Con una remera de manga larga café, unos clásicos jeans azul y una campera negra para afrontar la fresca brisa y una leve llovizna del otoño argentino, así llega Rodrigo Lussich a un moderno triplex en el corazón del barrio porteño de Palermo, locación en la que se entregará a una "divertida" y "audaz" producción fotográfica para revista GENTE.
"Yo soy una persona muy clásica, no sigo las tendencias, ni me lookeo para ir a un evento. Soy un bodoque con la moda", señala el conductor de Socios del Espectáculo durante el shooting de la tapa de GENTE Uruguay, antes de enfundarse en conjuntos de lana sastreros de estilo escocés o pilotos XXL inspirados en la tendencia del otoño 2023: 'No pants' (sin pantalones).
Sobre esa línea, el periodista o "animador" uruguayo -como le gusta definirse-, reconoce que en estos casos le gusta entregarse a looks que jamás usaría para salir. "Me divierte jugar un rato, verme y mostrarme de una manera distinta, pero después no sé si me dan las bolas para ir a un evento en modo fashionista", admite.
Durante más de tres décadas Rodrigo Lussich ha dedicado su vida a comunicar y entretener a la gente a través de los medios de comunicación: comenzó a los 14 años en la radio, saltó a la televisión como movilero en un formato "acartonado" como lo son los noticieros, pasó al panelismo y finalmente llegó a la conducción con un programa de chimento donde despliega su histrionismo y se permite combinar el humor con el género.
En una entrevista exclusiva con revista GENTE, el protagonista de la Tapa de GENTE UY, hace un recorrido de su extensa trayectoria en Argentina, reflexiona de su "infancia nómade", habla de las deudas pendientes con su Uruguay natal y analiza a su rival televisivo, "el enemigo" -como le gusta referirse a Ángel de Brito-.
De la propuesta de trabajo rechazada en Uruguay, a su debut artístico: las deudas pendientes de Rodrigo Lussich con su país natal
-Venís de debutar con tu obra 'Dos hombres buenos' en Uruguay...
-Así es. Muy felices con Adrian (Pallares), que llenamos la sala del teatro Metro en Montevideo. Una sala grande que para nosotros fue todo un desafío porque no estamos acostumbrados a hacer algo tan masivo, nosotros solemos hacer funciones para 100 personas…
-¿Cómo sentiste la recepción del público uruguayo?
-El público uruguayo estuvo divino, nos recibió con mucho cariño. Y en nuestro caso, sentimos que es un público que quedó de cuando condujimos Intrusos, porque en Uruguay no se ve Socios del espectáculo, y no es que el programa arrastre gente al show. Así que desde entonces quedó el cariño de la gente, porque en la diaria, salvo que nos vean por Flow o YouTube, no formamos parte de la televisión uruguaya.
-¿Fue un suceso grande?
-Sí. Lo disfrutamos mucho. Yo también tengo familia en Uruguay que estuvo ahí y para mí era un sueño estar en una sala de Montevideo que es la ciudad donde nací, y hacer una obra propia fue un sueño cumplido.
-Debutaste como cabeza de compañía…
-Claro. Había estado en ese teatro como elenco de Carmen Barbieri, en una revista donde tenía un papel no protagónico y cuya convocatoria tampoco fue tan grande como lo que vivimos ahora.
-Hace un año que vienen haciendo gira por Argentina. ¿Llevar la obra a Uruguay fue algo planeado desde un principio o surgió con el tiempo?
-El deseo de hacer Uruguay siempre estuvo. El primer año hubo un par de intentos pero no se pudo concretar por un tema de logísticas con los empresarios, pero siempre estuvo contemplado llevar la obra.
-Finalmente se dio y se presentaron no solo en Montevideo, sino también en Colonia…
-Este año por fin se pudo arreglar y de la mano del productor uruguayo Diego Sorondo se llevó a cabo todo lo planeado. Apostó a nosotros y preparó todo para que vayamos a Uruguay dos veces antes del show y poder hacer prensa previa. De hecho, la mitad del teatro lo vendimos en las últimas 24 horas estando con Adrián en Montevideo dando notas. Fue bárbaro, salió mucho mejor de lo que esperaba…
-¿Tras este éxito, hay intenciones de volver o presentarse en otras ciudades de Uruguay?
