Jimena Barón y Damián Betular viajaron juntos a Corea del Sur por un proyecto laboral pero como era de esperarse, dadas sus divertidas y ocurrentes personalidades, lo que era un viaje de trabajo terminó convirtiéndose en una sucesión de momentos desopilantes retratados por ellos mismos a través de sus redes sociales.
En detalle la cantante y el pastelero llegaron al mencionado país asiático luego de más de 30 horas de vuelo, incluida una escala en Frankfurt, Alemania, y al llegar a Seúl fueron recibidos por un empleado de Netflix, plataforma que los invitó por dicho proyecto laboral, con un cartel que llevaba impreso una gigante "N" de color roja.
Entre otras excentricidades durante sus primeras horas en la capital de Corea del Sur, la famosa pareja de argentinos la pasó de lujo. Si bien a ella le costó un poco despedirse de su hijo, Momo, quien se quedó al cuidado de su novio, Matías Palleiro, y sufrió en su cuerpo las consecuencias del jet lag, con Betular pasó todo lo contrario.
De hecho, durante su primer desayuno en Seúl, Jimena bajó a las 5 de la mañana pues no podía conciliar el sueño. En tanto el reconocido jurado de MasterChef (Telefe) descansó plácidamente y se sumó al servicio hotelero ya bien entrada la mañana.
"Dormí de 22 a 5 am despertándome todo el tiempo. Acá son 12 horas más. Es terrible que el cuerpo se acostumbre al cambio", advirtió Jimena en sus historias de Instagram.
Además, la también actriz mostró en sus redes muchas de las compras que hizo en sus primeras horas en Corea. A Momo, su hijo, le compró de todo: desde un pantalón súper canchero que le costó 6 dólares hasta golosinas típicas de la cultura coreana y muchos envases plásticos que de seguro le sirvirán para sus clases de skate o cuando está fuera de casa.
"Encontré un lugar de chucherías y compré todo esto mayormente para Momo por 15 dólares aproximadamente", comentó Barón en otra historia que subió a sus redes.
Betular no mostró tanto las compras que hizo sino más bien los deliciosos platos que probó en sus primeras comidas del viaje. Entre otras exquiciteces, el reconocido pastelero se mostró muy gusto almorzando en un mercado típico de Seúl una especie de sopa con algas y dumplings.
Además, Damián compartió muchas fotografías de la arquitectura coreana así como también varias postales de las pintorescas callecitas de su capital y los muchos e indescifrables carteles en coreano con los que se fue topando mientras caminaba por dicha ciudad.