Cande Vetrano: "Vengo soñando cosas en el embarazo que son extrañísimas" – GENTE Online
 

Cande Vetrano: "En el embarazo vengo soñando cosas que son extrañísimas"

La actriz habló con Revista GENTE de las ansiedades que le despierta estar esperando su primer hijo con Andrés Gil: de su relación con el dolor a su investigación sobre cunas pasando por la difícil tarea de encontrar el nombre perfecto; también contó qué cosa maravillosa agregaría a la lista de la obra que protagoniza en el Multiteatro Comafi y exploró su relación con la fama.
Celebrities
Celebrities

Cande Vetrano sonríe y habla abiertamente de cómo está transitando esta nueva etapa de su vida. Embarazada de cuatro meses, la chica que dio sus primeros pasos en Agrandadytos y después se convirtió en una de las elegidas por Cris Morena para pasear entre sus producciones más emblemáticas (Rincón de luz, Floricienta, Chiquititas sin fin y Casi Ángeles) tiene 32 años y está en pareja hace casi una década con Andrés Gil. Lleva más tiempo en los medios que fuera de ellos.

En un café en Palermo, la actriz que está presentando su versión de Las cosas maravillosas, en el Multiteatro Comafi, se hace un tiempo para charlar con Revista GENTE. Está celebrando que el segundo trimestre le da energía para todo: la noche anterior hizo una función en el teatro y apenas termina la nota, Pepi (así llama a su pareja) la pasa a buscar para ir a ver a Dillom al Luna Park. Para después volver a su casa en zona norte donde ya está preparando el cuarto de su hijo que, según reveló, no tendrá un nombre tradicional.

-¿Estás con antojos?

-Siempre me gustó comer, probablemente ahora sea un poco más agudo.

-¿Estaba en tus planes convertirte en madre ahora?

-Obviamente era un tema alrededor. Había amigos que estaban buscando o lo que sea. Escuchamos un poco qué pensaba el otro pero no es que tomamos la decisión de... De hecho, creo que hubiera sido muy difícil para mí tomar esa decisión. Agradezco un poco que haya sido así, cuando Dios mande.

-A veces cuando uno le pone mucha intensidad, y no sale, viene la frustración.

-Por eso. Agradezco que haya sido así. Me imagino que debe ser complejo. Entiendo que hoy en día tal vez hay algo de la maternidad que, por lo menos desde lo que yo vengo escuchando, es como que es toda una decisión porque pareciese que uno se va a meter en una... Ya nos fuimos al otro extremo del marketing del embarazo y de la no maternidad. Es como si fuese un acto de valentía traer un hijo al mundo. Y nos olvidamos del deseo, de lo mágico, del milagro, por así decirlo. Siento que eso es algo que está bueno recuperar y probablemente a las mujeres también les esté afectando eso. Es como algo contradictorio.

A los 32 años, Cande Vetrano lleva casi 20 actuando. Fue parte de 4 de las ficciones de Cris Morena y ahora brilla lunes y martes en Las cosas maravillosas.

-¿Sentís como que hoy el éxito y la maternidad no van de la mano?

-Sí, el tema es que hay un tiempo, un tiempo en el que uno está re abocado. Pero en mi cabeza yo ya estoy pensando en los proyectos que van a venir después. Se estrena El fin del amor 2 y voy a estrenar mi peli, el documental de mi abuela (Mavita, llena eres de gracia, que debutó en el BAFICI y tuvo bueana acogida), esta año también.

-¿Vos tenías miedo que te pase eso? ¿Qué pensaste cuando te dio positivo el evatest?

-No, no porque además yo trabajo hace un montón de tiempo. Entonces, no tengo miedo de dejar de trabajar... De verdad, trabajo hace un montón: es como que si ahora quisiese ser mamá solo está bien. Creo que no lo podría hacer porque yo amo lo que hago, porque está en mis entrañas y hoy no está tan fácil. Pero la verdad es que voy a ver cómo me pinte. En principio te digo que hay mucho miedo, muchas historias feas que pasan, pero pareciese que las buenas no se cuentan tanto y que en realidad lo más natural es que todo esté bien. Hay algo de... medio pánico.

-Como eso de esperar los tres meses...

