“A ella le robo algunas poses”, afirmaba Luisana Lopilato. “Y yo a ella, su método para estudiar los guiones”, agregaba Carolina Ardohain, quienes a su manera por esos tiempos, por separado, ya venían robándoles el corazón a los argentinos.
Transcurría agosto de 2002 y ambas comenzaban a transitar su paso por Rebelde Way, la serie juvenil de Cris Morena que cada noche reunían un millón y medio de espectadores en por Azul TV (hoy Canal 9).
Luisana encarnaba a Mia Colucci, en sus palabras “la chiquita conchetísima que intenta vestirse bien, regalarles ropa a sus amigos y hacer fiestas donde exhibe sus impresionantes pilchas. En eso de intentar vestirnos bien, sí sí, nos parecemos”, le comentaba a GENTE.
Pampita interpretaba a Lulú, a quien describía en nuestra revista como “una estudiante que las chicas odian porque roba la atención de los varones. No hago de mala. Vivo defendiéndome. Quizá coincidamos personaje y persona en el carácter fuerte, pero no en la manera de expresarlo”, redondeaba.
Entretanto, los datos generales de la rubia y la morocha, quienes comenzaban a caminar la profesión que las consagraría como dos de las grandes figuras de estos tiempos, revelaban:
“Luisana Loreley Lopilato: 18/5/87 (15 años, según jura), Capital Federal, Buenos Aires, 1-63. Ojos azules. Cabello rubio. Admira a Andrea Del Boca. Practica natación. Le encanta bailar.”
“Ana Carolina Ardohain: 17/1/78 (24 años), General Acha, La Pampa. 1,67. Ojos marrones. Cabello castaño. Admira a la modelo brasileña Giselle Bundchen. Practica gimnasia. Le encanta bailar.”
A continuación se iniciaba un reportaje desde el cual ya exhibían una personalidad que el tiempo consagró:
–¿Qué tiene de rebeldes? –le consultábamos, jugando con el título del programa, que se emitía de lunes a viernes a las 20... Y respondían, entre otras consultas:
Luisana: Nada. Te juro. A mí me piden que haga algo y lo hago, que vaya a tal lado, y voy. Sólo me pongo histérica si me tratan mal. Soy tranqui, pero de carácter. Si me descubriste de mal humor, aléjate. Ésa es mi mayor rebeldía. Salvo que no me cuido nada con la comida, que muero por las tortas de ricota y que únicamente voy al gimnasio para acompañar a mi familia.
Pampita: Yo fui, soy y seré rebelde. Me colgaba de los árboles, acostumbraba a teñirme el pelo de rojo, negro, amarillo, naranja. Y más tarde trasladé mi rebeldía a exigir que me presentaran en cuanto concurso de belleza surgiera. Caprichosa, hasta que no me autorizaban en casa, no paraba de llorar. Claro, costaba caro comprarme el vestido, la peluquería, pagar el bus hasta el pueblo organizador. Igual, siempre me salía con la mía.
–Coincido con Caro en ese punto -continuaba Luisana-. Cuando se me pone algo en la cabeza, insisto hasta agotar. Ahí me siento una nena. En realidad, siento que transito la mitad del camino entre la nena y la mujer. Mantengo los caprichos de nena, pero a la vez me regalan más perfumes que ositos y descubro mi desarrollo físico.
Nunca estuve de novia. El príncipe azul aún no consiguió mi dirección. A mí me gustaría uno dulce, que me trate bien. Y agregale que también sea rápido… para correr, porque mi papá y mi hermano ya compraron un rifle", decía Luisana
Yo fui, soy y seré rebelde. Me colgaba de los árboles, acostumbraba a teñirme el pelo de rojo, negro, amarillo, naranja. Y más tarde trasladé mi rebeldía a exigir que me presentaran en cuanto concurso de belleza surgiera. Caprichosa, hasta que no me autorizaban en casa, no paraba de llorar", contaba Pampita
El final de aquella entrevista encontraba a Pampita aconsejando a Lopilato sobre amores, luego de la siguiente reflexión de la última:
Luisana: Nunca estuve de novia. El príncipe azul aún no consiguió mi dirección. A mí me gustaría uno dulce, que me trate bien.
Carolina: Excelente, y el día que llegue, jugate por él. Que no te importe lo que opinen los demás sino lo que sientas vos -le sugería la actual mujer de Roberto García Moritán, empresario y Ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Lopilato: Claro que sí. Y agregale que también sea rápido… para correr, porque mi papá y mi hermano ya compraron un rifle -cerraba entre risas cómplices con su compañera de entrevista la actual esposa del cantante canadiense Michael Bublé.
Un inolvidable cruce de futuras estrellas que podríamos completar respondiendo la pregunta del millón: ¿Por qué aquella nota de dos de las promesas (el tiempo las consagró) más fuertes del país no terminó en la portada de Revista GENTE?
Respuesta: actualidad pura. El fin de semana previo al cierre conocimos y confirmamos la separación de una de las parejas más queridas del país, Araceli González y Adrián Suar.
La portada que sustituyó a la de Pampita y Lopilato, nota que terminó saliendo en un recuadro: ya estaba preparada y la noticia del momento (la separación de Suar y Araceli) cambió los planes de GENTE).
Fotos: Archivo Grupo Atlántida
Diseño de portada y retoque de fotos: Darío Alvarellos
Búsqueda de archivo: Mónica Banyik