“Secuestro del vuelo 601” es el nombre de la producción audiovisual que desarrolló la plataforma Netflix y que estrenará este 10 de abril. Un impresionante thriller inspirado en hechos reales ocurridos en mayo de 1973 en Colombia y que involucra a dos futbolistas de origen paraguayo.
Si bien la historia audiovisual relata cómo dos revolucionarios armados exigen la liberación de 50 prisioneros políticos en el país cafetero la historia real es muy diferente.
Y es que originalmente se trata de Eusebio Borja y Francisco Solano López, dos futbolistas paraguayos que a inicios de los años 70, cuando el fútbol aún no era lo que hoy es, fueron vendidos a un equipo de fútbol colombiano (Deportivo Pereira), donde sus carreras no tuvieron frutos y fracasaron, desembocando en penurias económicas para los compatriotas.
A ellos, inspirados por resolver sus problemas económicos, se les ocurrió un plan criminal que cambiaría sus vidas para siempre.
Y es así que el 31 de mayo de 1973 los paraguayos subieron al avión HK-1274, propiedad de la Sociedad Aeronáutica de Medellín, y ni bien estuvieron adentro se colocaron pasamontañas y sacaron armas de fuego anunciando a los 89 pasajeros que estaban siendo secuestrados. Para esa época la tripulación no manejaba un protocolo para casos así, de hecho el que hayan podido subir armas de fuego dice mucho.
Borja y López ingresaron a la cabina donde exigieron al piloto cambiar de rumbo y volar hacia Aruba, una pequeña isla en el Caribe, dónde se piensa qué querían escapar. El capitán de vuelo Jorge Lucena informó a los secuestradores que no había suficiente combustible para llegar, por lo que sugirió hacer escala en Medellín, a lo cual accedieron.
Ya notificada las autoridades colombianas los paraguayos se hicieron pasar por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y exigieron la suma de $500.000 más la liberación de varios miembros de la guerrilla que se encontraban en las cárceles, esto a modo de sonar más convincentes.
No obstante el acento extranjero los delató y los oficiales no creyeron en que estos dos sujetos fueran de nacionalidad colombiana sino más bien barajaban la posibilidad de que fueran argentinos, uruguayos o paraguayos, por lo que la contrapropuesta fue la liberación de los rehenes sanos y salvos más $20.000.
El secuestro duró un total de 60 horas ya que las negociaciones no encontraban buen puerto, mientras tanto el avión seguía en el aire, e incluso tomó rumbos diferentes en varias oportunidades. Fueron hasta Antofagasta, Chile, donde se proveyeron de combustible y volaron hacia Guayaquil, Ecuador, dónde bajaron a varios de los pasajeros como muestra de colaboración y las autoridades entregaron un maletín con $50.000.
Al no cumplirse la totalidad de las exigencias el avión tomó rumbo a Paraguay y aterrizó en el Aeropuerto Presidente Stroessner, para entonces ya habían pasado 48 horas del secuestro. En nuestro país también bajaron a otros rehenes y horas después la nave voló a Argentina y aterrizó en la pista Ezeiza y el secuestro finalmente terminó.
¿Cómo terminó la historia del secuestro?
Y es que grande fue la sorpresa de las autoridades al percatarse que en el avión ya no se encontraban los secuestradores, y es que cómo confesaron los pasajeros restantes, Borja y López se habían bajado en Paraguay para así huir y despistar a la Policía.
Dos días después Francisco Solano López fue detenido por las autoridades stronistas debido a que comenzó a pagar alimentos, estadía y transporte con dólares, de los 25.000 que había obtenido tras dividirse el motín con su compañero de crimen.
Finalmente fue extraditado a Colombia donde fue condenado a cinco años de cárcel, y tras cumplir su condena se mudó a Argentina, donde falleció a principios de los 80. Por otra parte de Eusebio Borja nunca más se supo nada, quién secuestró el avión, cobró el rescate, huyó, y nunca fue detenido.
En cuanto a la producción de Netflix, quién cataloga este hecho como el secuestro aéreo más largo de la historia de Latinoamérica, está dirigida por Camilo Prince y Pablo González y protagonizada por Mónica Lopera, Christian Tappan, Enrique Carriazo, Ángela Cano y Marcela Benjumea.
Fotos: Gentileza/RadioAmbulante/Netflix