-Sí, pero eso está bien, uno es consciente. Por lo menos lo que yo estoy sintiendo es que hay algo del embarazo que tiene que ver con una confianza ciega en que todo va a estar bien y que eso se lo quiero adjudicar a mi vida, a mi manera de vivir que tiene que ver con... me entrego porque realmente puede pasar de todo, todo el tiempo. Cuando yo decidí hacer esta obra (Las cosas maravillosas), yo hablaba con los productores y les decía: "Mirá, yo siento que va a estar todo bien, deseo, pero si yo no estuviera embarazada te diría lo mismo porque no sé qué va a pasar mañana". "Pero bueno, confiemos en que va a estar todo bien". Pero es muy difícil, al tener dentro algo que vos no sabés, no lo ves, al principio sobre todo, es como que decís: "Bueno... confía". Hay una cosa de entregarse. Por lo menos así siento que lo disfruto más.

-¿Sos miedosa?

-Soy súper miedosa con todo lo que tiene que ver con lo intempestivo, accidentes, tragedias. Con ese tipo de cosas, con la inseguridad, pero bueno también creo que soy más confiada para otras.

-Con la parte del cuerpo sos más tranqui...

-Yo amo mi cuerpo, siempre lo amé. Siempre fui al baño, viste esas cosas... soy de tránsito rápido, como muchísimo. De verdad, lo agradezco todo el tiempo. Tuve siempre ese contacto con mi cuerpo que tiene que ver con... Por eso a mí ahora me flashea la evolución de mi cuerpo. No lo puedo creer, yo peso lo mismo hace 20 años y de repente: "No lo puedo creer, estoy cuadrada, me está saliendo una panza".

-¿Ya tenés algo de panza?

-Sí, un poquitito. Entonces, no lo puedo creer.

Cande habla de la depresión y de los suicidas, dos de los temas que toca en la obra.

-¿Fanteseás con el parto en el agua?

-Fantaseo con pelis que uno ve. Soy consciente de que va a ser lo que tenga que ser. No estoy cerrada en que tiene que ser de una manera. Yo quiero que salga todo bien, sea lo que sea, como sea. Si tengo un parto natural, buenísimo, y si la paso bien, ¿no? Ya me estoy preparando para el dolor. Aunque no soy muy tolerante al dolor, pero lo voy a ir trabajando.

-¿Estuviste charlando con amigas para que cuenten experiencias?

-Estoy haciendo un curso de embarazadas con una doula. La madre de Andrés es doula, tiene un espacio que se llama Espacio Doulas que es muy lindo y está bueno estar rodeada de embarazadas que estamos en la misma.

-¿Tenés sobrinos?

-Tenemos sobrinas de todos lados. Pero todas mujeres, es el primer varón.

-¿Te imaginabas madre de varón?

-¿Sabés que sí? Desde el primer momento. No toda mi vida, pero cuando me enteré que estaba embarazada supuse que iba a ser un nene.

-¿Soñaste con él?

-No, vengo soñando cosas en el embarazo que son extrañísimas. No te puedo dar un ejemplo porque lo analizarías pero sí cosas muy raras. Panzas deformes y cosas rarísimas.

Cande espera su primer hijo con Andrés Gil y abre sus miedos e ilusiones.

-¿Cómo ves a Andrés acompañando en el parto?

-No es impresionable. Veremos, qué sé yo.

-¿Tu obstetra hace partos respetados?

-Sí, es Diego Halle (el mismo de Agustina Cherri), es amorosísimo. Me gusta la forma que tiene de ver el embarazo. Todavía no pienso en el parto.

-¿Y hay nombres dando vueltas?

-Vamos evaluando. Tenemos lista en común, veremos cuál va surgiendo.

-¿Van a decidir en el momento?

-Probablemente un tiempito antes. Elegir el nombre es la decisión más difícil de mi vida, a parte basado en qué. Hay mucha data, veremos.

-¿Son más bien nombres clásicos los que se están barajando?

-No, son más bien distintos.

-¿Viven cerca de las familias?

-Más o menos. Mi familia vive en zona sur, la familia de Pepi, en zona norte. Mi mamá seguro se va a instalar. Mis hermanas tienen 5 años menos. Soy la que abre. Estoy comprando todo nuevo. Me toco, pero pienso que después voy a pasar todo.

Vetrano imagina tener más hijos y devolver parte del amor que recibió en su hogar.

-¿Te imaginás con más de un hijo?

-Sí, obvio, tener hermanos es lo más lindo. Lo haría por él. Yo crecí en una familia muy amorosa, con mucho amor. El idioma del amor siempre estuvo en mi casa. Ahora tener la oportunidad de devolver eso, de traspasarlo, me encanta.

-¿Les pediste consejos a La China Suárez y a Mery del Cerro?

