-¿Si tuvieras que definir tu relación con Gastón Soffritti con un color con cuál sería?
-Con el violeta.
Cande Molfese se sorprende con la pregunta, pero contesta de inmediato. No lo duda ni un segundo y se envalentona al explicar el motivo de su elección: “Se me vino el violeta porque es el color de la transmutación. Siento que fue una relación que me dio mucha evolución para acercarme a quien quiero ser", sostiene.
-¿Y quién querés ser?
-Bueno, quiero ser una persona segura, que sabe lo que quiere, que trabaja de lo que le gusta. Que da, que comparte.
Molfese parece estar tranquila, aunque expectante. Sabe que deberá hablar de su separación del actor, con quien estuvo en pareja por dos años, hasta la semana pasada. Y piensa cada respuesta. No se la ve deprimida. De hecho, luce radiante. Y eso llama la atención del periodista.
-Estás en un momento muy particular, pero se te ve súpera relajada, ¿cómo te sentís?
-Bien, la verdad es que estoy tranquila. Obviamente, llena de emociones. A veces me pongo un poco triste… pero tranquila con esta decisión y la nueva etapa que estoy encarando.
-Charlamos menos de una semana después de que se conociera que te separaste de Gastón Soffritti. La noticia salió en LAM, ¿lo estabas mirando?
-Obviamente que lo estaba mirando, porque soy full consumidora de la tele. Era algo que más o menos uno que trabaja de esto esperaba. Yo lo hago desde los 20 años y tengo 33. Sabés que son las reglas del juego y está bien, es así. Gasti también, imaginate: él actúa desde los 8. Sabíamos que iba a ser de esa manera y estábamos tranquilos, entendiendo que es parte de nuestro laburo. Aunque resulta impactante a veces verse porque uno siempre está mirando al otro, acá decís “ay, soy yo esta vez”. Así que bueno, manejándolo como uno puede.
-¿Estaban mirando el programa juntos?
-No. Él estaba en un asado con amigos y yo, en casa. Me había quedado sola y, bueno, lo vi… Igual lo trataron con mucho respeto, con buena onda. No sé, no me shockeó porque aparte también, tal como dijimos los dos, terminamos de una buena forma y de una linda manera.
-¿Cómo hicieron?
-A pesar de que siempre es triste y doloroso terminar un vínculo, en cualquier plano, en una amistad, en una pareja, cerrar un ciclo de algo y empezar algo nuevo, un nuevo comienzo, lo finalizamos bien. Igual es raro. Porque esas personas siguen existiendo pero no son parte de tu vida. Nosotros lo hicimos con consciencia, con respeto y con amor… Y me parece que eso también es parte de crecer.
-Él no estaba, pero llegó al rato porque seguían viviendo juntos. Y ahí sí, imagino, tuvieron una charla. ¿Cómo fue ese momento?
-Él estaba en un asado y había hablado bastante del tema, pero bueno, como digo, para mí él está mucho más curtido que yo. Entonces no le impactó. Sí, charlamos. “Bueno, ¿qué te pasó algo con esto?”, “A mí sí, a mí no”, “Bueno, la vida…”. Pero después en un lugar lo fuimos normalizándo también. Llega un momento, cuando trabajás de esto hace un tiempo, que normalizás ciertas cosas y, depende: si te agarran débil te pueden angustiar y si te agarran fuerte decís “es normal, es así”.
-¿Qué otra cosa te pasó que te haga normalizar esta situación?
-Inclusive hasta subir un posteo en las redes sociales... No hace falta que sea algo de la prensa. Subís un posteo a las redes sociales y a veces podés recibir ciertos comentarios que te pueden angustiar, según cómo te encuentres emocionalmente. Entonces normalizás ciertos comentarios que por ahí no están tan buenos.
Cande Molfese y cómo fue su separación de Gastón Soffritti
-¿Cuánto tiempo había pasado realmente desde que habían tomado la decisión, hasta que nos enteramos todos?
