Después de levantar la estatuilla de oro en los Premios Gardel, Miranda ingresó este jueves a la casa de Gran Hermano (Telefe) en una de las emisiones más icónicas del programa que está por terminar su temporada el próximo 7 de julio.
La producción sonó la alarma del "congelados" y fue entonces que entró la banda de Ale Sergi y Juliana Gattas con su personalidad explosiva y looks muy cancheros para brindarle un show privado a los siete concursantes que siguen en competencia (Virginia, Bautista, Martín, Nicolás, Juliana, Emmanuel y Darío).
Los artistas hicieron un breve recorrido por la casa y no pasaron desapercibidos con sus tapados felpudos al mejor estilo black and white. Acto seguido, se ubicaron en el sector del SUN, donde les prepararon una tarima para que los jugadores pudieran disfrutar de principio a fin del performance de esta noche.
Se pasearon por sus hits más exitosos, y aunque eran pocos, armaron un fiestón a lo grande, que contagió a todos los televidentes en el afuera. Ya que no pararon de interactuar y explotaron más redes sociales de comentarios por la presentación de la banda argentina.
Aunque al principio no podían moverse ni hablar, los participantes de Gran Hermano no pudieron evitar sus caras de asombro total. Y cuando se sumaron al espectáculo, no pararon de corear todos los temas, gritar eufóricos y bailar.
En un momento del show, la dupla se bajó del escenario para interactuar con los "hermanitos", quienes no salían del shock y celebraban este momento con cervezas.
Antes de despedirse, los cantantes le quisieron dar besos y abrazos a todos los chicos, pero justo en ese momento sonó nuevamente la alarma que indicaba que tenían que estar congelados y que no podrían tener más acercamiento con los famosos. "Les dejamos un besito", dijo Juliana antes de irse.
