En un golpe inesperado para los seres queridos de Lucio Dupuy, el niño cuyo brutal asesinato conmocionó a toda la sociedad, el Tribunal Superior de Justicia (STJ) rechazó la calificación de crimen de odio presentada por los abogados defensores de la familia Dupuy.
El fallo, que llegó junto con la confirmación de la condena para Magdalena Espósito y su pareja, Abigail Páez, ha generado consternación entre aquellos que han seguido de cerca este terrible caso.
La presentación ante el STJ fue realizada por el abogado José Mario Aguerrido, quien apeló la decisión del Tribunal de Impugnación Penal (TIP), argumentando que se basó únicamente en las "pericias oficiales", sin considerar el valioso dictamen de la perito de parte, la licenciada Lorena Roggero, especializada en psicología jurídica.
Aguerrido sostuvo que Roggero evaluó la comunicación entre las condenadas, la madre y la novia, concluyendo que el homicidio fue motivado por odio al género masculino, una tesis que la defensa considera crucial para entender el crimen.
El abogado de la familia Dupuy afirmó que el análisis del TIP fragmentó la prueba, excluyendo la pericia de parte y desconociendo su valor, y señaló que se prescindió de un análisis conjunto que considerara la relación entre los abusos sexuales y el odio al género masculino.
Además, Aguerrido presentó criterios y pautas para el análisis de casos de femicidio derivados del protocolo latinoamericano de investigación de muertes violentas de mujeres por razones de género, respaldado por organizaciones internacionales.
En su fallo, el STJ concluyó que el resultado de la muerte de Lucio no estuvo vinculado al odio hacia el género del niño, sino a una convergencia derivada de la personalidad perversa de las acusadas y el vínculo dual de su relación, entre otras características.
Este nuevo giro en el caso ha dejado a muchos con un sabor amargo y ha desatado un intenso debate sobre el rumbo de la justicia en casos tan sensibles como este.
El crimen de Lucio Dupuy
Lucio Dupuy murió en la madrugada del sábado 27 de noviembre, poco después de haber sido internado en el Hospital Evita de Santa Rosa, La Pampa. El niño de tan solo 5 años de edad, según las primeras palabras de los médicos de la institución, presentaba hemorragias internas muy graves.
Una vez realizada la autopsia, el equipo de forenses comandado por el doctor Juan Carlos Toulouse, detectaron que Lucio había sido víctima de golpes y torturas durante un tiempo prolongado, además de terribles abusos sexuales. El cuerpo presentaba un golpe fuerte producto, probablemente, de una patada, heridas compatibles con quemaduras de cigarrillos y múltiples mordeduras. Algunas lesiones eran antiguas, otras muy recientes.
Por tal motivo, el equipo de fiscales que trabajó en la causa solicitó de inmediato la detención de la madre de Lucio y de su novia, Abigaíl Pérez, a quienes se las imputó, juzgo y finalmente penó cadena perpetua en 2023.
