Este 2024 el público está ávido de series truculentas basadas en hechos reales. El seguir capítulo a capítulo la trama y después poder comparar qué de lo que se vio fue real, y qué no, se convirtió en una pasión de muchos espectadores.
Y en medio del éxito de Bebé reno, este miércoles 15 de mayo se estrena Dr. Death, la saga basada en historias médicas reales (y perturbadoras) que presenta una nueva historia con Edgar Ramirez y Mandy Moore como protagonistas.
Para saber más de la trama médica que despertó una enorme polémica en Italia y en la comunidad científica, y de la gran serie que está próxima a estrenar, GENTE conversó con Edgar Ramirez, el actor venezolano que le pone su cara al Dr. Paolo Macchiarini en ocho tensos capítulos.
"Es el personaje más oscuro de mi carrera"
"Yo antes hice otros personajes basados en personas reales, como Carlos, El Chacal, y pensaba que ese había sido el personaje más oscuro de mi carrera... hasta que interpreté este. Porque un terrorista cuando hace sus cosas mantiene una distancia con la bomba que planta y las personas que mata sin saber ni sus caras ni sus nombres. En cambio, este tipo, el que interpreto ahora, sabía los nombres de sus pacientes, conocía a sus familiares y era el recipiente de sus esperanzas, y así y todo decidió jugar con eso sin arrepentirse y sin pensar en las consecuencias...", nos cuenta absolutamente introspectivo Édgar Ramírez (47), el actor que ya fue nominado a los premios Globo de Oro y a los Emmy.
–¿Fue difícil ponerse en su piel y en su mentalidad?
–Absolutamente. Pasa que Paolo fue muy violento, porque sabía que les mentía a todos sus pacientes y seguía con sus experimentaciones sin importarle si la evidencia demostraba que estaban funcionando o no.
–¿En algún momento muestra un lado más humano?
–No en ese sentido. Y eso es algo raro, porque normalmente, cuando un personaje camina en la oscuridad como este, casi siempre hay un instante en el que reconoce lo que hizo, en el que se detiene y explica las razones por las que realizó aquello de lo que le acusan, pero mi personaje jamás tuvo un momento de introspección en el show, nunca admitió que nada de lo que hizo estuvo mal, y eso me desafió dramáticamente y me dio la oportunidad de vivir la fantasía que era la vida que se había creado Paolo Macchiarini.
–A la hora de contar su historia, que es una historia real, ¿qué aspectos de su personalidad fueron los que más tuviste en cuenta?
–Antes que nada, quisiera comentar que este show está basado en hechos y personas reales pero lo que hicimos fue una recreación y una reimaginación de cómo fue su historia. No es un documental fehaciente de cómo fue su vida. Eso es muy importante aclararlo. Y el personaje que Ashley (Michel Hoban, la directora, guionista y productora ejecutiva) compuso fue tan convincente que me dio todo lo que necesitaba para entender al Paolo del show. Igual, por supuesto que también vi documentales y documentos del Paolo Macchiarini real porque soy periodista –es lo que quería ser antes de ser actor– y me gusta buscar y sumergirme todo lo que pueda, pero en este caso me pareció que no tenía que recrear una copia del verdadero...
–Copia no, pero imagino que hubo rasgos ineludibles.
–Sí, claro. Él era un auténtico manipulador y tenía un comportamiento muy narcisista. También era muy sabio y muy carismático, y eso lo usaba para salirse con la suya en todos los aspectos de su vida. Y lo traigo a colación porque lo que hace que la historia sea tan interesante y conmovedora es que en medio de una oleada de crímenes hay una historia de amor real entre mi personaje y el de Mandy (Moore). Es que él creó una fantasía en los dos lados, en su vida profesional y en su vida personal, y lo hizo sin ningún tipo de remordimiento por las consecuencias o el dolor que iba a causar.
–Dr. Death explora el lado oscuro de la medicina y de la ética médica. ¿Qué reflexión te dejó protagonizar esta serie?
–(Ladea su cabeza de costado evaluando qué decir) Mirá, a nivel personal yo tengo una relación muy importante con los médicos porque mi mamá siempre lidió con una condición cardíaca. Y cuando alguien en la familia está enfermo, toda la familia lo está, porque la familia es un sistema. Entonces entiendo lo importante que es poder confiar en los médicos... Ojo, también estoy seguro de que por cada Dr. Death hay miles de doctores geniales que tratan de hacer lo mejor por nosotros. Pero el show, de alguna manera, invita a tomar el control de tu propia salud y a pedir una segunda o tercera opinión si hace falta.
–¿Investigaste algo médico en particular antes de ponerte la bata blanca?
–Sí. Puse mucho foco en tratar de entender los dilemas éticos de los cirujanos, especialmente de los cirujanos que emprenden investigaciones, experimentos y nuevas formas que van a revolucionar el campo. Uno de mis mejores amigos es un cirujano venezolano muy importante en América Latina y para mí era muy importante conocer cómo se enfrentan los buenos cirujanos y los buenos médicos a los dilemas morales para tratar de entender a este personaje que rompió todas las líneas éticas para su propio beneficio y su propio ego, y logró engañar a todo el mundo, incluso al comité que elige el premio Nobel de medicina en Suecia. O sea, ¡hasta a ellos los engañó!
–Gianni Versace, Carlos, El Chacal y ahora Paolo Macchiarini. ¿Qué es lo que te lleva a interpretar personajes que verdaderamente existieron?
–Creo que no es algo que haya buscado, es algo que sucedió: se me presentaron las oportunidades y las elegí. Sin embargo, analizándolo, creo que quizás tiene que ver con mi background de periodista. Porque yo antes de ser actor hacía periodismo político y entrevistaba gente. Entonces creo que puede haber una conexión... que sea como una "meta entrevista", que vendría a ser como una entrevista tan intensa que terminas metido en el personaje (Ríe). Yo creo que ahí hay algo, porque también me permite hacer mucha investigación.
¿Querés más spoilers? Te develamos el verdadero rostro de Paolo Macchiarini
Lo apodan "El Dr Muerte" o "El cirujano del engaño", pero en el 2010 el mundo médico consideraba que él era una pieza clave en el desarrollo de la medicina. Es que así lo había anticipado en el 2008, cuando acaparó las portadas de los diarios europeos por realizar el primer trasplante de tráquea humana en el Clínic de Barcelona.
Con esa fama y con mucha labia, engatusó a los medios y a las máximas autoridades de la medicina con una idea que prometía revolucionar a la medicina moderna: una tráquea plástica que, al ser envuelta en células madre del propio paciente, resolvería múltiples enfermedades y problemas de salud. Pero con el correr de los años, todo lo que habló se le volvió en contra.
Su fin comenzó con un documento que llegó a la oficina de la televisión pública de Suecia, donde un colega del médico lo acusó de asesinar a sus pacientes y cometer fraude en la ciencia.
A partir de ese momento, comenzaron las revelaciones: que de los ocho trasplantes experimentales que realizó (tres en Suecia y cinco en Rusia), siete terminaron en las muertes de sus pacientes. Además, se descubrió que el médico no había probado su tráquea plástica en animales, realizando el procedimiento directamente en humanos y sin antecedentes de éxito previos. ¡Y no solo eso!, su falta de criterio fue tal que operó a personas que no estaban en un estado que justifique semejantes cirugías. A la par, como si faltará algo, ex colegas suyos lo acusaron de falsificar los datos de sus investigaciones.
En junio del 2023 Paolo Macchiarini fue condenado a cumplir 2,5 años de prisión.
Fotos: Gentileza Universal+
Agradecemos a Mariella Lecuona y Boca PR