Un estudio de la consultora OH! Panel revelaba en 2020 que el 81 por ciento de los argentinos pagaba sus compras en los comercios de cercanía con efectivo. La tendencia fue contrastada con el paso del tiempo y la creciente -y descontrolada- inflación. De acuerdo con los últimos número ahora de Kantar, hoy, para abonar sus consumos, el 91 por ciento de los argentinos usa medios de pago que no son en efectivo, como billeteras virtuales o tarjetas de crédito y débito.
Los especialistas indican que este cambio de comportamiento guarda dos razones: algunas tentadoras ofertas de plataformas de pago y, la más relevante, que es prácticamente insostenible andar con dinero físico en la vida diaria. Los cajeros automáticos cada vez se quedan más rápido sin él, algo que se suma a lo poco cómodo que resulta tener que circular con una gran cantidad de billetes para finalmente adquirir pocos productos en el supemercado o la almacén.
Lo cierto es que se vienen novedades en materia monetaria, ya que luego de que el Poder Ejecutivo informara la llegada de billetes de 10 mil (acaban de comenzar a circular) y 20 mil pesos (ambos provienen de China), el Banco Central de la República Argentina (BCRA) comunicó que a lo largo de mayo comenzará a sacar de circulación un grupo de ejemplares de billetes de 500 y mil pesos.
Pero, más allá de la comodidad de contar con dinero de mayor denominación, el economista Fabián Medina advierte en diálogo con Revista GENTE que la incorporación de estos billetes “va a pegar un nuevo salto de inflación por emisión, ya que ya estás hablando, si le sumamos los miles de pesos emitidos desde diciembre a la fecha, de cerca de 15 billones (con B larga)”.
“Con dicho nivel de emisión, más los nuevos billetes que vienen de China, además, aumentará la economía informal -superior al 50 por ciento-, que hará caer la recaudación”, agrega el especialista.
Según la visión de Medina, una medida que se podría haber tomado es “generar que con la misma plata la gente compre más". Y explica su teoría: "Pero para eso tenías que sacar el dólar del sistema legal. Sin embargo, lo lo están metiendo más adentro. ¿Qué quiero decir con esto? Que vas a generar una recesión con hiperinflación por los próximos dos años. Estás en un círculo vicioso en el que, cuanto más emitís, y mayor denominación sacas, más gente opera en negro. Cuanto más se opera en negro, menos recaudación tenés. Y cuando menos recaudación tenés, necesitás volver a ajustar”, entiende.
¿Hay atraso cambiario?
El viernes último, a través de la red social X, el presidente Javier Milei realizó un posteo preguntándose si hay atraso cambiario.
“Si bien es imposible conocer los parámetros profundos (preferencias, tecnología y dotaciones) para toda la humanidad en el presente y el futuro, por lo que sólo de casualidad un ser humano podría determinar el vector de precios de equilibrio y con ello hablar del desvío, al menos de corto podríamos preguntarnos si un cierto marco de política implica un sendero en dicha dirección”, lanzó el mandatario.
Y enumeró cinco ítems relacionados con el superávit financiero en el tesoro: una base monetaria constante; brecha casi nula, con compra de reservas netas; saneamiento del balance del Banco Central y levantamiento de restricciones diarias en el mercado cambiario hasta que se termine de salir del cepo". Entonces Milei planteó el interogante: “¿Estamos frente a un caso de apreciación cambiaria o a un caso de reacomodamiento de precios relativos donde Argentina es cara en dólares dada su estructura fiscal y regulatoria?”.
Para explicar el mensaje de Milei, lo primero que aclara Fabián Medina a GENTE es que el Presidente “habla de precios de equilibrio” que se dan en el momento en el cual los costos y el precio de venta coinciden en cero. “El superávit fiscal no existe porque el 0,2 por ciento hablado de enero a marzo es artificial por el no pago de deudas”.
“En cuanto a que la brecha se encuentra en cero, sí, está en cero, pero lo que se mueve son los dólares financieros y sobre todo el Riesgo País. Con este nivel de actividad económica desde el exterior se están dando cuenta de que puede haber problemas sociales en el futuro del país. ¿Por qué? Porque el balance del Banco Central está expuesto artificialmente para llegar a cero”, argumenta.
“Entre el jueves y el viernes de la semana pasada el blue se quedó quieto, aunque los financieros volaron, y se fueron cien pesos arriba y el RP subió más de 100 puntos. Sí hay atraso cambiario”, afirma sin vueltas.
“El Fondo Monetario Internacional está pidiendo un dólar de 1.520 a 1.600, que es lo mismo que piden los grandes productores de la Sociedad Rural Argentina, como para dar un ejemplo. Para liquidar la cosecha ellos –arriesga– necesitan los 800 pesos que el dólar valía en diciembre, más el 90 por ciento de la inflación. Si no la guardarán en los silobolsas”, añade.
“De los 25 millones de toneladas de soja habilitadas para marzo, sólo se liquidaron únicamente entre 11 y 12 toneladas pertenecientes a los pequeños productores de la Federación Agropecuaria. Los otros 5/7 millones de toneladas pertenecen a los grandes productores. Es decir: tienen cerca de 13 millones de toneladas guardadas en lo que representó el mayor negocio de Expo Agro de este año: la venta de silobolsas. Justamente los grandes productores cuentan con espaldas para comprar, guardar y no lo necesitan para vivir. El pequeño ruralista ya liquidó porque si no, no puede hacerlo”, cierra el economista Medina.