“Confío plenamente en ustedes, chicas”, lanza Luis Brandoni (83) apenas cruza el umbral del restó El Obrero, icónico bodegón de La Boca fundado hace siete décadas y al que lo convocó GENTE para una producción distinta: enfocado en un actor sin tiempo (o de todos los tiempos), de los que comandaron grandes éxitos en el pasado y siguen siendo suceso en el presente. De allí el estilismo elegido.
“Luis, imaginate una tela en donde cada pincelada que damos cuenta una historia distinta; así es mi propuesta de estilo -le había anticipado de entrada la estilista Lucila Subiza-. Queremos combinar lo vintage con lo moderno para crear looks que sean como los actores en escena: versátiles, capaces de interpretar diferentes roles con una mezcla única de elegancia y frescura. Dejar atrás lo convencional y apostar por la creatividad, que cada look sea un nuevo capítulo”, redondeaban el concepto.
Y lo hacían ante la veloz aceptación del bonaerense de 83 años, ojos celestes y sonrisa y mirada cómplices, que de entrada aceptó ser tuteado (“¡Por favor!”, reclamó), de la misma manera que un rato después pidió “algunos tanguitos para que acompañen la producción de GENTE”. Todo ello antes de una entrevista en la que saboreará un refrescante almendrado de crema americana y un “café chico” endulzado por un terroncito de azúcar. Entrevista que dejó más de una docena y media de frases que lo describen más allá de su fisonomía y aquí recorremos...
- "Soy hijo de José Domingo y Luisa Valentina y nací el 15 de abril de 1940 en el Sanatorio Belgrano, de Avellaneda. Yo era de Dock Sud, donde viví hasta el día en que cumplí los 13 años. Cuando yo nací, los ‘Beto’ venían de Norberto, Alberto… y Adalberto, mi primer nombre. Lo cierto es que a partir de ahí todos me llamaron Beto Brandoni".
- “La actuación es mi vocación. Intenté dar vueltas por algunas facultades, pero ninguna me guiñó el ojo como diciendo: ‘Vení, quédate acá’. Así que, bueno, jajajá...De pibe, cuando no existía la televisión, escuchaba mucha radio. Y me hizo volar bastante alto la imaginación. Además, me la pasaba yendo a los dos cines de mi barrio. Desde los ocho, nueve años, en el Select se pasaban muchas películas argentinas, y a mí me gustaban mucho. De la combinación de ambas cuestiones debe haber venido mi inclinación por ser actor”.
- “Cuando terminé el secundario, supe por un compañero mío que en Callao y Las Heras se encontraba el Conservatorio Nacional de Música. Él, que estudiaba clarinete, me comentó: ‘Me parece que ahí también enseñan a ser actor’. Fui a ese lugar y era el Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico. Averigüé. Había que dar un examen de ingreso. Lo hice en febrero del ´58, aprobé y les confié a mis viejos que quería ser actor."
- "... Supuse, y luego comprobé -continúa Luis–, que se habían asustado, por tratarse de una carrera bastante azarosa. A la distancia me queda el consuelo de haberlos podido invitar, mientras vivían, a cada uno de los estrenos que tuve. De modo que lograron comprobar, pese a todo, que tenía algún futuro en esta vocación.”
- “Mi paso por el Conservatorio duró cuatro años casi de pupilo, con clases de lunes a sábado. Me formaron muy bien, grandes profesores, grandes maestros. Buscaban que seamos curiosos y nos comprometamos. Por ejemplo, te instaban a leer. En la primera clase de Historia del teatro, un profesor que se llamaba Alfredo de la Guardia, nos lanzó la siguiente frase: ‘Bueno, señores -dijo tras presentarse-, la historia del teatro se divide en antes y después de Ipsen’..."
- "... Y –avanza Brandoni– salimos todos a buscar quién era Ibsen (Henrik Ibsen, el dramaturgo que revolucionó el teatro). Inteligente, el buen hombre. Me dediqué a esto y tuve bastante suerte, porque a los pocos meses de casados -diez exactamente- con Marta Bianchi llegó nuestra primera hija y había que mantener la familia. Y lo pudimos hacer, con la ayuda de nuestros viejos, los de Martha y los míos. Y así todo. Colorín colorado (carcajada).”
