Cuál fue la última charla que tuvo Lorenzo Somaschini con su entrenador antes del trágico accidente – GENTE Online
 

A una semana de la tragedia: el entrenador de Lorenzo Somaschini recuerda cuál fue su última charla con el piloto de 9 años

Diego Pierluigi acompañó a Lolo hasta el último día en la pista. Devastado y aún sin poder creer lo que pasó, habla en exclusiva con Revista GENTE: cómo vivieron las horas previas al accidente y cómo lo acompañaban sus padres en su sueño. 
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"Con mi corazón roto y mi alma desecha me tengo que despedir de vos". Con esta desgarradora frase, Diego Pierluigi confirmaba el fallecimiento de Lorenzo Somaschini, su pupilo que con sólo 9 años lo hizo soñar en grande.

Apodado como "Lolo" y convirtiéndose de a poco en la gran promesa de motociclismo, el niño se preparaba para una nueva competición en Brasil. Fue precisamente en uno de sus entrenamientos en la Copa Honda Junior 160 de Superbike, en el Autódromo de Interlagos de la ciudad de San Pablo, donde se accidentó, y de inmediato fue trasladado a un centro médico. Pasó tres días internado, peleándola, hasta que se confirmó su lamentable partida en el Hospital Albert Einstein.

El jovencito que hubiera cumplido 10 años el próximo mes, cursaba cuarto grado en el colegio y había debutado meses atrás en las competiciones de forma oficial. Dio sus primeros pasos en la Junior Cup del Superbike argentino, y luego fue escalando a las competencias internacionales. Aunque su gran sueño era llegar a Moto GP, que es la máxima competición mundial en esta disciplina.

Lorenzo Somaschini falleció el pasado lunes 17 de junio en el Hospital Albert Einstein de San Pablo, Brasil.

Cómo era el motociclista de 9 años que sufrió una tragedia en Brasil

"Tenía un carácter muy marcado. Él sabía lo que quería y lo que no. Lolo era el chico más feliz del mundo. Desde los 4 años que se subió por primera vez a una moto, era feliz haciendo esto", expresó su entrenador en una charla exclusiva con revista GENTE, aún consternado con la noticia.

Lorenzo era rosarino. Nació el 17 de julio de 2014 en Santa Fe, y cuando apenas tenía cuatro años su papá le regaló una minimoto y fue amor a primera vista. Desde entonces no paró, hasta que más adelante ingresó a entrenar a la escuela de Diego, destacándose por sus ganas, su disciplina y su madurez, pese a su corta edad.

Ésta era su primera vez compitiendo fuera de Argentina, lo que lo tenia muy entusiasmado. El miércoles estuvo sobre su moto para conocer el circuito, pero el viernes en su segunda vuelta las cosas no salieron bien: se accidentó en la curva más lenta, con todas las protecciones que exige este deporte y a una velocidad de 40km/h.

Desde el año 2020, Diego acompañaba a Lorenzo en su carrera. Era su entrenador, y la persona que más lo apoyaba después de sus padres.

Las últimas horas de vida de Lolo y la charla que tuvo con su entrenador antes del accidente

-¿Cómo nos podés describir a Lolo, para quienes no lo conocieron?

-Lolo era un chico muy activo y extremadamente alegre, siempre con una sonrisa, muy respetuoso y atento con sus compañeros y todos los presentes. Muy sociable. Siempre lo perdíamos de vista porque le encantaba pasear por los boxes y charlar con todos. Además, era muy curioso. Era un placer hablar con él, no parecía un chico de su edad, porque era muy responsable con sus actividades.

-¿Desde cuándo lo acompañabas en su carrera?

-Lolo vino por primera vez a la escuela en noviembre de 2022. Ese día comenzamos a trabajar por un sueño que ya tenía. Recuerdo que ese día no paraba de preguntar: '¿Ya me toca salir de nuevo?', porque quería pasar el mayor tiempo posible en la pista.

El instructor y también piloto recuerda el entusiasmo y las inquietudes del jovencito el día del accidente, ya que estaba por vivir su primera competición fuera de Argentina.

-¿Recordás cuál fue esa última charla que tuvieron?

-Lo recuerdo muy bien... Lolo estaba preocupado por el idioma, entonces me preguntó si yo estaría con él en el podio cuando le hicieran alguna nota. Tenía mucho miedo de no entender y no saber qué responder. Estar frente a una cámara y la exposición lo ponían muy nervioso, y ahora se agregaba el no entender el idioma.