-Mirá, hay algunas posibilidades de hacer lugares del interior de Uruguay, y nos están llamando para arreglar y es un poco la idea. Tal vez para Montevideo necesitemos tener un show nuevo el año que viene, pero bueno, paso a paso. El sueño de Montevideo ya se cumplió y veremos a medida que avance el tiempo como se da todo.
-Solés decir que no vas a Uruguay tanto como te gustaría ¿Qué te mantiene tan alejado de tu ciudad?
-Lo que pasa es que tengo muy poco tiempo libre. En mi caso me tomo muy pocas vacaciones, y cuando tengo posibilidad de planificar trato de viajar a lugares que no conozco, y visitar lugares nuevos. Igual, al ser tan cerca, mi familia suele venir a visitarme más seguido, que yo, que me tomo vacaciones una vez al año…
-Sos un workaholic…
-La verdad soy muy poco ocioso, me tomo 10 días o dos semanas como mucho. Creo que cuando hacés un programa de televisión no hay que abandonarlo demasiado, no soy de los que se toma un mes de vacaciones. Pero ahora que se dio lo de la obra, pude ir dos veces a Montevideo en un mes y estuvo buenísimo.
-A lo largo de tu carrera, ¿nunca hubo propuestas para hacer televisión en Uruguay?
-Las hubo hace algunos años atrás, concreta, en un canal de televisión para hacer una programa de espectáculos, pero me tenía que ir a vivir a Montevideo, y en ese momento yo estaba con trabajo en Argentina y me parecía demasiado drástico el cambio de dejar todo e irme.
-En ese caso, lo tuyo sería más ir y volver y no dejar de trabajar acá…
-La verdad, mi idea a la hora de hacer un programa allá siempre como que fue irme a grabar una vez por semana y volver. Hacer algo que me permita entrar y salir, y no dejar mi vida en Buenos Aires.
-¿Y ves esa dinámica en un futuro cercano?
-Las intenciones y las charlas con gente amiga, empresarios y productores están, aunque no se concretó nada todavía. Pero creo que no está tan lejano y es algo que va a terminar pasando en un futuro relativamente pronto.
-Tras tu exitosa performance en el Metro, falta tu debut en la pantalla chica uruguaya...
-No sé si este año o el próximo, pero me parece que está a la vuelta de la esquina. Eso es algo que me gustaría mucho, es otra cuenta pendiente. Hacer un programa en la televisión uruguaya es algo que me tienta mucho.
-Pero no para irte a vivir allá…
-No, no con la condición de irme a vivir a Uruguay. Mi vida está hecha acá y gran parte de mi familia y mis amigos están acá. Además, de momento tengo mucho trabajo también.
-Es que creciste y te formaste en Buenos Aires…
-Yo soy uruguayo, amo mi país, tengo mis raíces allá, tengo hermanos, primos y amigos, pero yo vivo acá hace 40 años, soy muy porteño. Pensá que de 50 años, sólo 10 viví en mi ciudad, así que en realidad Buenos Aires es mi lugar.
-¿Cómo es tu vínculo con el medio uruguayo, con otros colegas tuyos de allá?
-La verdad, no tengo amigos en el medio uruguayo, como desde muy chico me vine a Argentina e hice mi carrera acá, no tuve ese contacto. Sí, ahora que estuvimos por allá dando notas, ellos destacan y valoran la trayectoria que hice como representante uruguayo, pero bueno, también yo me formé y crecí acá, no fue que vine con una carrera ya hecha a probar suerte.
El recorrido de Rodrigo Lussich en los medios argentinos: de trabajar en noticieros a conducir "Socios del espectáculo", donde combina el humor con el chimento
-¿Siempre quisiste ser periodista?
-Mi sueño desde chico siempre fue trabajar en televisión, me gustaba mucho el entretenimiento.
-Contame un poco de cómo fue tu recorrido en los medios de comunicación argentinos.
-Trabajé desde muy chico en el periodismo, a los 14 años ya tenía un programa de radio en Pilar, lugar donde me crié. A los 19 años ya conducía un noticiero de actualidad local en Pilar también. Después me vine a Buenos Aires de movilero para Radio 10, y ya de más grande me pasé al chimento y terminé en la conducción.
-¿Cómo fue ese salto al mundo del espectáculo y el entretenimiento?
