Pablo Alarcón y Claribel Medina tuvieron una gran historia de amor. Los famosos se conocieron a mediados de la década de 1980 en Puerto Rico, lugar del cual ella es oriunda. De ese amor nacieron sus dos hijas: Antonella y Agostina.
Ambas, mantuvieron un bajísimo perfil, pese a que en el año 2020 Agostina acompañó a su mamá en el Cantando.
También, tiempo después ella fue noticia tras su paso por el programa PH, Podemos Hablar. Allí había confesado su adicción a algunas sustancias: "Era fanática de las pastis, LSD. He ido a Salta a buscar Cucumelos. Lo usaba recreativamente, consumía una vez al mes y hubo un momento en el que dije ‘qué paja’ que no estoy haciendo nada en la vida. Cuando empecé a bailar, me hice fanática del estado saludable".
El motivo por el que Agostina Alarcón se cambió de nombre
A mediados del año 2022, Agostina decidió cambiar su suerte y probar nuevas aventuras. Fue por eso que se instaló en Estados Unidos para continuar luchando por su sueño de ser artista.
Sobre esta decisión, confesó que fue muy abrupta la definición: "Nunca había venido a los Estados Unidos. Y el año pasado, de un día para otro, decidí venir con mi mamá. En principio le dije que me quería quedar un mes. Y a la semana cambié el pasaje. Ella se impactó porque me vine con una valijita de mano, con un par de zapatillas, dos bombachas y cuatro remeras, como para unas vacaciones con mi familia. Así que me quedé con absolutamente nada. Minimalista".
En diálogo con La Nación, la joven relató cómo fue su experiencia laboral en los primeros días: "Aterricé en Miami y conseguí trabajo el primer día que llegué".
De a poco, se fue instalando en el mundo artístico estadounidense realizando presentaciones en diferentes lugares: "A partir de ahí, empecé a trabajar un montón, con esa compañía y con otras. Fui como a cuatrocientas fiestas, ya ni me acuerdo en qué lugares estuve".
Feliz por esta gran aventura, comentó: "¡Hasta el nombre me cambió! A los americanos les costaba pronunciar “Agostina” y decidí cambiármelo. ¡Ahora me llamo Maia!". Es por eso que actualmente se la conoce con ese nombre y también decidió usar el nombre real de su papá que es Marabotto.
Para finalizar, Agostina, quien ahora se hace llamar Maia, dejó una reflexión sobre este gran cambio de vida: "Pero mi conclusión es que el sueño americano sí existe. En seis meses desde que estoy acá y ya me compré un auto, ahora estoy proyectando mudarme sola. También hubo una transición de cambios de trabajo. Ahora estoy en un lugar que me gusta, aprendiendo un oficio, está bueno".