-Se enteraron bastante rápido. Cuatro días, creo yo. Sí, más o menos. Fue todo bastante rápido, también. Habíamos venido teniendo charlas. Internamente lo vivimos de manera intensa, y además tratando de acomodarnos: “Bueno, a ver, probemos de esta manera”. Veíamos que no veníamos pudiendo y creímos que era lo mejor, por lo menos por ahora. Me da mucha tranquilidad pensar que ahora es esto. No sé qué va a pasar ni en un mes, ni en dos ni en tres años.
-¿Pensás que pueden volver?
-Ahora la decisión es que es que cada uno siga su camino por su lado. Me parece muy lindo terminar una relación de esta manera, sin que haya cosas ásperas por atrás, difíciles, sino desde un lugar de crecimiento y evolución. Como que uno tiene muy asociada la separación a algo, o por lo menos yo lo tenía así… Socialmente hay una construcción de que es un drama, una angustia. Bueno, depende el caso. Pero en este momento yo lo estoy viviendo de otra manera. Si bien hay tristeza, duelo, y días tristes y no tan tristes. Lo más lindo que yo tengo es una red de contención espectacular.
-¿Quiénes son?
-Mis amigas del colegio. Claves. Súper presentes ahí. Constantemente hacemos planes, salimos. A mí me gusta eso, ¿viste? Cuando estoy transitando algo, un poquito meto abajo de la alfombra y salgo de joda. Entro en esa un poco, y después llegará ese proceso de duelo. Un poco me pega por ahí.
-¿Alguien más te acompañó en el proceso?
-Mi familia. Somos cinco hermanas mujeres. Mi mamá también está muy presente. Después, Almendra, mi perrita, súper contenedora. Encima justo me pasó que yo me enfermé. Tuve dengue, lamentablemente, más o menos ahí pegado a tomar la decisión. Entonces fue una transición intensa. Estaba enferma, con esta situación… Pero bueno, cuando me enfermé de dengue entré más en mí misma, en un proceso.
-¿A qué te referís?
-Te sentís muy mal y estás muy pensante, agradecida también de estar transitándolo de la manera más leve, y valorando mucho más las pequeñas cosas. Eso también me hizo entender que realmente es todo así (chasquea los dedos, como indicando rapidez)… Me dije, “bueno, pará: ¿Quiero estar acá? ¿Quiero este vínculo? Tal vez ahora no”. Entrar en esa profundidad me hizo conectarme conmigo.
-¿Estuviste en la cama? ¿Ese momento introspectivo te ayudó a reflexionar?
-Recontra. La verdad que sí, viste que yo te saco provecho de donde puedo. Es clave.
Cande Molfese y el motivo de su separación de Gastón Soffritti
Molfese (33) y Soffritti (32) comenzaron su relación apenas pasados los 30, una edad para muchos rupturista y cargada de incertidumbres. Por eso, como es común hoy en día a esa edad, comenzaron a hacerse una pregunta casi desde los inicios: "¿Queremos ser padres?".
Él, tras analizarlo, entendió que sí. Ella, en cambio, optó por el no. O al menos por el "por ahora no". Esa, se dijo, fue la razón de la ruptura. ¿Pero fue tan así?
-El motivo de la separación que trascendió tenía que ver por la maternidad. ¿Fue ésa en verdad la razón?
-No fue así. O sea, es como un atractivo el título de decir que no quiero ser mamá. Honestamente, no estoy cerrada. Inclusive me hice todos mis chequeos porque hasta estoy considerando la posibilidad de congelar óvulos. Sí, lo veo a largo plazo. No veo que sea un proyecto que tenga a corto plazo. No es que quiero ser mamá dentro de poco. Es algo que considero. Estuvo mucho tiempo cerrada, pero empecé a considerarla. Y creo que también este vínculo me ayudó un montón justamente a considerarlo, pero no es algo que veo ahora.
-¿Cuándo?
-En algún momento, recontra. O sea, puede ser una posibilidad. Y a mí me la despertó sobre todo mi vínculo con mi perra. Entender que en definitiva un poco la materno, porque es lo más cercano que tengo a una responsabilidad. Sé que un hijo es otra cosa, pero un poco me pasa eso. No estoy para nada cerrada. A corto plazo, sí. La verdad es que tengo muchas cosas por delante que quiero experimentar en mi profesión. Quiero seguir emprendiendo y crecer como persona. Es una decisión que hay que tomar a consciencia: Yo todavía no me siento preparada.