-Todavía no me junté con Mery. La China me escribió cuando se enteró. No pido consejos, la verdad. Si sobre cunas: "¿Esta cuna o esta cuna?". Estoy en un tour de las mamis amigas y pregunto: "¿Cómo es tu rutina? Estoy observando para entender.

-¿Sos muy estudiosa?

-Me gusta saber, pero no estoy leyendo cosas. Voy a lo práctico. Me empiezo a imaginar cómo va a ser eso. Estoy empezando a pensar en el cuarto.

Cande y Andrés se conocieron en Italia y desde entonces no se volvieron a separar.

-¿Cómo lo ves a Andrés con todo esto?

-Sé que va a ser un padrazo porque lo veo con su sobrina y eso. Es re piola.

El teatro y las cosas maravillosas de la vida

Después de enterarse de que iba a ser mamá a Cande le llegó una propuesta: trabajar con Mey Scápola en Las cosas maravillosas. La tercera temporada de la obra de Duncan Macmillan y Jonny Donahoe es un unipersonal protagonizado por una lista de actores y actrices que hacen temporadas limitadas de entre seis y doce semanas cada uno. Antes pasaron por el desafío de interactuar con el público y construir colectivamente una mirada luminosa de la vida: Peter Lanzani, Lali González, Franco Masini y Andy Kusnetzoff.

Para ayudar a salir a su madre de la depresión, la protagonista se propone hacer "una lista de todas las cosas maravillosas que hay en el mundo; todo aquello por lo que vale la pena vivir", dice la sinopsis.

-¿Cómo es llevar adelante esta obra?

-Hay un factor muy de qué es lo que pase ahí, en el teatro es medio siempre así. Pero en esta obra más porque al interactuar con la gente es como que cada persona es un mundo, cada reacción es distinta. Podés estudiar más o menos cómo van a ser las cosas pero después sale lo que tiene que salir.

-Te da más para el juego.

-Sí, la disfruto, la paso bien. Vamos agregando funciones en función de lo que surge, viene re bien, agotada. Vamos a agregar más funciones en las vacaciones de invierno.

-¿Habías visto las otras temporadas?

-La vi solo con Andy. Me subí a una obra que se sabe que es movilizante y que la gente va a eso. Y, si no vas a eso, un poco pasa porque hay algo más de una comunión que estamos todos viviendo. Siento que es como un unipersonal pero a la vez la gente es parte 100%.

Cande, en Las cosas maravillosas, dejó ver su incipiente pancita.

-No hay distancia, el escenario es compartido.

-Sí. Es como aprender a ir regulando: no ser fría pero tampoco contenedora. Sigo contando una historia y a mí me gusta cuando veo a la gente movilizada.

-La temática no es sencilla pero hay momentos de risas, ¿cómo se logran esos cambios de clima?

-Claramente el desafío es meterme en esos lugares y cuando la historia lo necesita salir lo más rápido que pueda porque no es golpe bajo. Mey Scápola, la directora, todo el tiempo me hace trabajar eso de contener.

-¿Tenés alguien cercano que se haya quitado la vida?

-Familiarmente tengo uno lejano pero entiendo que es muy movilizante. Me parece que, sin llevarlo al extremo, hay algo de la depresión que toca la obra que es algo que está siempre dando vueltas. No en mí. Sinceramente creo que soy la antítesis a la depresión. Debo ser ansiosa. Pero sí es uno de los lugares que uno siempre tiene miedo de caer y de no poder salir. Es un miedo colectivo.

-Después de la pandemia, eso se vio mucho.

-Quizá, pienso... reflexiono, haya algo que nosotros tengamos normalizado. Entiendo que la depresión... quizá estamos muy acostumbrados a normalizar cosas como el bienestar. Siento que hay algo que tiene esta obra que es que el mensaje es darle valor a esas cosas que están muy cerca nuestro y que las naturalizamos, como el olor de las flores, el sol que sale. Y más en un momento en que hay tanto quilombo dando vueltas... guerra, problemas sociales, económicos, tanta incertidumbre que, de repente, algo que nos conecte con esas cosas a mí me parece espectacular.

Cande habla de lo importante que son las amigas en su vida.

-¿Te planteaste cuál sería tu aporte a esa lista?

-Los amigos, me parece que los amigos aportan algo muy especial y hay gente que no tiene amigos. Y eso que está en la naturaleza tener amigos, pero hay gente que no. Es un vínculo que te lo tienen medio que enseñar.

-¿Sos amiguera?

