El crimen de Fernando Pastorizzo en manos de Nahir Galarza conmocionó al país. Eran las 5:10 de la madrugada del 29 de diciembre de 2017. El cielo todavía no daba indicios del amanecer. El cuerpo del joven estaba tendido en el suelo con un tiro en la espalda y otro en el pecho, junto a su moto y dos cascos. Había sido una larga noche en compañía de su novia. La noticia al otro día ya estaba en los medios locales, y provinciales… a las pocas horas los medios nacionales se acercaron a Gualeguaychú para cubrir los pormenores del caso, tras la declaración de la joven en la que se declaró culpable. Una cara angelical que no coincidía con semejante delito.
Si hay que poner un primer antecedente en la historia de drama, hay que situarse en el boliche Bikini en donde tuvieron la última gran pelea. Lo refleja la película y también la realidad. La pareja discutió muy fuerte aquella noche en la vía publica a la salida del local nocturno que, curiosamente está a pocos metros de la casa de la familia Galarza.
La parte más contundente de la línea de tiempo sigue unas pocas horas antes del aseinato, alrededor de las dos de la mañana, cuando ambos estaban en la casa de él y decidieron partir a la de ella. Luego Nahir pidió a Fernando que la lleve a lo de su abuela. Tomó el arma, una calibre 9 milímetros reglamentaria de su padre, Marcelo Galarza, que era efectivo de la Policía de Entre Ríos y partieron. A lo largo de ese recorrido, mientras el rodado estaba circulando sobre la calle General Paz con Artigas, se produce el primer disparo. Ahí la víctima cae al suelo recibe el segundo.
“La pericia sobre la moto determinó que estaba detenida o prácticamente circulaba a menos de diez kilómetros por hora”, recuerda en diálogo con Revista Gente Rubén Virué, abogado de Silvia Mantegazza, la madre de Pastorizzo, para descartar de plano la teoría de una legítima defensa.
“Quienes tienen la oportunidad de estar en el lugar de los hechos van a advertir que es una calle por donde pasan muy pocos vehículos. Justo hubo una providencial presencia de un remis que llevó a una persona y que sintió lo disparos poco antes de llegar a esa calle y regresa pensando que había sido un accidente de moto y que las explosiones estaban vinculadas a la época del año. Ahí es donde se encuentra con Fernando que estaba en sus últimos instantes de vida. Eso es lo que le impidió a Nahir retirar el segundo casquillo porque quedó abajo del cuerpo, por lo que se pudo comprobar que el disparo había salido del arma reglamentaria del padre”, comenta.
Casi al instante en el que se producen los disparos, aparece un remisero que estaba terminando un viaje por la zona y se alertó por el estruendo. El hombre dice ver dos personas: una tirada en el suelo y otra arrodillada, como intentando socorrerlo. En su declaración dijo que no podía identificar el género ni cómo estaban vestidos. Algo que llamó la atención debido a que la implicada vestía con un mini short de jean y una musculosa, aunque hay que destacar que la zona era muy oscura. Pero de lo que no pudo escapar Nahir es de la tecnología: una cámara de seguridad vecina la captó escapando del lugar. Caminó a pie unas veinte cuadras hasta su casa, ubicada en pleno centro de Gualeguaychú.
Los minutos seguían pasando. Pero de la misma forma en la que caminó dos kilómetros tras cometer el crimen, una vez en su casa tomó su celular e hizo una llamativa publicación en las redes sociales: "Cinco años juntos. Peleados, yendo y viniendo... pero siempre con el mismo amor. Te amo para siempre mi ángel".
A las ocho de la mañana de ese 29 de diciembre tres oficiales de la policía se acercan al trabajo de Mantegazza para anoticiarla del hecho. Ella no podía creer que la muerte de su hijo se trataba de un asesinato, pero el primer nombre que a su mente fue el de Nahir Galarza, a quién llamó de inmediato delante de los tres efectivos que se acercaron con la noticia y le hizo una serie de preguntas para confirmar que sus sospechas eran correctas.
“’¿Fernando estuvo anoche con vos?' Empezó a titubear y me respondió 'sí estuvo anoche conmigo' '¿Y a qué hora se fue de tu casa?' 'Eh… no sé', me dice. '¿Por qué?’ 'Por nada', le digo yo. En ese momento no estaba ni llorando, ni estaba quebrada. Entonces me empezó a repreguntar: '¿Por qué?, ¿Por qué me preguntás?' y me cambió el tono de voz", recordó en una nota que dio a los pocos meses del hecho.
