En medio de la polémica por las imágenes que se viralizaron, en las que se ve como algunos participantes de Gran Hermano maltratan a Arturo, la mascota de la casa, la ONG “Huellitas” se manifestó pidiendo respuestas a la producción.
En diálogo con LAM (América), la organización dio detalles de la difícil situación que están viviendo debido a los grupos de fanáticos de Gran Hermano, quienes han llegado a enviarles mensajes violentos.
Se habló particularmente del grupo de los “furiosos”, quienes habrían amenazado de muerte a la fundación que rescató a Arturo.
Julieta y Antonella, dos integrantes de la ONG, charlaron con Ángel de Brito y dejaron en claro su preocupación por el estado de Arturo, quien ya lleva 41 días dentro de la casa.
“Por más que esté bien alimentado, lo saquen a pasear y tenga un veterinario, no creemos que hoy la situación en la casa sea la mejor para Arturo. Se están viendo reacciones en el animal por el nivel de agresión que hay en la casa”, expresaron las rescatistas.
Cómo fue el rescate a Arturo y su selección para Gran Hermano
Consultadas sobre cómo llegó el perro de raza Galgo a la casa, desde la fundación revelaron que recibieron un llamado desde la producción del reality: “Se comunicó una productora pidiendo un perrito para que la casa de Gran Hermano sea hogar de tránsito y luego si se podía, que un integrante del reality lo pueda adoptar. Nosotros les contamos de varios casos y ellos eligieron a Arturo”.
También dieron detalles sobre el origen del perro y la situación de la que fue rescatado: “Arturo llega a Huellitas mediante una alerta. Estaba en la calle como la mayoría de las alertas, muy maltratado, con pintura, flaquito”.
La tensión entre la ONG Huellitas y la producción de Gran Hermano
Uno de los problemas entre la fundación y la producción surgió por la falta de cumplimiento de un acuerdo: “El programa nunca hizo mención de Huellitas, no hablaron de la importancia de adoptar, no cumplieron con lo que acordamos. Esto era una forma de concientizar, pero no ocurrió”.
Además, volvieron a destacar las diferencias que perciben en Arturo entre cómo era cuando fue rescatado y cómo se encuentra ahora dentro de la casa: “Él era un perro que estaba tranquilo y ahora vemos que todo este ambiente hostil lo está afectando en sus emociones. Se ve que está muy ansioso, exaltado, muerde”.
Las rescatistas remarcaron por último que actualmente no se están pudiendo comunicar con Gran Hermano: “Hoy la producción no nos atiende el teléfono”, y a esto se suma las tensiones que viven en sus redes sociales por parte de los fans: “Recibimos mensajes fuertes, bastante agresivos, no estamos acostumbradas a esto”.
En ese sentido, tanto desde la fundación como desde el panel de LAM se remarcó la necesidad de que la producción del reality intervenga en esta cuestión y se evite llegar a situaciones de mayor riesgo, como que el perro reaccione a la violencia y termine mordiendo a un participante.