-Con el tiempo fui buscando la manera de irme metiendo a través de cosas que no tengan tanta seriedad, ni tanta solemnidad como el mundo de los noticieros, que fue donde yo empecé. Porque me parecía demasiado acartonado para lo que yo quería hacer. Después logré dentro del chimento buscarle la vuelta con el humor y la animación en estas secciones mías de las bombas y los escandalones, que me permitieron jugar el chimento desde un lugar más lúdico.
-Paralelamente también transitaste un camino artístico, más ligado a tu familia...
-Claro, mis padres eran actores, se conocieron estudiando teatro en Uruguay. Y la actuación siempre estuvo en un camino paralelo para mí. Estudié teatro en escuelas desde chico, y acá en Buenos Aires hice obras de teatro independiente con amigos, siempre fue paralelo al periodismo. Y siento que eso también me dio herramientas para hacer una conducción más actuada desde algunos lugares.
-Formaste parte de producciones con grandes cabezas de compañía…
-Hice Revista con Carmen Barbieri, musicales con Elena Roger. Participé de muchas obras del under también, pero siempre desde un lugar paralelo, menos masivo.
-Hoy con Adrián (Pallares) te permitís combinar esos dos caminos…
-Bueno, con Dos hombres buenos lo que hacemos en el teatro con Adrián es un poco una mezcla. Porque estamos actuando pero hacemos de nosotros mismos dentro de un esquema teatral. Creo que al final los camines siempre terminan juntándose, y que el universo siempre conspira para que uno termine haciendo lo que siempre quiso.
-Bueno en Socios del espectáculo implementás como esta marca lúdica tuya...
-Es un estilo que venimos arrastrando desde Intrusos con Adrián, y que vengo implementando en mi carrera hace algunos años. Es un programa que si sos más purista del género de chimento te cuesta un poco más, porque quieren esa discusión constante y las primicias, pero el que nos ve a nosotros es porque se quiere divertir y pasar un lindo momento. Nosotros nos vamos por un camino más distendido.
-Un cambio que generó sorpresa fue la incorporación de un hombre al panel. ¿Fue una propuesta del canal o cómo surge la idea?
-La incorporación de Matias Vázquez fue porque nos gustaba mucho lo que hacía en lo de Karina Mazzocco, por las investigaciones que hace pensamos que podía sumar en lo periodístico. No es una cuestión de que el estilo del programa sean todas mujeres y nosotros dos, de hecho, mañana puede ser todos hombres y no tenemos problema con eso, no hay inseguridades. Igual, con Adrián estamos contentos con el panel y las chicas son todas divinas.
-¿Qué podés decirme de Adrián Pallares, esta dupla televisiva que ya es una marca registrada de la TV argentina?
-La verdad que con Adrián se trabaja muy bien, tenemos una química que viene de hace años, somos grandes amigos. Es la única persona con la que yo conduciría un programa en duplas. Nos entendemos muy bien, y creo que los dos nos descansamos, en el buen sentido de la palabra, cuando el otro encara un tema que también no nos interesa tanto ir tan a fondo.
-Ambos tienen un estilo muy distinto. ¿Cómo se complementan?
-Yo sé que toda la parte periodística Adrían lo maneja con mayor facilidad, y después se sabe que yo abordo las partes más lúdicas del programa y él me sigue a mí. Nos respetamos los espacios. Podemos tener diferencias mínimas y si tenemos que discutir discutimos, pero lo hablamos siempre con respeto. Creo que ese es nuestro secreto, porque a la gente le gusta vernos juntos, cuidarnos y complementarnos.
-¿Cómo es Adrián cuando vos te sacás o estas revolucionado de energía?
-(Risas) Bueno, él me deja ser, no me censura. Sabe que los días que estoy más enloquecido me deja ser, o si me agarra una chiripiorca y empiezo a putear a alguien también me deja. Igual yo muchas veces me freno y me cuido de no pasarme de rosca porque está él al lado.
-Hay algún tipo de cláusula con este dupla, te ves haciendo algo solo a corto plazo...
-Nuestra dupla televisiva es para Socios del espectáculo, no pretendemos ser rubro en conducción en duo de por vida. Mientras dure el programa vamos a estar juntos con Adri, pero más allá de lo que pueda pasar, ambos nos vemos haciendo otras cosas solos.
-¿Qué proyectos, además de la televisión, tenés en mente o estás con ganas de incursionar?