Y agregó: "'Por nada, simplemente quería saber si Fernando estuvo con vos'. '¿Pero por qué me estás preguntando eso?' y ahí me quebré. Le dije que estaba con la Policía y me acababan de decir que a Fernando lo encontraron muerto. Fue lo único que le dije. No le dije ni cómo ni nada. Se hizo la artista”.
Ese mismo día Galarza se presentó a declarar como testigo y alrededor de las once de la noche terminó declarándose culpable: relató que tomó el arma de su papá para matar a Fernando. En ese instante quedó detenida con prisión preventiva en la Comisaría del Menor y la Mujer de Gualeguaychú.
El 16 de enero de 2018 Nahir Galarza actualizó su declaración y alegó que los dos disparon fueron detonados por accidente. Para explicar por qué abandonó la escena del crimen dijo que fue a devolver el arma a su casa para que no incriminen a su papá. También denunció que Pastorizzo la había amenazado: lo cierto es que el fiscal Sergio Rondoni Caffa aseguró que no había pruebas para sostener que la joven había sido víctima de violencia de género. Pero el debate sigue hasta hoy.
“Creemos que podría haber algún tipo de sentencia de la Corte Suprema antes de fin de año. La causa se encuentra en el último estadío dentro del sistema de Justicia argentino. La expectativa con este fallo son todas. yo creo que el análisis de la prueba se hizo de manera parcial y no pusieron en este caso a Nahir Galarza en pie de igualdad. La Justicia de Entre Ríos la discriminó. Por otro lado, no se aplicó una perspectiva de genero a la investigación ni a la sentencia”, dijo José Ostolaza, abogado de la detenida, a Revista Gente.
Cómo era la relación entre Fernando Pastorizzo y Nahir Galarza antes del asesinato
Días antes del hecho Fernando le había planteado a Nahir terminar la relación e irse a vivir a Paraná, pero ese proyecto quedó trunco a partir del homicidio. El abogado de la madre de la víctima es claro a la hora de manifestar a Gente que ambos “tenían un vínculo tóxico”.
“Había situaciones en las que peleaban. Los audios existieron y forman parte de la causa. Insisto en que estas cuestiones que actualmente se están debatiendo en los medios no son nuevas”, comentó Virué.
Además, recalcó que las situaciones de violencia de género se expusieron ante el tribunal y que “en las tres instancias de tribunales provinciales se lo desestimó. Acá la única respuesta posible a un homicidio de estas características en donde hay un vínculo de pareja es la perpetua”.
Del otro lado, Ostaloza concluye en que la muerte del joven se trató de un “hecho culposo”, y sostuvo: “Ellos dan por probadas las lesiones y los golpes, pero el tribunal entiende que los amigos tienen que comprobar con su testimonio que esos golpes eran de Fernando. La violencia se da un ambiente donde no hay testigos. Hay una carta de septiembre en donde él le pide perdón por la violencia ejercida sobe ella y en octubre hay un mensaje de texto en donde ella saca la foto de la carta y le pide que adecúe su conducta, en base a esa promesa que le había hecho. Por lo tanto, los hechos venían en ascenso”.
Un punto en común entre ambas partes sobre el rol de Marcelo Galarza
Los defensores de Pastorizzo y Galarza son claros en sostener que la hipótesis del padre de Nahir como asesino no es conluyente, a pesar del testimonio de la detenida. De forma contundente, Virué destacó que “dentro de lo que es la cuestión judicial, no existe la versión de que fue el padre”.
“Fue una construcción mediática posterior a las condenas. Desde el punto de vista de lo que se discutió en sede judicial, no hay menor duda de que la autoría corresponde a Nahir Galarza. Acá hubo tres versiones: la primera era que estaba ajena al hecho, la segunda fue que lo había ultimado (probada en el expediente) y la tercera, que fue un accidente”, dijo.
En la misma línea, Ostolaza eligió separarse de la teoría alegando que quedó ajeno a esa denuncia que hizo Nahir con el acompañamiento de la abogada Raquel Hermida Leyenda: “Nunca tuve conocimiento. Ella nunca me manifestó nada la respecto porque sino, lo hubiéramos articulado ante el tribunal que correspondía. Raquel Hermida Leyenda aparece involucrándolo hace dos años, mucho tiempo después de la sentencia. Nos denuncian a los abogados como encubridores. Es una situación rara. Esa causa se archivó, ni tuvo investigación. A ese estudio se le revocó el patrocinio de Nahir”.
La vida de Nahir Galarza en la cárcel
Fotos y video: Rocío Bustos.
Logística: Lucas Domínguez.