuestro hogar siempre fue tan musical, que mi rebeldía era no practicar piano. Literalmente. Mi papá de chiquito quería que tocara y no quería.

Ahorita estoy agradecido de que sí sé tocar el piano, pero como dice Mau, siempre habrá algún “pelotudo” que por ahí piense que uno no tuvo que trabajar para conseguir lo que tiene. Pero bueno, hay muchos pelotudos en todo el mundo y en todos los gremios (Risas).

Todo sobre las colaboraciones ocultas en Hotel Caracas y el especial vínculo que los une a María Becerra

–En referencia a las colaboraciones que tiene Hotel Caracas, sé que hay algunas ocultas. Me enteré que en una canción aparece la voz de María Becerra. ¿Cómo es eso?

Ricky: –¡Sí! Tenemos varias colaboraciones ocultas dentro del álbum. Hay algunas que las nombramos (Arcángel, Guaynaa e Ilegales) pero hay gente que canta pedacitos de versos y aparece por ahí. La idea era rodearnos de la energía de personas que admiramos, sentimos cerca o que han tenido algo que ver en nuestra carrera.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
"Estaba pasando por un momento personal medio difícil, con ansiedad. Y eso me ayudó a cuestionarme a mí mismo por qué hacía lo que hacía. Ahí me empecé a dar cuenta de la belleza de buscar el “why” (porqué o propósito) de uno y cómo cambiar el foco de las cosas" (Mau)

–¿Por ejemplo, cuál?

Mau: –Tener a Beto de Rawayana (banda venezolana) en alguna de las canciones que la gente va a poder escuchar es un regalo para nuestros fans. Porque sabemos lo que significa escucharnos juntos. Por lo menos a mí me da mucha ilusión, porque los admiro un montón. Y hay varios argentinos que están escondidos ahí…

–¿Podemos saber alguno más?

Ricky: –Bueno, tu dijiste María Becerra. Y a ella la tenemos.

–¿Qué opinan del crecimiento de María y el lugar que ocupa hoy en la industria?

Ricky: –A María la quiero mucho. Ella es tan buena gente que todo lo bonito que le pasa me pone muy contento. Ella y J Rei son dos tipazos. Ella es de esas personas que no cambian para nada después de volverse conocidos. Y es hermosa la transparencia que tiene.

Mau: –La admiramos un montón y le decimos todo el tiempo lo admirable que es que sea tan genuina. Y por eso la gente conecta con ella. Y además es un padre de risa y talento.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
"¿Quieres el número uno que soñabas? Lo tienes. ¿Quieres la plata y todos los carros? También. Te preguntas: “¿y ahora qué?”. Pero nada te llena", explica Ricky acerca de la etapa en la que (luego de explotar en los charts) empezaron a entender que "el propósito es más gratificante que la meta".

–Con ella han compartido, me imagino, miles de salidas, incluso.

Ricky: –¡Un montón! En Miami y en todos lados. De hecho, ella escuchó el disco antes de que saliera. Es una de nuestras amigas más queridas de la industria y le tenemos mucho aprecio y mucho amor.

Íbamos a estar en River con ella pero no nos dio el tiempo por logística y al final no logramos llegar. Yo me soñaba con ser parte de ese momentico junto a Ricky, porque son de esas cosas que uno el día de mañana recuerda especialmente.

Finalmente te quedan las veces que te cagaste de risa con amigos como María. Cuando uno vive esos momentos con colegas que uno ama y admira son las joyitas que uno se guarda para recordar después y decir “yo fui parte de la historia de ese artista, también”.

–Además tuvieron mucho que ver con sus comienzos en vivo. ¿Se sienten como impulsores suyos?

Ricky: –Ella fue parte de nuestra historia en nuestros primeros shows aquí. De hecho, su primera presentación en vivo creo que fue en nuestro primer Gran Rex (en 2021). No sé si somos impulsores, pero amamos pasar tiempo con ella, y eso se traduce en la canción en la que colaboró, que creemos que transmite toda la conexión genuina y la química que tenemos.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
"Creemos firmemente que si nosotros tenemos algo que nos está sirviendo mucho y que es un cambio radical en nuestra vida, no compartir esa información es un poquito egoísta", lanzan al hablar su radical transformación.

La vuelta a los orígenes, el por qué de los trajes que visten a toda hora y su particular sentido de la moda

–Esta vuelta a los orígenes, en la que también conformaron una banda, y el valor de lo regional se mezcla con el pop y con sus características letras ácidas, ¿hubo alguna referencia o simplemente fue encontrarse y ver lo que estaba pasando?