-A mí me gusta mucho la televisión y espero trabajar siempre en la TV porque entiendo que es donde más cómodo estoy, pero me gusta mucho la radio también, y es algo que no estoy haciendo. Si me preguntás entre la radio y el streaming, preferiría hacer radio, pero no le escapo a la idea del streaming.
-¿Hubo propuestas para hacer streaming?
-No la propuesta, hubo charlas pero no algo formal. Pero más allá de eso, después de la gira de Dos hombres buenos, probablemente me ponga a escribir un unipersonal que tengo en mi cabeza, que es un proyecto que me gustaría emprender pronto.
Íntimo con Rodrigo Lussich: de su infancia nómade, a su solitaria y sedentaria vida fuera de cámara
-¿Qué recuerdo tenés de tus padres?
-La infancia nómade qué tuve hasta los 10 años que me vine a Argentina. Esos primeros años de vida vivi en muchos lugares, fue una infancia re linda pero movida, no fue una infancia clásica. Montevideo era como la base pero siempre estábamos yendo a distintos lugares con mis padres, que tenían una vida medio hippie.
-¿Qué rescatás de esa vivencia?
-Creo que me permitió tener muchas herramientas para desarrollarme en la vida. Tener mucha calle de chico, yo vendía café en la calle a los 11 años en Buenos Aires, eso me permitió tener siempre un instinto de supervivencia y de sentir que nada es tan drástico ni tan traumático.
-¿Qué crees que es lo más uruguayo que tenés?
-Mmm… que difícil. No creo que tenga mucha cosa uruguaya porque no me gusta el mate, que es muy de allá. Creo que tengo un poco esa nostalgia del uruguayo, esa cosa medio melancólica que es algo marcado de la personalidad de la gente de Uruguay. Creo que tengo más cosas de porteño porque en definitiva me crié acá básicamente.
-¿Qué sentís que te quedó marcado de tus padres?
-Creo que esta cosa de cambio y de búsqueda permanente, que yo también tengo, es algo que aprendí de ellos. Las enseñanzas que me dejaron de cómo moverme en la vida, de manejarme con mucha libertad, que es algo que aplico en la sexualidad, en el trabajo o de cómo entrar y salir de lugares.
-En reiteradas ocasiones señalás que sos una persona solitaria, ¿siempre fue así?
-No. Pasa que hoy tengo una edad en la estoy mucho más tranquilo, pero el hecho de haber tenido una vida tan movida desde chico con tanta gente alrededor, y después un trabajo que te mezcla con gente todo el tiempo, eso hace que yo haya tenido muchas vidas en una sola vida. Y hoy me agarra en un momento mucho más establecido desde el lugar en el que no necesito estar rodeado de mucha gente para sentirme bien. Aprendí a disfrutar mucho de mi soledad, de mi casa de mis espacios que eso de chico me costaba mucho estar solo, y eso a veces hace que te relaciones con personas que no tenés nada que ver, hasta amistades que no te aportan nada. Entonces con los años uno aprende a estar solo, es algo que se valora mucho, porque cuando uno está bien con uno mismo, después solo aceptas a quienes te sumen.
-¿Cómo hacés para equilibrar la exposición que te da el teatro, que es donde tenés otro tipo de contacto con el público?
-Hacer teatro y tener esa atención del público que va a verte y recibir ese cariño me permite tener esa cuota de movimiento bastante cubierta, porque después, estar todo el tiempo viviendo en persona me estresaría mucho.
-¿Cómo sos fuera de cámara?
-Mirá, puertas adentro soy un poco ermitaño. No soy de esas personas que llega a una reunión y le cae simpático a todo el mundo, o que se hace amigo de todo el mundo. Soy bastante tímido, bastante retraído, me cuesta estar en grupos, y con los años he tratado de no forzar cambiar eso. Siento que no necesito rodearme de gente que no tiene nada que ver conmigo y prefiero quedarme en casa viendo una serie. Porque además no me integro con facilidad. Admiro esa gente que tiene una facilidad de integrarse que yo nunca tuve.
-Sos más selectivo con la gente que compartís y que le dedicás tiempo…
-No sé si selectivo, no quiero pecar de soberbio porque no se trata de escoger con quien. Pero antes que quedar como un antipático prefiero mejor no participar. Yo no soy de quedarme en las reuniones o fiestas hasta el final. A mí me gusta ir un rato, formar parte, divertirme, estar y ya salir. No aguanto mucho tiempo en reuniones grandes. Siento que con los años uno va seleccionando un poco su propia integración al mundo social.