-¿Qué le respondiste vos?

-Le dije que estuviera tranquilo, que yo iba a estar con él y que le iba a enseñar algunas palabras también.

-¿Cómo fueron las horas previas al accidente?

-Todo era felicidad absoluta. Lorenzo estaba cumpliendo su primer sueño a corto plazo que era correr fuera de Argentina con otros chicos de su edad. Solo estaba algo preocupado por el idioma y pensaba en qué decir cuando le hicieran notas en portugués. Pero él estaba convencido de que iba a subir al podio ese día.

Lolo Somaschini: de las lecciones que le dejó a su entrenador al apoyo de su familia

-Tenía apenas 9 años, pero según contabas era un chico muy maduro…

-La verdad que sí... La mayor lección que me dio Lolo fue en el autódromo de Concordia. Eran dos días de entrenamiento con la escuela y al final del primer día el motor de la moto presentó una falla. Le ofrecimos usar la moto de un compañero para que no pierda el día de entrenamiento y él se sentó en la moto, me miró y me dijo: “No Pier, no me voy a sentir cómodo en una moto que no conozco y en una pista nueva. Si tengo que probarla va a ser en Arrecifes donde conozco la pista y estoy cómodo". Nunca olvidaré ese momento.

Lo describe como un niño maduro, que sabía lo que quería y que se estaba esforzando por algún día cumplir su gran sueño: llegar a Moto GP.

-¿Y cuál es tu mejor recuerdo con él?

-Todos y cada uno de los momentos que compartimos en la pista, haciendo lo que amamos. Nos conectábamos en ese sentido.

-El motociclismo era su gran pasión... ¿Con qué soñaba Lolo?

-Lolo siempre tuvo claro su sueño: él quería llegar al mundial. Quería ser un piloto profesional. En ese sentido, era muy responsable y trabajaba para alcanzarlo algún dia... después del colegio y de sus actividades, se preparaba y entrenaba con un preparador físico, además de asistir a mi escuela. Sabía que eso hacían los grandes pilotos.

-Es un duro momento para vos que lo acompañaste hasta ese último día en la pista, y por supuesto para su familia ¿Has tenido charla con ellos?

-A pesar de lo doloroso del proceso y lo mediático que se volvió, permanecemos juntos y fuertes. Sabemos que hicimos lo mejor para cumplir el deseo de Lolo, que era estar arriba de una moto. Nosotros tres (sus papás y yo) éramos quienes más conocíamos el sueño que él tenía.

La inédita foto de sus padres acompañándolo en uno de sus tantos entrenamientos. Alfredo y Carolina contemplaban el talento de su hijo. Fue su papá quien le regaló su primera minimoto a sus 4 años.

-¿Cómo vivían ellos la carrera de Lolo?

-Lolo desde el primer día se tomó su carrera como un profesional, asistiendo casi semanalmente a sus entrenamientos en el autódromo y entrenando todas las semanas con su preparador físico. Él sabía que el esfuerzo lo llevaría a alcanzar sus metas. Y sus padres, a quienes admiro mucho, supieron escuchar su deseo, acompañarlo y apoyarlo en todo momento con todo lo que estuvo a su alcance para darle lo mejor a su hijo.

-¿Qué les respondés a las personas que cuestionan que un chico de 9 años se dedicara a esta disciplina?

-Entendemos y respetamos las opiniones de todos, pero esto fue una tragedia. Nosotros sabemos que es un deporte considerado de alto riesgo, pero aún así las estadísticas nos muestran que el porcentaje de fatalidades es menor que en otros deportes no considerados de riesgo, como por ejemplo el rugby. Existen muchos otros espacios más peligrosos donde un chico de esa edad podría estar, donde Lorenzo jamás iba a pertenecer por elegir de corazón el deporte.

Lolo llevaba todos las medidas de seguridad el día del accidente y cayó en la curva más lenta del circuito. Estuvo tres días internado y el lunes 17 de junio dio su último respiro.

-En varias ocasiones remarcaste que el día del accidente Lorenzo tenía todas las protecciones...

-Así es, todos los protocolos de seguridad, determinados mundialmente, fueron seguidos en cada entrenamiento y cada carrera que hicimos. Por último, me gustaría agregar que, más que juzgar, todos deberíamos llamarnos a la reflexión sobre el mensaje de trasfondo que nos dejó Lorenzo: "Valoremos el tiempo y vivamos una vida con sentido. Valiosa en significado y propósito, siendo felices a cada momento con aquello que llena nuestro espíritu".

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