- “En 65 años de carrera grabé varios programas de televisión (23), varias películas (59) y… ¿58 o 60 películas? Pasa que alguna no llegó a los cines, no se estrenó, una sobre todo, porque no se terminó: la historia de Osvaldo Pugliese. Además, me hubiera encantado participar en La guerra gaucha (1942), aunque por edad hubiera resultado imposible. Lo mismo que trabajar con Enrique Muiño, un actor extraordinario. Y compartir un poco más el set con el gran director Luca Demare, si bien formé parte de una película menor de él (La cigarra está que arde, de 1967).”
- “Made in Lanús fue el único espectáculo de teatro y cine que se exhibió al mismo tiempo en Buenos Aires. Claro, porque hicimos dos años de temporada; durante el segundo se rodó y estrenó la película, y ahí aparecían ambas opciones a la vez para verse. Y quién te dice, tal vez alguien en aquella época ha hecho eso de salir de un lado e ir a ver al otro.”
- "En principio, yo me defino como ‘Actor nacional'."
- “Cuando me propusieron dirigir aquella obra en la que había participado treinta y seis años antes, no dudé ni un segundo. Porque guardo un hermoso recuerdo. Aquello fue exitoso y hermoso, la gente agradecía la obra. Un espectáculo que sigue siendo conmovedor. Y como tengo una deuda grande de gratitud, apenas Nachi (Nazarena, hija de Guillermo Bredeston y Nora Cárpena), una de las productoras (junto a Juan Manuel Caballé y Ricardo y José Luis Gallo), me llamaron, acepté de inmediato. Porque además me parece que cuenta con una gran idea de producción. Vamos a ver cómo nos va.”
- “Esta obra sigue vigente porque Nelly Fernández Tiscornia, la autora, era inteligente, tenía un lenguaje llano, claro, y porque cuando terminó la Dictadura varias películas y puestas se referían al pasado inmediato, mientras que ella habló del presente, de cómo estaba la sociedad luego de aquella etapa. No fue para atrás, contaba los problemas de algunos para vivir acá y los beneficios que significaban para otros. La vigencia se debe a que tiene cosas que no hemos podido mejorar.”
- "Yo creo que nuestro país sí en algún momento arrancará. ¿Si puedo separar al actor del político? A mí me interesa la política, y mucho, y he llegado a la conclusión de que para dedicarse a ello e interesarse por ello tantos años es porque uno está enfermo de optimismo. Pero sí, se puede separar en el sentido en que yo no hice de la política una profesión. Siempre dije lo que pensaba: por una buena crianza y por una concepción clara de lo que es la democracia. Hubo una infinidad de razones por las que alguna vez me afilié a la Unión Cívica Radical. Entre ellas, sobre todo, porque había un candidato quea mí me interesaba y quería votar en la interna: se llamaba Raúl Alfonsín.”
- “Soy un buen lector de libros que sabe algo de tango. La he mamado de niño. Compré discos desde muy niño, cuando se adquirían en los bazares, me colé en la Milonga de Sportivo Dock Sud para ver a Pugliese, porque mi hermano mayor (Gerardo, ya fallecido), era hincha de Osvaldo. Tengo una buena colección en distintos formatos. El tango es la música de Buenos Aires, pero también la que me pertenece.”
- "No tengo redes sociales, ni me habitúo a ellas. Hablo por teléfono como cuando se usaban con cable. Mando algún que otro mensaje, pero oral. No me sorprende que una persona pueda ver, mientras va en un subte, un tren, un colectivo, algún programa o alguna película que filmé. Sí, me asombra que en una mesa de tres o cuatro personas que todas miren su teléfono en lugar de estar conversando.”
- “En cuestiones del amor he sido bastante dichoso. Compartí mi vida con una pareja magnífica, que se frustró en algún momento. Igual, luego de cinco años de noviazgo y treinta y tres años de matrimonio, no podemos hablar de fracaso. Así son las cosas. Después tuve otra relación, pero al fin fui un hombre dichoso en ese sentido, sobre todo porque todo terminó en tres hijas (Adriana, Florencia y Micaela) y cuatro nietos (Olivia, Catalina, Macarena y Tomás). Aunque ahora estoy solo, no tengo más que agradecimiento."