-A eso sumale la percepción preconcebida que la gente debe tener de verte en televisión o en el teatro…
-Totalmente. Te dificulta ser uno más del montón, porque cuando llegás a cualquier lugar ya estás en un lugar distinto para la mirada ajena. Donde las personas tienen una mirada recortada de vos en la que creen que saben mucho de vos y en realidad no saben nada.
-¿Cómo sería un día ideal para vos?
-Un día ideal para mí tiene que ver mucho con el trabajo. Yo disfruto mucho de trabajar, porque encuentro un espacio de mucha realización, de mucha adrenalina y un espacio lúdico. Cuando estoy trabajando en general es cuando más contento estoy. Después yo tengo una vida bastante tranquila, mi día es ir a hacer el programa, participar de la producción, por supuesto, entremedio vuelvo a casa, paseo a mi perro, entreno, me veo con algún amigo o voy a algún evento social. Pero en sí, cuando más trabajo tengo es cuando más contento estoy. No separo mi vida de ocio del trabajo.
Rodrigo Lussich a corazón abierto: "Estoy en un momento de introspección y de no querer estar con nadie"
-En cuánto a lo sentimental, ¿También sos muy cauto a la hora de abrir tu corazón?
-Hoy estoy atravesando una etapa particularmente bastante cerrada. Me separé hace dos años de una relación importante y a partir de ahí cerré la puerta para ir a jugar. No estoy emitiendo una sintonía de querer conocer a alguien. Tiene que ver con eso de cruzarme a la persona correcta y a medida que uno no lo percibe, no meterme en situaciones que no tengo ganas de sostener. Estoy en un momento de mucha introspección, no estoy en un momento de apertura. Supongo que es un estado que se modificará con el tiempo y que no va a quedar así para siempre.
-¿Eras enamoradizo?
-Sí, era una persona muy enamoradiza. Y cambié mucho en los últimos años, pero tiene que ver con esta cosa de que sólo tenga que ver con el deseo y no con la necesidad de estar con alguien por estar.
-¿Cómo fue el proceso de cambiar eso y abrazar la soledad?
-Para mí es algo muy inédito porque yo siempre estuve bastante abierto al amor, estuve en relaciones largas y le puse mucha energía siempre a eso. He terminado yendo a terapia más por mis parejas que por mí.
-Salías lastimado…
-De todo, como la vida misma. Uno puedo lastimar y ser lastimado. Uno construye y destruye. No me pongo en el lugar de víctima ni de victimario, pero quiero decir que lo he vivido muy intensamente. Y hoy estoy en una situación muy inédita que es no querer, y alguien como yo que siempre quiso y que siempre vivió el amor de manera muy idealista, hoy que no quiero me dejo atravesar por esa sensación de no querer.
-¿Te ves formando una familia, y ser papá?
-He tenido todos los planes posibles. Algunos se han concretado y otros no. Siempre digo que la paternidad tiene que ver con un proyecto de dos, y bueno no lo he tenido. Con mi última pareja fue algo que se habló pero que no llegó a ser parte de un proyecto sostenido.
-No te ves siendo padre soltero.
-Con una pareja sí, sólo no. Pero bueno, en tanto no esté la pareja menos lo otro.
-Decís que vivís tus relaciones intensamente. ¿Cómo es esa faceta tuya de pareja?
-Me gusta mucho el cortejo. Siempre me encantó todo eso, toda la etapa de la conquista y el enamoramiento son cosas que he disfrutado mucho.
-¿Qué te conquista de una persona?
-Siento que me tiene que pasar algo con la otra persona. Es una cuestión que pasa por la piel, por la mirada, por el encuentro, por los ideales, por los valores, por un montón de cosas que coinciden en algún momento con determinadas personas. Creo que son excepciones en general, que de hecho, por eso uno se enamora tan poco en la vida en comparación a la cantidad de gente que uno conoce. Porque de ahí a que conectes, esa conexión siento que sucede muy pocas veces.
-En cuanto a las nuevas convenciones sentimentales y afectivas en las parejas. ¿Considerarías tener una pareja abierta o polígama, si llegase a aparecer alguien con quien conectes fuertemente?
