"Hace como una década que tomé la decisión de venirme a la Argentina en busca de un crecimiento artístico. Y sabía que iba a tardar por lo menos unos 10 años en establecerme como artista y darme a conocer", cuenta a la revista GENTE el comediante Maxi de la Cruz. Y su comentario llama la atención.
Ocurre que, cual vidente, justo a diez años de su desembarco dio un gran salto en su carrera con una destacada participación en el Bailando 2023 de Marcelo Tinelli, quien, además, este año apuesta al hijo de Cacho de la Cruz y se convierte en el artífice de su debut en la avenida Corrientes.
En ese sentido, tras un año que cerró con broche de oro con su llegada al prime time de la televisión argentina y el estreno de su unipersonal en Teatro Broadway, De la Cruz es el elegido para inaugurar la nueva sección de entrevistas exclusivas para GENTE Uruguay, donde habla, entre otros temas, del lado B del famoso reality de baile, su vinculo con Tinelli y el paralelismo profesional y familiar con su padre.
Así, el primer protagonista uruguayo de la tapa digital del sitio, se dispuso a participar de una producción de fotos que arrancó en la terraza de un coqueto hotel boutique en el exclusivo barrio con tinte parisino de Recoleta.
El reloj marca las 17 y finalmente Maxi llega al Hub Porteño ubicado en una de las manzanas más emblemáticas del barrio acompañado por su esposa Barby y su representante Diego Sorondo.
Él, tal y como se mostró durante todo el certamen de baile por la pantalla de América TV, muy tranquilo y entregado a las indicaciones que se le den, se puso en personaje de "Dandy" y disfrutó de una producción de fotos que duró aproximadamente tres horas en las que atravesó distintas fases climáticas: sol, nubosidad y lluvia.
"Ahora saquen la nieve", comentó a viva voz, con aquel humor que lo caracteriza, antes de hacer su último cambio de look y culminar con unas tiernas fotos en pareja, que surgieron de manera imprevista pero que no podíamos dejar de aprovechar.
Maxi de la Cruz y su travesía en el 'Bailando': de su hallazgo en el baile a su popularidad repentina
-¿En qué estadio profesional y personal te encontró la propuesta del Bailando?
-Estaba en un momento muy bueno. Venía de hacer ¿Quién es la máscara? en Uruguay, que fue todo un éxito allá. Acá en Argentina venía de hacer temporada en Mar del Plata con Los 39 escalones, una obra que también la rompió e hicimos una gira por Uruguay y el interior… Gané el premio Estrella de Mar como 'Mejor actor de reparto' por la obra y fue justo cuando venía bajando de esa ola que me llega la propuesta del Bailando.
-¿Es por esa obra que llegó a conocerte Marcelo Tinelli?
-Así es. Tuvimos como un encuentro en el camarín y compartimos una charla, tampoco nada muy extenso porque él también estaba con su hijo Lolo, fanático de la obra, que de hecho es ahí que se hace muy amigo de mi hijo, que estuvo conmigo esa temporada acompañándome, y él a su mamá Guillermina (Valdés).
-¿Consumías el Bailando antes? ¿Era algo que te llamaba la atención o tenías cierto prejuicio por la exposición y esto mediático que se suele generar?
-No, ni idea. Obviamente que lo conocía y me gusta mucho el programa. Es un gran show televisivo y a mí me gustaba esta idea de todo lo que se podía generar en cuanto al arte y al reto artístico también.
-Dicen que no hay nada igual a la pista de Tinelli. ¿Cómo viviste tu debut en el Bailando?
-Te puedo asegurar que aún viniendo de trabajar en televisión y en programas grandes, lo que se genera ahí es una mezcla de todo, porque tenés en la mente que es un show pero a la vez es un concurso, además de lo que se generé en el momento porque tiene esto de reality. Ves el nivel de producción y te da esto de sentir como un exceso de energía que se genera programa a programa, en el que además hay que bailar, y yo que no soy bailarín como que sentía una responsabilidad doble de cumplir con esa parte.
-Bueno, vos tenés experiencia sobre el escenario y condujiste programas… ¿Sentís que te jugó a favor esa experiencia?
-Mirá, te puedo decir que a mí me pasaba de tener en mente que la participación rinda, ver el tema de las cámaras, el tiempo, que no aburra. Es como una gran bola que se genera televisivamente que lo tomé como una gran escuela, donde veía cómo se manejaban a nivel producción.
-A eso sumale la gran exposición y vitrina que significa para cualquier artista o figura...
-Absolutamente. Para mí fue el proyecto con una llegada popular más grande en el que estuve. Por lo menos aquí, y donde la gente no me conoce o no me conocía. Porque si bien hice teatro y estuve en obras muy grandes como Stravaganza con Flavio Mendoza o Aníbal Pachano, es otro público y es algo más de nicho.
-¿Y como artista qué sentís que te dejó el Bailando?
