La casa de Gran Hermano cada vez tiene más formados los grupos y alianzas, pero en las últimas horas Catalina Gorostidi decidió ponerse en contra de una de las figuras predilectas del certamen, Juliana “Furia” Scaglione.
Esto generó gran sorpresa ya que desde un comienzo las jóvenes se mostraron muy amigas, pero los egos terminaron por jugarles en contra.
Es por eso, que analizando la escena, Tamara Paganini, una de las primeras finalistas de GH decidió dar su opinión sobre Catalina y Agostina, las dos enemigas de Furia en la casa.
“Me da escalofríos Cata. Porque Cata le tiene envidia a Furia, no la quiere. A través de lo que vi del juego dije: ‘no sé si Cata hubiera sido amiga de Furia si se hubieran conocido en un boliche, o en la calle, o en un supermercado’. De hecho creo que la hubiera bardeado”, comenzó diciendo vía streaming Tamara Paganini.
“No creo que Cata esté con Furia porque la ama. Quizás ahora se hicieron amigas y con los años quizá la pueda querer un poco… Pero lo que le tiene ahora es envidia. A Cata le gustaría ser Furia”, remarcó, sobre las segundas intenciones de Catalina.
“Ella quiere comportarse como Furia y que la gente se lo banque. Pero sabe que no puede. La única que puede hacer eso es Furia. Está más por conveniencia”, puntualizó sobre Cata de GH.
Con su experiencia dentro del juego, Tamara Paganini también analizó el rol de Agostina Spinelli, quien fue eliminada después de una dura pelea con Furia hace ya un mes atrás.
“Por más de que estaban en el mismo grupito yo creo que en ese caso Furia se daba cuenta el rechazo de Agostina para con ella. A Cata se la ve más amorosa con Furia, porque ella se dio cuenta que no iba a poder ser la líder entonces se le pegó. Porque Cata tiene carácter para ser líder, pero Furia le rompe el o…”, argumentó sobre los distintos movimientos de las jugadoras.
A su vez, durante el streaming se hizo una recapitulación sobre el ingreso de Cata a la casa más famosa del país, en donde la propia jugadora se definía como la "líder" en todos los espacios de su vida diaria. Por lo que según Paganini ella habría querido ser en un principio la dueña de la casa, pero debió conformarse con "el segundo lugar".