-¿Lo charlaron?
-Es un tema que re charlamos. Y siempre mi respuesta ante él es que no era algo a corto plazo, lo veía mucho más adelante. Y por ahí Gasti tenía más esa necesidad de en algún momento ser padre. Más claridad, en realidad. Él es una persona muy clara, que sabe lo que quiere. Y, bueno, yo por ahí un poco más confusa.
-Por lo que venís contando, parece que vos fuiste un poco la que tomó la iniciativa en esta decisión....
-Sí… Puse un poco más el título, pero Gasti puso la charla. Yo soy muy de hacer procesos internos, cualquiera sea la situación, y me cuesta más largarlo. Obviamente cuando lo largo es como “ufff, era esto”. Y Gasti es muy de “che, hablemos, qué necesitamos, qué nos pasa”. Él es muy pragmático, yo, muy emocional. Y a veces mis emociones me juegan un poco en contra. En ese sentido él es más ordenado. Pero sí, es algo que propuse, por decirlo así, yo.
-¿Cómo fue esa charla?
-Una charla con mucho amor, con mucho respeto, donde yo le plantee cómo me sentía. Él también me planteó cómo se sentía. Veníamos de tener charlas en otros momentos. No era algo que pasó de la noche a la mañana, sino que fue un proceso. Y nada… Fue súper triste pero a la vez muy cómodo. Bueno, tal vez hoy no nos estamos encontrando, no tenemos los mismos proyectos, no deseamos las mismas cosas a futuro. Él quiere su camino, yo quiero el mío. Buscamos seguir creciendo. Y ese crecimiento no lo encontramos en conjunto.
-¿Tan claro tienen todo?
-Sé que parece muy idílico y que tal vez no es lo que pasa en general, pero yo tengo la teoría de que las personas vienen a nuestras vidas, nos enseñan cosas y se van. Yo quiero eso para mi vida. Gasti me enseñó un montón de cosas, yo también a él. Y ahora nos dejamos ir. Mirá, ¿quién te dice, hasta podríamos ser amigos en algún momento? Recontra. Es un tipazo. Podríamos llevarnos bien. Ahora está todo muy cercano y a flor de piel y, bueno, no da. Pero no lo descarto en algún momento.
-¿Qué te enseñó Gastón?
-Yo creo que a no complicarme tanto. Soy bastante enroscada en mis pensamientos. Él va con lo que quiere. Y por ahí en eso, viste, sus consejos, su manera de encarar la vida, de decirme: es súper piola en ese sentido. Creo que me enseñó esa parte. También a que me importe todo un poco menos. Yo soy muy de “uy, qué va a pensar, qué va a decir” y él es más de “mirá, la gente va a pensar igual, no es ni tan bueno ni tan malo, las cosas son”. En ese sentido creo que fue un gran maestro. También en la fidelidad. Es un pibe muy fiel. Me demostró que existen los pibes fieles, muy honesto.
Separarse bien: el mensaje que Cande Molfese quiere difundir
"No hace falta pelearse para separarse", dice Molfese, súper segura. Y no tiembla a la hora de explicar su sentencia. Algo que para muchos es imposible pero que para ella y Soffritti, según parece, fue fácil de transitar.
-¿Cómo se hace?
-Fue una semana de convivencia ya separados. Y lo llevamos bien. Era como, no sé... No pasó nada. Cuando hay una decisión en conjunto de que no nos estamos eligiendo para compartir hay un acuerdo, por más que exista dolor y existan inseguridades. A veces vos te levantás y decís "ay, ¿estará bien lo que estoy haciendo? ¿me estaré equivocando?". Bueno, eso es la vida. Pero si vos sos fiel a vos y a lo que tu intuición te dice, sabés que es por ahí.
-¿Te guiás por la intuición?
-Soy muy de escuchar el centro de la panza y sentir que esto está bien aunque te traiga dolor. Muchas cosas que nos traen dolor están bien: dejar un laburo, tener una conversación incómoda con un familiar. Pero bueno, si la sentís, para mí, andá por eso. Y no había incomodidad porque había amor. Era ahora es así y está bien.