-Re, son algo que me da alegría. Me doy cuenta de que hago cosas y las quiero compartir con ellos, como un estreno. Son mi familia también. No tengo grupos de amigos. De hecho mi grupo eran amigas sueltas que las junté. Pero soy muy de una muy amiga. En cada lugar o en cada espacio suelo ser compinche con alguien, pero porque voy muy profundo con mis amistades. Soy cero de 500 amigos.

-También trabajás de muy chica.

-Claro, no tengo el grupo de amigos del colegio.

-¿Era difícil trabajar en la tele dentro del colegio?

-No lo recuerdo como difícil. De hecho, creo que tuve mucha suerte porque mis compañeros eran amorosos. No me trataban como la chica de la tele ni nada. No me sentía distinta. Además fue medio progresiva mi popularidad. Empecé haciendo un programa que era para grandes, Agradadytos. No lo veían los nenes, lo veían los papás. No es que entraba y estaba haciendo algo para niños. Estuvo bueno eso. Y si en mi familia en algún momento decían: "Ahí llegó la estrella". La típica de la tía. Yo lo freneba: "No, no, tía".

-No te sentías cómoda...

-Digo, hay lugares, hay momentos. Cuando estoy arriba de un escenario, sí, apláudanme. Pero cuando estoy en la vida, me parece que es incómodo.

Días atrás, su novio Andrés Gil la sorprendió entre los espectadores de Las cosas maravillosas.

-También me imagino que lidiar con el éxito de chico no es algo sencillo.

-Me parece que está bueno entender que nada es eso ni lo otro. Por ejemplo, si mis amigos me trataran distinto o no me dijesen lo que hago mal, o mi familia... te volvés un extraterrestre. Con temas de fama, no tenés que ser una megaestrella, podés tener esa actitud. Me parece que es incómodo, la verdad.

-Quizá es más fácil cuando tenés amigos en los medios para entenderse.

-Re, pero no es que estamos hablando de trabajo, o de a quién le dijimos que no. Hay gente que sí, pero trato de evadir esas cosas.

-Con Lali comparten códigos en ese sentido.

-Para mí tiene que ver con que desde muy chicas estamos en los medios. Crecimos juntas, pero todo fue de una manera progresiva, no fue que de repente saltamos a la fama. Y eso hace que uno de alguna manera pueda ir valorando y dando lugar al paso a paso. Y que en ningún momento se te suban los patos a la cabeza, que te re puede pasar. Pero yo siento que nunca me pasó. Sí quizá de estar más colgada o menos atenta con mis amigos cuando estoy más activa y con mucho laburo. Pero por lo menos nunca traté de comerme el trip de la fama. Es ridículo, un día sí y al otro no.

-Las redes sociales cambiaron mucho el camino hacia la fama.

-Sí, claro. Ahora no hace falta hacer ningún camino.

-Estar en pareja con un actor ayuda en eso de entender el universo del otro.

-Seguro que es más cómodo ese nivel de entendimiento. Ahora estamos los dos con teatro, y entendemos el tipo de vida que tiene el otro. No hay que explicarlo y yo me doy cuenta de que re agradezco eso de Pepi porque vamos ahí como un equipo.

Más allá de haber empezado de muy chica, Vetrano asegura que nunca se le subió la fama a la cabeza.

-Casi llevan una década juntos, ¿cómo arrancó la historia de amor?

-Nos conocimos en Italia, en Roma. Yo fui a cantar a un festival, por un programa que hice que se llamó SuperTorpe, me llamaron para ir allá porque le había ido muy bien a la serie. Y yo conocía a Santi Talledo que también tenía que cantar y me dijo: "Che, vayamos a Roma que tengo un amigo" y ahí nos conocimos.

-¿Él estaba trabajando allá?

-Estaba hace cinco años laburando a full. Ya tenía ganas de volverse y me parece que yo fui el último empujón.

-¿Hubo flechazo automático?

-Sí, porque a parte yo soy intensa, me enamoro y yo me enamoré desde el primer momento.

-¿Vas al frente?

-Sí, fui al frente yo. Volvió a vivir acá, al principio estuvimos casi un año a la distancia y vino a vivir acá y así estamos hace un montón de tiempo.

-¿Pensaron en casarse?

-Hay veces que sale como una especie de celebración de amor o cuando veo alguien que se casa digo: "Ay, creo que podríamos casarnos". Veo gente que se conoce hace dos minutos y se casa y digo: "Nosotros re podríamos". Pero se ve que estamos re seguros y no nos pinta por ahí. En algún momento nos pintará seguramente.

Fotos: Camila fortunato de Bullmediagroup Estilismo: Sophie Etchegoyhen Brancher

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig