Reapareció Carmela Bárbaro y habló, a corazón abierto, de la muerte de Gerardo Rozín, su exmarido. "Uno cree que sí, que se va preparando... Y lo cierto es que me parece que no hay una manera. Y además no podés saber qué es lo que viene después, como se te acomoda la vida o no", confesó de manera sentida durante un móvil para Socios del espectáculo (El Trece).
Según relató la periodista, los últimos seis meses de vida de Gerardo, con quien además de estar casa tuvo una hija, fueron los mejores en el vínculo, pero el primer año y medio fue una situación muy difícil. "Yo tengo hijos, hay que sostener", explicó, sobre su rol en la familia ante tal pérdida.
"Yo te puedo decir hoy que mi hija (Elena) está bien y que fueron años muy difíciles, de mucho trabajo, de mucha dedicación, de mucha renuncia personal también. Siento que es lo que tenía que hacer y que rindió sus frutos. Eso de alguna manera me enorgullece, me alivia. Pero fue muy difícil: tenía 51 años, mi hija tenía 11. Yo tengo un nene más chiquito. Y aparecen miedos, aparecen problemas", recordó, con la sensación a flor de piel.
Al mismo tiempo, la hija de Julio Bárbaro destacó que no se enojó con la situación, sino más bien con quienes "no estuvieron a la altura de las circunstancias".
"Me enojé mucho, porque así como hubo mucha gente en los homenajes, hubo mucha gente en las redes sociales, en mi teléfono hay poquitos. Muy poquitos", aseguró de manera filosa. Y señaló: "Cada uno sabrá si duerme tranquilo o no".
Al mismo tiempo, destacó la presencia de algunos colegas del medio como Reynaldo Sietecase y Romina Manguel, quienes fueron fuente de contención en los meses finales de Gerardo.
"Él me llamaba todas las noches a las 12 de la noche. Y era una carga fuerte porque, primero nos reíamos mucho, y después terminábamos hablando de la muerte, de las cosas que él quería cuando se muera y me pedía que yo lo anote", contó Manguel hace un tiempo en una entrevista.
"Yo terminaba llorando a veces hasta las 5 de la mañana y me acuerdo que hablé con mi analista de esto y con mis amigos, y decidí hablar con Gerardo para decirle que no podía soportar esto porque me dejaba rota todas las noches", sumó con pesar.
La cruda conversación que tuvo Carmela Bárbaro y Gerardo Rozin
"Me puedo acordar calcadas las conversaciones que tuve. Se me retuerce el estómago", contó Carmela Bárbaro, con el vivo recuerdo de aquellas charlas. "Ir a decirle a tu hija que el papá se murió... es de lo más difícil que me pasó obvio", reveló al respecto.
"También las conversaciones con él... no deprimirlo, no tirarlo abajo, seguir hablando de laburo y a la vez hablar de las cosas profundas", señaló la periodista sobre esas últimas charlas que tuvieron juntos.
"Me apoyó mucho la mamá de Pedro (hijo de Rozín), que también es una fenómena. Pedro también. Siempre presente", definió con orgullo sobre el apoyo que se dio en esta gran familia ensamblada.