La vida está llena de contrastes. En las marquesinas y en la ficción, Gonzalo Ezequiel Heredia (42) se está mostrando como un chef de pensamientos sombríos que, si lo ponen a prueba, es capaz de cualquier cosa, pero delante nuestro, en medio de un frondoso jardín del Tigre, el mismo hombre muestra su lado más cálido y charlatán.
"Hoy estoy teniendo un día intenso, pero esto no tiene nada que ver con lo que viene siendo mi año. Más que nada estoy muy metido en casa, escribiendo y siendo muy intimista", nos confiesa el actor que tiene la particularidad de también ser un buen escritor.
–Cuando uno visita tu Instagram, encuentra que tus dos facetas están presentes. El póster de El sabor del silencio convive con un line up de lectura.
–¡Tal cual! Ese, justo, es un ciclo en el que voy a leer algo inédito de lo que estoy escribiendo, que es mi tercera novela.
–¿Tiene que ver con las anteriores?
–No, no tiene nada que ver. Es una especie de diario con dos voces femeninas… una es de una abuela inmigrante siria en los 40's, y paralelamente está la voz de la nieta de esa abuela en la actualidad.
–¿Cómo fue que se te ocurrió meterte en esa trama?
–(Extiende la letra 'eee' mientras formula lo que tiene en mente) Quería escribir algo sobre la familia, sobre las herencias familiares y sobre cómo se repiten las mismas estructuras de una generación a otra casi sin desearlo o pensarlo, y así aparecieron estas dos voces femeninas con las que me sentí muy cómodo porque también hablan de la relación de los padres con sus hijas, y de cómo esas relaciones mutan a lo largo de las generaciones. Pero, sobre todo, son mujeres que intentan ser libres.
–Lindo concepto. Vos, ¿sentís que la generación anterior a la tuya se repite en vos?
–Sí, obvio. Hay algo de lo inherente que es ajeno a uno. O sea, por más que lo pienses, lo psicoanálisis y lo tengas muy concreto y muy palpable, hay algo que es hereditario, casi sanguíneo, que está en el ADN. La misma historia se va repitiendo de generación en generación. Al menos, yo creo en eso.
–¿Nos podrás anticipar cómo se llama tu nueva novela?
–Todavía no... (Sacude la cabeza) No, no, no está para eso. Pasa que recién estoy con el primer borrador y seguramente el libro lo presente el año que viene.
La vida cotidiana de Gonzalo Heredia
"En mi día a día, desde las 7.45 am hasta las 14, 15 hs estoy escribiendo, y cuando no escribo, leo alguna novela relacionada a lo que estoy escribiendo. Después, a la tarde reescribo o releo lo que escribí, y después disfrutó de la vida cotidiana y familiar: los chicos, la merienda, los deberes, el estudio...", resume en un santiamén Gonzalo, el marido de Brenda Gandini (39) y padre de Eloy (12) y Alfonsina (6).
–¿Cómo andan los chicos?
–Están bien. Eloy está en la secundaria y empieza a darse cuenta de lo que es estudiar, y Alfonsina está en el primario y está empezando a leer y a escribir, es un período entretenido.
–¿Los ayudás con las tareas de la escuela o es algo que hace más Brenda?
–No, lo hago yo. De hecho, ahora con Eloy estuvimos estudiando Ciencias Naturales: el universo, las galaxias... esas cosas.
–Y en medio de todo eso, disruptivamente, entra una serie de ocho episodios del tamaño de El sabor del silencio en tu vida.
–Así es. Pero la terminamos de grabar el año pasado eh, creo que en septiembre, pero es la primera vez que formo parte de la serie de una plataforma.
–Los paralelismos son imposibles de evitar. ¿Qué bondades encontraste?
–Que son breves. En poco tiempo tenés toda la historia completa para contarla. Eso está bueno, porque tenés todo el arco narrativo y dramático del personaje y podés ver cómo puede ir evolucionando o involucionando. Y después está esto: nosotros la terminamos de grabar hace meses, uno siguió viviendo, y recién ahora sale todo. Es como que tiene otro lenguaje. Incluso, me atrevería a decir que la serie hoy va a ser recibida de otra forma.
–Es todo un poco más abrupto en las plataformas. Hoy, en cuestión de días, medio país puede ver la temporada completa. Pero, ¿por qué pensás que la lectura de la serie va a ser distinta en este 2024?
–Porque estamos viviendo un presente bastante irascible, bastante sensible. Con mucha violencia solapada y mucha ira en la calle, y la serie habla un poco de eso. Al ser un thriller también hay algo de esa violencia palpable que pasa por debajo, donde siempre sentís que algo está por pasar, ¡que es un poco lo que nos pasa! Vivimos en un país donde todos los días sentimos que va a pasar algo, ¡y no sabemos qué!, pero está esa atmósfera. Así que estoy convencido de que la serie se va a recibir de una forma diferente a cuando la terminamos de grabar. Aparte porque habla de la justicia por mano propia, de qué haría uno en pos de defender a los suyos y de hasta dónde llegarías... También está el mundo de la política.
–Toca temas muy argentinos.
–Muy argentinos y muy contemporáneos en nuestra sociedad. En ese sentido me parece que la serie es totalmente identificable.
–¿Te identificás vos con el personaje que encarnaste? O sea, más allá de que se desbanda, todo parte de que él quiere proteger a su mujer.
–No, no me veo tanto. Sí en algunas cosas como la obsesión y cierta meticulosidad, pero no más que eso. Es un personaje bastante alejado de mí. Incluso en la poca expresión. Es un personaje muy inexpresivo que no sabe bien lo que siente, lo que piensa o lo que desea.
–Y vos...
–Yo soy mucho más transparente, más visceral, más expresivo.
–¿Son algunas de tus mejores cualidades?
–(Se queda anonadado) No sé cuáles son mis mejores cualidades. La verdad, nunca me puse a pensarlo.
–Quizás no hace falta. La vida viene bien cómo está.
–(Extiende su sonrisa divertido) Sí, todo está en orden. Este año, afortunadamente, está transcurriendo bien. ¡Ojalá siga así!
GENTE desafió a los protagonistas de "El sabor del silencio"
Fotos: Alejandro Carra
Video: Mailén Ascui
Agradecemos a Cinthia Kweller y a Kuarzo