En los últimos años Argentina ha sido testigo de un cambio cultural significativo en la forma en que comprendemos y valoramos la vida y el bienestar de los animales. Esta transformación no sólo se refleja en las conversaciones cotidianas, sino también en el ámbito público y legislativo, donde el clamor por sus derechos ha ganado un eco sin precedentes.
Los animales ya no son vistos meramente como propiedad o recursos, sino como seres sensibles que merecen respeto, compasión y protección legal. Este despertar hacia una mayor empatía y responsabilidad ha impulsado avances importantes, marcando el comienzo de una nueva era respecto a su protección en nuestro país. Sin embargo, la lucha está lejos de terminar...
Las leyes, si bien representan un paso adelante, aún enfrentan desafíos en su implementación y alcance, dejando brechas que necesitan ser abordadas para asegurar una protección integral y efectiva para todos los seres vivos con quienes compartimos.
Los animales ya no son vistos meramente como propiedad o recursos, sino como seres sensibles que merecen respeto, compasión y protección legal. Este despertar hacia una mayor empatía y responsabilidad ha impulsado avances importantes, marcando el comienzo de una nueva era respecto a su protección en nuestro país. Sin embargo, la lucha está lejos de terminar..."
Aunque la Ley 14.346 constituye un pilar fundamental en la protección de los animales en Argentina, existe consenso en la necesidad de fortalecer las políticas en la materia. Esto incluiría la implementación de sanciones más severas por maltrato, mayor especificidad en las conductas prohibidas, y una mejor aplicación de la ley a través de la educación y la concienciación. Sí, la evolución de la sociedad hacia una mayor sensibilidad sobre los animales hace imprescindible revisar y actualizar las leyes existentes contemporáneos.
Falencias de la ley 14.346
La ley 14.346, vigente en Argentina y conocida como la Ley de Protección Animal, fue sancionada en 1954 y establece la protección de los animales contra actos de crueldad y maltrato. Bajo esta normativa, se consideran actos de maltrato y crueldad las acciones que puedan provocar sufrimiento innecesario, como golpes severos, heridas, trabajos excesivos, entre otros. En lo personal, siento que las falencias de esta ley son las siguientes…
Antigüedad: Dado que fue sancionada hace varias décadas, muchos consideran que no aborda adecuadamente las necesidades y los desafíos actuales en la materia.
Ambigüedad en las sanciones: Las penas establecidas por esta ley son relativamente leves (de quince días a un año de prisión), lo que no se considera suficiente para disuadir la crueldad animal.
Falta de especificidad: No especifica claramente ciertas prácticas modernas de maltrato animal, como el abandono, la cría intensiva (criaderos), o el maltrato en espectáculos públicos.
Problemas en la aplicación: Su efectividad a menudo se ve comprometida por la falta de conocimiento por parte de la ciudadanía y las autoridades encargadas de hacerla cumplir.
Aunque la Ley 14.346 constituye un pilar fundamental en la protección de los animales en Argentina, existe consenso en la necesidad de fortalecer las políticas en la materia. Esto incluiría la implementación de sanciones más severas por maltrato, mayor especificidad en las conductas prohibidas, y una mejor aplicación de la ley a través de la educación y la concienciación"
Falta de regulación en áreas específicas: No aborda de manera determinada temas como la experimentación con ellos, la tenencia responsable, y el control poblacional de animales domésticos de forma humanitaria.
Claro que además de la ley 14.346, existen otras normativas y proyectos en distintas jurisdicciones del país que buscan protegerlos, aunque su aplicación y alcance pueden variar significativamente de una provincia a otra. Algunas leyes locales y proyectos, además, buscan por ejemplo actualizar y complementar la protección animal en aspectos específicos como la prohibición de carreras de perros y la regulación de la venta de animales, entre otros.
El proyecto impulsado por el diputado de Propuesta Republicana, Damián Arabia.
Las claves de la “Ley Conan”
A mi entender la “Ley Conan” podría significar un paso adelante, porque se trata de un proyecto legislativo que busca introducir cambios en la ley 14.346, actualizando, ampliando y fortaleciendo las medidas contra el abandono, maltrato y crueldad en Argentina. Pero ¿cómo?
Presentada e impulsada por el diputado Damián Arabia (Propuesta Republicana), lleva el nombre de “Ley Conan” en memoria del perro fallecido del presidente Javier Milei, simbolizando un homenaje a todos los animales que han sufrido maltrato o abandono.
Su principal objetivo apunta a penalizar de forma más severa el abandono, maltrato y actos de crueldad hacia los animales. Esto incluiría revisar y posiblemente incrementar las penas para quienes infrinjan la ley, buscando así disuadir estas conductas y ofrecer una mayor protección de los mismos.
Los cambios que propone la “Ley Conan” respecto a la 14.346, y siempre considerando que necesitan ser revisados en el texto del proyecto, incluirían ajustes en las categorías de acciones consideradas como maltrato o crueldad, las condiciones de tenencia y cuidado, y las sanciones aplicables a los infractores.
El principal objetivo de la Ley Conan apunta a penalizar de forma más severa el abandono, maltrato y actos de crueldad hacia los animales. Esto incluiría revisar y posiblemente incrementar las penas para quienes infrinjan la ley, buscando así disuadir estas conductas y ofrecer una mayor protección de los mismos"
Las dudas a futuro
La “Ley Conan” reflejaría un paso positivo hacia la protección de los animales en Argentina y marcaría el comienzo de una nueva era en la protección animal, porque subraya la necesidad de actualizar las leyes existentes para reflejar una ética de cuidado y respeto hacia todos los seres vivos.
Sin embargo, requerirá un desafío práctico para que pueda convertirse en tal. Y aquí es donde de antemano hay un alerta: en caso de que se apruebe, la fiscalización posterior será crucial y demandará esfuerzos coordinados de todos los actores involucrados: entre varias agencias gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, y la gente en general. Acá no habrá “grieta” que valga. Los animales no se pueden dar ese lujo.
Podemos ser la voz de aquellos que no pueden hablar por sí mismos. Necesitamos informar, reflexionar y accionar, fomentando un diálogo que inspire el respeto y la compasión por todas las formas de vida. Debemos sumarnos a un desafío pendiente que urge, y exige acción y compromiso colectivo.
Ya es hora de comenzar.
En caso de que se apruebe, la fiscalización posterior será crucial y demandará esfuerzos coordinados de todos los actores involucrados: entre varias agencias gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, y la gente en general. Acá no habrá “grieta” que valga. Los animales no se pueden dar ese lujo"
Fotos: 123RF y gentileza M.P.