- "Con Parque Lezama ya superamos las 1.200 funciones, y no es poco. Estrenamos la obra en 2013 e hicimos varias giras por Argentina. Nos llevaron a España, estuvimos en Madrid y la verdad noa fue muy bien, había planes de seguir y vino la pandemia. Mientras tanto, Campanella iba construyendo este teatro, el Politeama que es precioso, y ahí mismo se le ocurrió que volviéramos a hacerla. La verdad que nos da una emoción tremenda, todo lo que pasa con la gente, los aplausos. Nos sorprende la cantidad de jóvenes que van a vernos, ¡es muy agradable para nosotros!”
- "Me pone feliz y me llena de orgullo que una serie como Nada, que se emite por una plataforma (Star+), compartí con Robert De Niro y dirigieron Mariano Cohn y Gastón Duprat, haya andado bárbaro en toda América latina, en España, en Italia, Estados Unidos. Lamentablemente todavía no hablé con Robert del suceso. Pensé que nos íbamos a cruzar en el Festival de San Sebastián, pero no pudo ser porque su sindicato se encontraba en huelga y no viajó porque no podía conceder entrevistas ni presencia. Todavía nos debemos ese encuentro."
- "Hay una amistad de muchos años con De Niro. Nos presentó Lito Cruz, quien lo había conocido en 1980, cuando Robert vino al país a presentar la película El toro salvaje. Tiempo después, en el ’86, justamente cuando rodábamos Made in Argentina (by Juan José Jusid) en Nueva York, por uno de los actores estadounidenses que participaban (Frank Vincent), se enteró de que yo andaba por allá, y me invitó junto con mi mujer y mi hija a pasar Nochebuena en su casa. La amistad continuó en distintas oportunidades. Quiere mucho a Buenos Aires, razón por la cual hizo esta participación, por primera vez en televisión: él no registra antecedente en ninguna serie o programa del estilo, hasta Nada.”
- "Una vez que vino, a De Niro le pedí grabar ¡en castellano! Un mensaje para una colecta de la Casa del Teatro, y lo hizo. Lamentablemente. Como había sido un pedido mío y yo no era peronista en tiempos de un gobierno peronista, ningún medio lo pasó.”
- "Con Bobby De Niro nos comunicamos un poquito en castellano, un poquito en inglés, un poquito en italiano y mucho con las manos… Lo mejor es que conversamos de todo y nos entendemos… Un día charlamos sobre lo que nos gustaba hacer, a qué le habíamos dicho que no, y me comentó que le ofrecieron personificar a Carlos Gardel en una película. ‘Y les contesté que prefería evitarlo, porque no conocía a Gardel y no sabría cómo encararlo’, me explicó. ‘Hiciste muy bien’, le respondí entonces. Siempre la pasamos muy bien. Ya nos volveremos a ver.”
- "Es real que existe una idea de filmar la segunda temporada de Nada, y que se llame Todo y transcurra en Nueva York. Hay posibilidades. Sin embargo, no se escribió aún ni una línea.”
- "No tengo asignaturas pendientes, ¡no, no! Hice todo lo que pude. No me debo nada ni creo que le debo nada a nadie.”
Fotos: Fabián Uset
Producción: Lucila Subiza y Gimena Bright
Diseño de imagen: Elisabet Correa
Diseño de apertura y retoque digital: Darío Alvarellos
Filmación y edición de videos: Miranda Lucena
Look en green: camisa de seda verde manzana, chaleco sastrero y corbata de Vestuario La Caja de Pandora (@vestuariopandora); pantalón Equus, gafas de Catto Eyewear (@cattoeyewear) y Vulk Eyewear (@vulkeyewear)
Look en claro: camisa estampada de Vestuario La Caja de Pandora, ambo blanco de Sastrería Winsor (@sastreriawindsor) y gafas de Vanda Eyewear (@vandaeyewear) y Catto
Look en red: camisa de seda y pañuelo de Vestuario La Caja de Pandora, ambo de lino Equus (@equustienda) y gafas de Vulk
Agradecemos a Juan Carlos y Silvia Castro, de El Obrero (@elobrero1954 -abierto de lunes a sábado desde las 20-) y a Raquel Flotta (RF Prensa & Comunicaciones)