-Yo soy muy clásico, o al menos he sido muy clásico hasta ahora, y creo que voy a seguir buscando gente que tenga que ver con esa manera de ser clásico. No creo que me enganche con alguien que quiera tener una relación poliamorosa. Por lo que yo siento o por cómo idealizo el amor, no me imagino en ese tipo de relación. No tengo la cabeza tan abierta, soy un tipo bastante clásico y chapado a la antigua. Es verdad que nunca hay que decir nunca, pero no lo veo muy para mí.
Los escandalones de Rodrigo Lussich: del verdadero motivo detrás de la primicia que dio de Marina Calabró, al análisis de su rival televisivo Ángel de Brito.
-¿Cómo fuiste sobrellevando la fama o la exposición?
-No soy muy consciente de eso. No tengo muy claro la percepción de ser famoso. Creo que hay una diferencia entre ser conocido y famoso. Yo soy más conocido que famoso. De hecho, ni me siento figura de nada. Siento que uno puede tener más o menos exposición pero el tema está en el recorrido y perdurar por tu trabajo. Igualmente, te digo que no tengo fobia a que me pidan fotos o saludos, no lo padezco, pero no estoy consciente de cuántas personas me conocen o piden una selfie.
-¿Cómo te definirías profesionalmente?
-A mí me gusta definirme como un animador. Si me preguntás cuál es el rol que más disfruto, es el de animador en todo el sentido de la palabra: hacer reír, acompañar, que el espectador la pase bien. Ese es el rol que me gusta ya sea en una obra de teatro o en un programa de chimento.
-Sobre esa línea, en una entrevista mencionaste que buscás divertirte a la hora de dar una primicia y que no es algo que te importe tener...
-En realidad, para mí la primicia es un tema que pasó de moda. Creo que es un tema del círculo interno del periodismo de chimento, donde hay como una especie de cucarda de cuantas primicias tiene uno. Me da muy Lucho Avilés, del viejo Intrusos, o inclusive de los chicos de LAM que están muy pendientes de eso. A mí la verdad que me da lo mismo tener una, dos o ninguna. La gente no se acuerda quien contó una primicia, nos acordamos nosotros. Me parece re demodé, y creo que hay gente que no entiende que el genero cambió y que la gente no te ve por las primicias porque con las redes ya todo se sabe mucho antes.
-¿Qué te pasó cuando se generó todo el lío de la primicia que diste sobre la separación de Marina Calabro y Martín Albrecht?
-Es que yo sé que eso no lo hice ni para traicionar una amistad ni por dar una primicia. Primero que nunca fui inhabilitado por mi amiga para decirlo, por lo tanto, no siento haber traicionado nada. Lo hice con el único objetivo de molestar al enemigo (LAM) nada más.
-A LAM…
-Los que sí iban hacer un programa entero con esa primicia. Como iban a estar una hora con ese enigmático, me pareció divertido pinchárselos un rato antes. Lo hice con esa única intención.
-Y después se desencadena todo un ida y vuelta…
-Sí, pero son problemas de nosotros. Marina sabe que no la traicioné. Y después lo de la primicia me causa gracia porque lo hice sólo para molestar.
-¿Cómo sobrellevás la situación cuando la noticia te tiene a vos como protagonista?
-A mí no me molesta que tratemos los temas que nos incluyen. No le escapo a lo autoreferencial, porque la gente también se engancha con eso, con cosas que nosotros contamos de nuestras vidas y creo que en el programa ahí marcamos diferencia al contar de cosas más privadas nuestras. Y si hay que un tema como lo de Marina, se habla. No tengo rollo.
-¿Cómo está realmente el vínculo con Marina? Ella dice que estás enojado.
-Yo no estoy peleado con Marina. Sólo tenemos menos frecuencia de comunicación que en otras épocas.
-¿Su relación, con su ahora ex, pudo haber contribuido a que las cosas sigan distantes?
-Yo no tenía demasiada onda con el novio, no sé si se va a reconciliar o no, pero le deseo lo mejor y que sea súper feliz. Lo más importante es que ella esté bien, y si es estando de novia con una persona que no es de mi simpatía no pasa nada. Pasa miles de veces que uno no tiene onda con la pareja de un amigo y se aleja por eso. Pero como nosotros veníamos alejados por los otros temas, tampoco es que se marcó tanto la diferencia. Ahora si ella sigue soltera o no sigue en esa relación y nos reencontramos, no va a ser por eso, sino porque ambos queremos reencontrarnos.