Ricky: –Fue un poquito encontrarnos y ver qué estaba pasando. No recuerdo haber llegado con ninguna referencia y yo creo que ese fue el secreto detrás del disco. Que fue literalmente: “mira, yo tengo esto aquí y la disquera va a estar contentísima, pues está llena de colaboraciones y música para la discoteca”.

Dejanos crear algo donde nosotros sintamos que estamos que estamos haciendo algo distinto. Y nuestra motivación es siempre el reto de superarnos. También nos tomamos todo el tiempo para ver hasta el tema de los trajes, que está más pensado que el carajo y le dimos vueltas durante meses.

–¿Cómo surge la idea de tener esta suerte de “uniforme”, estos trajes estilo “preppy”?

Mau: –Queríamos que los fans tuvieran una marca visual durante la temporada de Hotel Caracas. Y que de aquí a veinte años puedan decir, “¿se acuerdan cuando se ponían los trajes con los shorts?”.

–Justo las bermudas son una prenda IT en todas las colecciones masculinas, así que, además, están en tendencia.

Ricky: –Esa de que estaba en tendencia no la sabíamos, pero muy bien, entonces.

Mau: –Además mostramos un poco las piernas (Risas). Bueno, aunque a mí con este frío se me resecaron las piernas (observa mientras lo comenta).  

–¿Les divierte la moda? ¿Harían una campaña para una marca?

Ricky: –Claro que nos gusta, sin dudas. Si me pagan bien, ¿por qué no? ¿Y sabés qué? También estamos desarrollando cosas que nos interesan ponernos a nosotros alrededor de The Why Project.

Mau: –Y no sólo una línea de ropa, también recursos para nuestra comunidad. Tenemos unas herramientas para ayudar a la gente a vivir a través de su propósito.

Hay un curso que se llama The Why Map en el que la gente puede descubrir el sentido de su vida acompañado por una guía de psicólogos y donde se ha formado una comunidad en la que las personas también aportan en la vida de los demás.

"La verdad que nos sentimos más orgullosos que el carajo de ser venezolanos. Por más que atraviese un momento difícil desde hace mucho tiempo no deja de ser uno de los países más hermosos del mundo" (Ricky)

La transformación de Mau y Ricky: de la búsqueda del propósito como guía a su curso online

–Para ustedes la espiritualidad siempre fue súper importante, sobre todo Dios, pero, ¿cómo surge la idea de crear esta comunidad?

Mau: –Primero porque creemos firmemente que si nosotros tenemos algo que nos está sirviendo mucho y que es un cambio radical en nuestra vida, no compartir esa información es un poquito egoísta.

En ese momento, yo al menos, como humano estaba haciendo el switch de cambiar eso de vivir mi vida sin propósito a vivirla con propósito. Fue un cambio importante en cómo yo veía la vida. Entonces sentimos que valía la pena comunicarlo. Que si a mí me sirvió, también le podría funcionar a alguien más.

Ricky: –También nos pasa que con muchos de nuestros fans pensamos o nos pasan cosas parecidas. Porque ciertamente si alguien está conectando contigo con algo tan personal como lo es una canción, también conecta en muchos otros aspectos. Entonces pensamos en compartir esta herramienta para que tengan una vida más contenta. Y al fin de cuentas la música es la excusa de todo.

–Mau, ¿y cómo se dio el descubrimiento del propósito, cómo llegaste a eso?

Mau: –Mirá, yo admiro a un diseñador de moda que se llama Jerry Lorenzo, que es dueño de una firma que se llama Fear of God. De hecho, el saco que tiene Ricky es de él. Y él es un tipo que, aparte de ser diseñador, es muy firme en sus creencias y cómo se maneja en la vida.

Entonces un día estaba viendo una entrevista en la que le preguntaban qué pasaba cuando a un producto que él hacía no le iba como esperaba. Y él respondió: “Tu sabes el porqué lo haces, el resultado no importa”.

Y eso a mí me marcó porque estaba pasando por un momento personal medio difícil, con ansiedad. Y eso me ayudó a cuestionarme a mí mismo por qué hacía lo que hacía. Ahí me empecé a dar cuenta de la belleza de buscar el “why” (porqué) de uno y cómo cambia la perspectiva cambiar los lentes.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
"Siento que los tiempos de Dios fueron perfectos porque todo se dio para que justo en este momento nosotros viviéramos ese regreso. Creo que este disco fue la razón por la que nos atrevimos a volver a nuestro país" (Mau)

–¿Cómo fue eso? ¿Cómo te cambió?

Mau: –Ver la vida a través del lente del propósito es algo mucho más pleno y gratificante. Estás en calma y en paz. Todo lo contrario a cuando uno vive la vida a través del ego, porque éste siempre te está queriendo pedir más y es insaciable. Entonces es como si estuviera buscando siempre en un barril sin fondo. Cuando se cae el ego…

–… también se caen los disfraces, ¿verdad?

