Ivana Picallo presentó su nueva colección de alta costura y su propia etiqueta de vinos en Punta del Este. El exclusivo encuentro tuvo lugar en Imperiale Art Gallery, en Playa Brava, en Punta del Este, donde la diseñadora aprovechó la exposición homenaje al fallecido artista uruguayo Carlos Páez Vilaro (1923-2014) que organizó su hija, Agó Páez Vilaró, para "unir el arte, la moda y la enología".
Al evento curado por Grace Grisolia, en el que también se destacaron obras de Sofía Balut Páez, acudieron invitados como Evelyn Scheidl, Lola Bezerra y la empresaria Roxana Lifschitz. Ese fue el marco en el que Picallo exhibió los diseños artesanales de su propuesta titulada Alas de cristal, y donde los agasajados pudieron degustar su flamante lanzamiento: un vino de autor que lleva su nombre y que, según el enólogo a cargo de su fórmula, "tiene la capacidad de envejecer de modo increíble".
El vino de autor de Ivana Picallo, sin tabúes para el disfrute
"Empecé con la ropa masculina, después fui por alta costura, que es lo que me define, y en lugar de un perfume, como hacen todos, elegí lanzar un vino. Un objeto de diseño que une arte, estilo y buenos momentos para compartir; algo que invite a que no haya tabúes para el disfrute", explica a Revista Gente la couturière con 26 años en el mundo de la moda que asegura que "viste cuerpos, no estereotipos".
"Es un vino de pertenencia. Lo que yo quería era tener plasmado en mi gente, en mis clientas, y en mis seguidores, ya sean hombres o mujeres, un artículo que nos identifique con un buen momento, porque la alta costura es un arte y así son los momentos que quiero que la gente transite en la vida", amplía Picallo.
"Es un vino pensado con el objetivo de que llegue por arriba del estandar, creado a partir de un proceso que se llama fermentación por disociación, que logra una complejidad olfativa completamente diferente, con notas terciarias de tabaco y de chocolate, al lado de frutas como frutilla y durazno. La gran sorpresa es que el vino tiene una capacidad de envejecer increíble. La gran apuesta es que pueda sobrevivir a su dueño", explica el enólogo italiano, winemaker y diseñador de etiquetas Roberto Cipresso.
Se trata de un vino tinto con notas fuertes y con mucha impronta de la región de la Toscana, donde se generó el producto y se desarrollan las distintas variedades de Sangiovese. La cepa pertenece a Bodegas Oria, un sistema de propiedad fraccionada de viñedos donde las personas adquieren derechos de microparcelas y tienen la posibilidad de producir vinos de alta calidad con su propia firma y bajo el sello de Cipresso, quien lleva 35 años en la industria. El enólogo posee un terroir único de 36 hectáreas en Val D'Orcia, conocido como el jardín de Europa, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
La inspiración de Ivana Picallo a la hora de crear un vino haute couture
"La inspiración al momento de pensar este vino surge a partir de integrar el arte, la moda y los buenos momentos", suma Picallo quien, después de su último desfile en Milán se decidió por la mencionada bodega de la Toscana "porque quise conjugar mi trayectoria con mis antepasados, que son italianos".
Respecto al proceso creativo, Ivana explica que hizo "un mapa mental de lo que fueron los momentos de mi vida". Tal como cuenta, se decidió a romper los esquemas y convertirse en la primera diseñadora que tiene su propio vino. Y para finalizar, desliza: "Es un vino de lujo que tiene muchos componentes y voy a dejar que lo prueben más que describirlo. Va a salir cada seis meses, es una edición de vinos anuales que va a estar acompañada por distintos objetos de diseño. La primera colección viene con una cartera con cuero de oveja cien por cien argentino".