-¿Podemos decir que la amistad sigue intacta de alguna manera?
-Sí, el afecto sigue intacto. Después la frecuencia está un poco más interrumpida.
-Se ha generado una especie de River - Boca entre Socios del espectáculo y LAM. ¿Cómo es realmente esa relación con Ángel de Brito?
-Bueno, desde lo personal yo he tenido muchas diferencias con Ángel y las he expresado, y ya se sabe lo que yo pienso y también se sabe lo que él piensa, y en ese sentido no hay ahí una confraternidad. Después el Boca-River creo que es más de redes. Y las redes en ese sentido están muy del lado de ellos porque hacen un trabajo para monopolizar desde ahí. Un trabajo que a mí me estresaría hacer y que tampoco me interesa.
-Vos decís como que trasladan el programa o ese ida y vuelta que se pueda dar en televisión a las redes.
-Claro, ellos tienen un trabajo de las redes que nosotros no, y que no estamos interesados en hacer. Capitalizan todo un público de redes, una comunidad de gente más joven que son mucho más enérgicos y que se prenden en esa. Después tienen una serie de cuentas fakes que también los apoyan mucho...
-Tiene que ver con esto del salto a lo multiplataforma, aggiornarse…
-Bueno, es un trabajo que particularmente Ángel ha sabido hacer desde que empezaron a salir las redes. Es muy adelantado con todo eso. Él ya tenía Twitter cuando nosotros todavía no, ha trabajado mucho con todo eso y está perfecto que así sea. Me parece que son construcciones que cada uno hace. Pero no todo lo que está en redes significa que sea ni cierto, ni tan grande, es una burbuja de redes.
-¿Y en lo televisivo?
-Después en el rating estamos muy parejos, en general nosotros venimos un poquito mejor y hay momentos en que ellos pasan al frente. Nosotros trabajamos en televisión y eso se mide por rating, no por menciones en Instagram o en Twitter. Entiendo que hoy la conversación de redes influye mucho y en ese sentido LAM monopolizan ese mundo…
-¿Y no es algo que te interese o que te hayan propuesta empezar a mover?
-Yo tengo mis redes para mí, y para lo que me divierte hacer. No cuento chimento en redes, puedo postear cosas del programa pero no traslado mi trabajo ahí, me resultaría muy aburrido hacer eso.
-¿Qué fue lo que te sacó tanto de todo el lío que se generó con esta primicia de la discordia, que terminaste diciéndole en vivo a Ángel: “Choriplanero del chimento”?
-Mirá, no quiero remover nuevamente todo eso porque se genera nuevas réplicas y es un tema de nunca acabar. Y en ese sentido ellos tienen más aguante que uno porque yo me aburro mucho más rápido de todo esto. Pero en definitiva fueron cosas que me surgieron decir en ese momento. Creo que es más fácil armar un programa si vos tenés para vivir como satélites un montón de otros programas, que buscar la creatividad para cuando no hay nada. A eso me refería con eso.
-Has tenido idas y vueltas con Flor de la V, Ángel De Brito, Karina Mazzocco... ¿Creés que la guerra entre conductores es algo televisivo, por rating?
-Creo que en el fondo siempre es cuestión de ego. Siempre nuestro ego está puesto en juego con el rating, con las primicias, el rebote de cada programa o lo que uno genera. En definitiva es una cuestión de egos.
-En tu caso como manejás tu ego. ¿Trabajarías con alguno de ellos si te propusieran formar parte de un programa?
-No, no, no. No haría nada con ninguna de estas personas. Pero me parece que tiene que ver con algo de la carrera hecha, de tener metas superadas, y hay cosas que uno tiene ganas de hacer y otras que no. En mi caso, con el ego tengo rachas, hay veces que me gana y que capaz me genera mostrarme enojado y ser impulsivo, y por momentos lo tengo más domado y me chupa todo un hue...
Fotos: Diego García
Producción y estilismo: Caro Gagliardini
Filmmaker: Rocío Bustos
Dirección creativa: Sebastian Vaca Mur
Maquillaje y peinado: Luana para Sebastian Correa Estudio
Looks: Perramus, Oggi Zapatos y Giesso Agradecemos por la locación a: @spacepal.ar, app para alquilar todo tipo de espacios por hora o por día y a @hestia.stays, alquiler temporario de departamentos de lujo en BsAs y Paraguay.