-Tuvieron últimas veces conscientes: la última vez que desayunaron, la última vez que almorzamos. ¿Cómo lo vivieron?
-Tenemos los dos mucho humor. Él tiene un humor ácido que es espectacular y yo un humor medio irónico. Entonces era como una combinación espectacular. "Disfrutá este momento que es el último". Era la joda de la joda. Y lo vivíamos así. Creo que lo que más nos costó fue la despedida con Almendra, mi perrita. Yo la adopté en 2020 y la amo con todo mi corazón; y obviamente Gasti se recontra encariñó y Almendra con él. Ella vivió ese proceso a la par y lo sigue viviendo. Sin embargo, él me dijo "no vivamos esto como un drama". Y le contestó que no, que voy a dejar que la lleve a Parque Saavedra para que le tire la pelota.
-Mantenemos esta charla un día luego de que él dejara la casa que compartían. ¿Cómo fue el después, encontrarte sola en tu hogar?
-Cuando él estaba mudando las cosas y qué se yo, yo me dije "límites". Como te comenté, soy una persona bastante emocional. Entonces me fui a lo de mi hermana, que vive a diez cuadras de casa. Almorzamos, charlamos y, nada. Él me mandó un mensajito, me dijo "che, me fui". Volví y, bueno, no estaban las cosas, pero sabía que iba a pasar. Me abrí un vino, brindé por este nuevo comienzo, me desee lo mejor, me prendí una vela, me tomé una sopa de calabaza con tofu, vi una serie y terminó... ya está.
-Lo tenés muy analizado. ¿Es porque lo venís procesando desde hace mucho tiempo?
-Bueno, sí. Las decisiones no son de la noche a la mañana. Ni unilaterales. Si es una pareja, es en conjunto. A veces pasa que uno quiere y el otro no, y no entiende nada, pero después, a la larga, quizá ves el proceso y sentís que por ahí no estabas preparado en ese momento para hacerte cargo... Si es una pareja, si es un vínculo de a dos, es de a dos. Ahora fue bastante pareja y estuvo bueno. Pero sí, es algo que yo vengo laburando y él también en su terapia y nosotros en conjunto. Es liviano, por así decir. No estoy enterísima: a veces lloraré y a veces estaré triste. ¿Sabés que siento? Que no va a ser la primera ni la última vez que me pase. Porque es así. La gente pasa, te enseña cosas, se va. Hay una canción de Drexler que dice: "Tu corazón va a sanar, va a sanar, y va volver a quebrarse mientras le toca pulsar". Es así. Nos va a pasar doscientas mil veces porque esto es la vida.
Cande Molfese y sus proyectos laborales
Separada de Gastón Soffritti, Molfese pondrá mucho enfoque en su costado laboral. En plena grabación de la segunda temporada de Barrabrava, una ficción que fue éxito en la pantalla de Prime Video, además encarará una obra de teatro y... una sorpresa: "Voy a hacer un proyecto con Almendra, mi perra", anticipa.
"No lo puedo contar pero va a cambiar mi vida. Significa mucho para mí... Compartir un proyecto con mi perra, ¿qué te voy a decir?", agrega, enigmática.
Sobre su presente como actriz, destaca: "Estamos filmando precisamente Barrabrava en Uruguay: vamos y venimos. El año pasado convivimos cuatro meses. Este año es diferente pero lindo igual".
Y puntualiza: "Se acaba de estrenar El sabor del silencio por Flow y es impresionante cómo le va yendo. Que me llamen y ser parte es espectacular. Estoy súper contenta".
Como si eso fuera poco, Cande además abrirá una nueva sucursal de Borja, el café de especialidad que ya es un suceso en Buenos Aires: "Si todo sale bien, vamos a inaugurar el primer local en Uruguay", cierra confiándonoslo.
Fotos: Rocío Bustos
Videos: Mailen Ascui
Edición de tapa y retoque de fotos: Darío Alvarellos y Gustavo Ramírez
Producción y estilismo: Sofía Perez y Santía
Maquilló y peinó: Josefina Castro Videla (@josecv.estudio)
Looks: Neratta, Shibinda, The Ann Wagners y Fiskyn.