Horas después de su noche soñada, Candelaria Tinelli compartió en sus redes las fotos oficiales de su boda con Coti Sorokin. Además, la flamante novia escribió una conmovedora carta de amor para describir lo que fue uno de los momentos más especiales de su vida y de su familia, tal como lo describió el propio Marcelo Tinelli, su padre, en un mensaje que dio en su cuenta de Instagram.
"Anoche no fue una noche normal. Algo especial había en el aire. Se respiraba paz, amor, felicidad, y mucha emoción", comenzó diciendo la joven cantante en ese escrito que acompañó al álbum de fotos de su casamiento.
Y siguió: "Todo fue perfecto. Como tenía que ser. Lugar, familia, amigos, mis bebés de cuatro patas.
Mi corazón explota de felicidad. Tuvimos una sobredosis de amor entre todos. Se sentía en el ambiente".
"Solo tengo palabras de agradecimiento a todos y todas. Mucha gente trabajó duro para que esto sea así de increíble. Ni de mas, ni de menos. Todo era justo. Hermoso", continuó diciendo Lelé en otro párrafo del resumen que hizo de su increíble fiesta.
"Me llevo a mi almohada una profunda sensación de paz y alegría. En un universo ideal, desearía que todos los días de mi vida sean como anoche. Amo a mi familia con locura. Hoy me costó separarme después de unos días mágicos", le contó a sus fans ya hacia el final de su posteo.
Y concluyó con unas tiernas palabras para su marido: "Te amo mi amor @cotioficial. Me siento muy muy muy feliz. Soy más feliz a tu lado. Te elijo para que sigamos recorriendo esta vida juntos, con la risa, el respeto, y el amor que nos caracteriza. Solo vos y yo sabemos cuánto atravesamos juntos, para hoy estar donde estamos".
"Gracias. Me queda la luna llena de anoche tatuada en el alma. 24-2-2024", fueron sus últimas palabras.
Vale aclarar que el casamiento de la hija del conductor y el cantante rosarino era uno de los más esperados del año. Los ahora marido y mujer lo anunciaron en octubre del año pasado. Y en un primer momento, se dijo que la fiesta iba a tener lugar en Punta del Este. Sin embargo, por una cuestión de logística, finalmente se decidió hacerla en Buenos Aires.
El lugar elegido fue una increíble y lujosa estancia de campo ubicada en las inmediaciones de Exaltación de la Cruz, donde prevalecen espacios amplios y elegantes con coquetas caballerizas y hasta un exclusivo club de polo. En tanto, la ceremonia religiosa tuvo lugar en una capilla ubicada en ese mismo predio.