-Como artista siento que fue una etapa para redescubrirme. Salir de lo seguro y animarme a esto del baile. Nunca había bailado, porque a diferencia de una obra de teatro donde te marcan una coreo, aquí pasábamos por muchos ritmos y el tiempo de ensayo que cada vez era menor. El nivel de trabajo es un montón, y como artista siento que crecí y que me completó aún más. Cada gala, el nivel de producción y los armados, te diría que hasta me gustaría seguir con el baile e incorporarlo.
-Tuviste la suerte de ensamblarte bien con tu equipo. ¿Cómo era tu dinámica en cuanto a las elecciones del ritmo o la puesta? ¿Te metías o te entregaste por completo?
-Sí. La verdad que cuando me junte con las jefas de coach, me dijeron que me habían seleccionado un equipo que era ideal para mi perfil, y la verdad que con el grupo fluyó todo más que bien. Mi coach, Barby Majule, me entendió al toque y sabía cuando algo no me quedaba cómodo, así que más allá de aportar alguna sugerencia en cuanto a la puesta de cámaras, yo le dije a ella y a mi bailarina, Camila Lonigro, que las que sabían eran ellas y que yo estaba abierto y entregado lo que propongan(...) Estoy muy agradecido con el equipo que me tocó y sé que esta amistad que se formó siempre va a estar.
-¿Cuál fue tu gala favorita?
-Tengo varias. La primera que hice el 'Disco' con una reversión de New York, New York de Frank Sinatra, donde aproveché y metí un poco de lo mío que es el humor. La tercera gala que hicimos el 'Rock & Roll' que es un ritmo que a mi me gusta, aprender a bailarlo me gusto, y el 'Folklore' también me gustó un montón. Esa estuvo buenísima, toda la apuesta estuvo bárbara.
-¿Y la gala que te sorprendió?
-Bueno otro de los bailes que también me gustó un montón fue al que llevamos a Valeria (Lynch), que nunca me imaginé que iba a bailar un adagio por ejemplo.
-¿Cómo sobrellevaste vos y tu familia la exposición del reality?
-En ese sentido no fue un problema, creo que ya lo tenemos bastante incorporado, mis hijos lo entienden y es algo con lo que crecieron desde que arranqué en Uruguay. Sí, tal vez, hoy me reconoce más gente en Argentina, y se acercan a saludarme o en su momento a comentarme del jurado y como me habían puntuado...
-¿Qué te decía la gente por la calle?
-Se me acercaba a felicitarme por el baile o a criticar el puntaje del jurado. El día que bailé el ballroom y tuve una puntuación regular me decían que no era para esa nota y que ya me querían limpiar (se ría).
Tinelli y su ida y vuelta con Maxi de la Cruz: "Todo fluyó con Marcelo sin ningún tipo de presión"
-Siempre que Marcelo te presenta remarca que sos "el mejor humorista de América". ¿Qué sentís sobre su notoria admiración y respeto para con tu trabajo?
-La verdad que estoy muy agradecido con Marcelo. Es una persona muy generosa a quien observé durante todo el certamen y de quien aprendí un montón. Tiene esto de saber cuándo engancharse con el personaje, generar ese ida y vuelta, y también de descubrir talentos, es un gran productor.
-Bueno, como en tu caso que produce tu unipersonal. ¿Cuándo te llegó la propuesta?
-La propuesta llegó después la segunda gala. Fue al comienzo del certamen. Un día en medio de todo me llama Marcelo y me dice 'Vamos a juntarnos que quiero proponerte algo', y desde aquella charla fui a fondo con el show y creamos algo totalmente nuevo.
-¿Sentís que esas primeras interacciones en la pista con él fueron clave para despertar su interés?
-Yo creo que la primera impresión se la llevó cuando fue a ver Los 39 Escalones en la que participaba junto a Guillermina (Valdés). Ella también le comentaba de mí y mi trabajo, así que siento que todo se dio cuando tenía que ser. Sí coincido que después en la pista, la manera en que fluyó todo sumó.
-En cuanto a la previa en la pista, ¿había presión por hacer reír a Marcelo o generar este ida y vuelta?
-Para nada. Me acuerdo que cuando fuimos a la producción de la foto de todos juntos, ahí nos cruzamos, charlamos, y desde el principio me dijo que me sienta libre de hacer lo que quiera, y que no me sienta presionado por hacer reír. La verdad que me sentí muy cómodo con él y eso fue clave para que todo fluya y se de como se vio gala tras gala.
El recorrido artístico de Maxi y Cacho de la Cruz: "Con mi padre hicimos el camino a la inversa. Él se fue a Uruguay y yo me vine a Argentina"
-Tu padre (Cacho de la Cruz) dejó Argentina y se fue a conquistar Uruguay. ¿No sentís que parte de tu travesía aquí está relacionado a eso y hay como un paralelismo?