Mau: –Exacto. Y vives todo desde el agradecimiento. Y te vives todo de una mejor manera. Eso es lo que quiero para mi vida, para mi gente alrededor y para la que me sigue. Porque al final es una herramienta para vivir en la plenitud.

La ansiedad y la insatisfacción permanente, los fantasmas del éxito

–Hablabas de ansiedad y en el último tiempo cada vez más artistas se animan a hablar de temas de salud mental en relación a las presiones y la fama. ¿Cómo lo has vivido en lo particular?

Mau: –Precisamente por el hecho de estar en esta industria en la que estoy, aunque todas las industrias hoy están diseñadas para perseguir esa mentira que uno constantemente quiere alcanzar… Y cuando llegas, te das cuenta de que no te llenó como pensabas.  

–¿En algún momento, por esa presión, llegaron a creer que incluso no eran lo suficientemente exitosos, que siempre se pedían más y más?

Ricky: –Si yo le preguntara al Ricky de 2017 si hubiera pensado en estar donde estoy hoy, diría: “bueno, ya lo lograste, ya tenés que estar feliz”. Pero a pesar de lograr todo siempre quería más.¿Quieres el número uno que soñabas? Lo tienes. ¿Quieres la plata y todos los carros? También. Te preguntas: “¿y ahora qué?”. Pero nada te llena.

Cuando lo ves a través de tus propósitos, cuando piensas en nuestro primer Luna Park te quedas con las miles de personas que han conectado con nosotros y que tenemos el poder de impactar con lo que decimos.

Es mucho más cabrón vivir todo así. Lo vivís más intensamente. Al sacar un álbum podés decir “necesito sacar esto como salchichas” o puedes vivirlo poéticamente hablando. Yo quiero una vida llena de poesía.  

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
"Hoy estamos más metidos en todos los procesos porque estamos defendiendo una cosa que hicimos por amor. Entonces creés tanto que te da igual si la vaina realmente funciona o no, comercialmente hablando" (Ricky)

–¿Recordás un click especial o un momento bisagra en el que te diste cuenta de que así era todo mejor?

Ricky: –La verdad que siempre los despertadores son muchos. Por decirte un momento, tal vez podría mencionar cuando me enteré que no todos estamos compitiendo por lo mismo, ¿sabes?

O cuando caés en que mi responsabilidad es dar el cien por ciento de lo que dios me dio y que tengo que ejercer mi talento en su máxima expresión. Pero que no necesariamente lo puedo comparar con el cien por ciento tuyo ni con el de cualquier otra persona.

Enfocarme en eso fue mi despertar. Porque yo antes decía “tal cosa es muy complicada para lo que está funcionando ahora” o “no metamos esos acordes, tratemos de usar cosas que se parezcan a lo que está”.

Mau y Ricky, protagonistas de la tapa digital de Revista Gente
Mau y Ricky celebran su retorno a las raíces en Hotel Caracas: "Volvimos a tener esa curiosidad que siempre tuvimos al comienzo de nuestra carrera, esto de querer hacer algo que nunca se había hecho antes".

–Claro. En algún momento es tentador, ¿no? Tenés todas las respuestas resueltas pero es un engaño.

Ricky: –Muchas veces te engañas y crees que estás viviendo la realidad de las métricas. Que ese es el denominador común. Y cuando digo la gran mayoría también me incluye. Porque yo también viví pendiente de los números que conseguíamos.

Mau: –Y además vivir así cansa. No puedo vivir así toda mi vida. ¿A los 70 años voy a querer perseguir las métricas y comparándome con chamitos de 21 años? Es imposible. La cantidad de artistas que aún no se han dado cuenta es muy fuerte. Pero cada uno tiene que hacer lo que lo haga feliz.

Ricky: –Nosotros hemos descubierto que nuestra felicidad va por otro lado, pero eso no tiene nada que ver con no ser ambicioso. Lo soy más que nunca pero el camino está más claro. Eso de disparar hacia el techo tratando de que algo pegue es muy distinto a saber que hay 35 paredes para llegar a un lugar pero tener la convicción de que las vas a atravesar.

En otro momento me hablabas de atravesar paredes y por ahí prefería el atajo. Pero tal vez ese camino fácil no te deja ver la vista del mar que te espera del otro lado.

Fotos: Chris Beliera

Retoque: Gustavo Ramírez

Coordinación de arte y diseño digital: Darío Alvarellos

Videos: Martina Cretella

Make up y pelo: Guille Parra

Agradecemos a Warner Music Argentina

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