-Sí, mi papá es toda una figura en Uruguay. Creo que hay algo de eso de querer conquistar esta plaza como él lo hizo allá. Es muy loco porque hicimos como que el recorrido a la inversa. Él se fue a Uruguay y yo me vine a Argentina. Pero también lo hice por un tema de crecimiento profesional, quería crecer como artista y salir de mi zona de confort.
-¿Qué te dijo tu padre cuando le contaste que querías venir a Argentina?
-Me apoyó desde el primer momento, me acuerdo que lo llamé y le dije que me quería ir y me dijo que tenía que venir y remarla porque acá nadie me conocía y es una plaza con mucha competencia, donde te pisan si no te imponés. Me acuerdo que vine mentalizado que tenía que empezar de cero y aprovechar cada oportunidad. De hecho, yo sabía que iban a pasar como unos 10 años hasta instalarme en el ambiente y darme a conocer.
- ¿Qué es lo más valioso que te enseñó tu padre en esta profesión?
-El amor por el trabajo. La entrega y esto de laburar por que todo salga bien y no creérsela.
-¿Qué recuerdo tenés de tu infancia?
-Recuerdo acompañar a mi papá a pila de lugares. Yo iba con él al canal, iba a verlo, y compartíamos lo mismo. Me acuerdo que yo tenía 7 años y me sentaba en unas cámaras, de las de antes que eran gigantes, y cuando las movían de lugar yo levantaba las patitas y acompañaba (se ría). Crecí con todo esto de la televisión y el humor, y fue ahí donde empecé a ver que era esto a lo que me quería dedicar. Nunca me imaginé haciendo otra cosa.
-¿Te sentiste presionado por ser hijo de Cacho de la Cruz o de tener que estar a la altura?
-Nunca. Mi padre siempre me dejó ser y también siempre me acompañó, nunca hubo esto de competir entre nosotros. De hecho, a mi me enorgullece que digan que soy hijo de Cacho de la Cruz.
-¿Compartís tus logros con él?
-Por supuesto. Creo que él está presente en cada una de las cosas que logro porque fue la persona con la que crecí viendo trabajar y de la que aprendí un montón. Fue una escuela para mí.
Maxi de la Cruz y su gran pilar: la familia
-Se repite la historia con tu hija Cande...
-(Se ríe) Sí, mi hija también se inclinó por el lado artístico. Ella se fue más por lo dramático, de hecho se fue a estudiar a Estados Unidos y ahora está en Montevideo trabajando y haciendo su camino.
-¿Y tu hijo Santino, el más chico, te gustaría que siga los pasos de su abuelo y los tuyos?
-El es muy chico aún. Aunque hay veces que me acompaña al teatro o a las giras, como fue el caso de Los 39 Escalones, que su mamá se fue a Montevideo por trabajo y le tocó quedarse conmigo. De hecho, fue entonces que se hizo muy amigo de Lolo, que también acompañaba a Guillermina. Aunque por ahora está con el fútbol, que quiere ser futbolista. Lo gracioso es que yo soy un futbolista frustrado...
-Va a cumplir tu sueño.
-Para que me jubile tranquilo (se ríe). Nos vamos a Europa...
-¿Tu familia te apoyó en toda esta odisea del Bailando?
-Sí, me bancó toda la movida de irme a las nueve de la mañana y a veces de llegar después de las once de la noche. Ellos sabían que en un momento se iba a acomodar todo y que íbamos a tener más tiempo para estar juntos.
-Hablame de Barby, tu esposa. ¿Cómo nació su historia de amor?
-Nos conocimos en la playa, en Punta del Este. Creí que iba a ser un amor de verano y miranos: terminamos juntos hace veintipico de años, con una familia formada (se ríe).
-¿Qué es lo que te llamó la atención de ella?
-Es muy compañera. Y cuando la conocí, obviamente que lo físico fue lo primero que me llamó la atención. Hoy, te digo que me gusta su humor y que esa pasión en la pareja sigue intacta. No nos aburrimos y seguimos fluyendo como al principio y eso está bueno.
-Cerraste un gran año profesional, tanto en Argentina como en Uruguay, y arrancaste 2024 debutando en Av. Corrientes. ¿Qué balance hacés y qué sigue para vos?
-Sin duda, crecí como artista en el bailando, lo tomé como una escuela en todos los sentidos. Ahora estoy a full con mi Unipersonal en el Teatro Broadway, un show con humor para todo el público, que es el tipo de arte que me define: un comediante que hace humor para grandes y chicos. Y bueno, con Uruguay siempre voy y vengo, siempre hay algo para televisión.
Fotos: Chris Beliera
Contenido Audiovisual: Mailén Ascui y Juan Rostirolla
Producción y Estilismo: Carolina Gagliardini
Dirección de Arte: Sebastian Vaca Mur
Make up y pelo: Cecilia Olivestro para Estudio Olivera
Marcas: Giesso; Oggi Zapatos y Bolivia
Locación: Hotel Boutique Hub Porteño
Agradecimiento especial a Ricardo, "el Mago", barman del restó LIMA y Maurifacts por los sombreros.
