Es un hecho que la existencia de los afroparaguayos es incluso hasta algo ignorada por muchos en nuestro país. La historia cuenta que estos ciudadanos en su mayoría de origen africano, descienden de las mujeres y hombres traídos en calidad de esclavos desde Guinea, Nigeria y del Congo, que fueron ingresados desde Brasil para realizar labores como trabajar las tierras así como también para desempeñarse como servidumbre.
En el siglo XVII, estos llegaron a constituir el 12% de los pobladores de Asunción y sus alrededores. Para 1864, cuando se dio lugar a la Guerra de la Triple Alianza, alrededor de 6.000 esclavos fueron reclutados, donde perecieron la mayoría de ellos reduciendo así su población. Ya para 1869, a meses del final de la guerra, el Triunvirato inició el proceso para proscribir la esclavitud en el país, pero apenas 450 esclavos disfrutaron de este logro. La esclavitud fue definitivamente abolida en la Constitución de 1870.
Hoy en día la mayoría de ellos residen en las comunidades de Kambá Kua de Fernando de la Mora (Gran Asunción); Kambá Kokue en las fuera de Paraguarí, y Pardos Libres de la ciudad de Emboscada. Siguen teniendo un gran nivel de mestizaje y representan actualmente entre 0,13% y 2% de la población total del país.
Lucha contra el racismo y la discriminación
Algo innegable en nuestros tiempos es la aun existencia del racismo, que si bien abunda en todo el mundo, en Latinoamérica se ha moldeado en gran medida por las ideologías y las prácticas del mestizaje.
En este sentido, los ciudadanos afroparaguayos se han visto afectados por constantes acosos por parte de sus propios conciudadanos, por ello, desde el 2018 estos en conjunto con la Secretaría Nacional de Cultura iniciaron el proceso de elaboración del anteproyecto de ley que reconoce a la población afrodescendiente del Paraguay como una minoría étnica, e incorpora el legado de las comunidades afrodescendientes en la historia, así como su participación y aporte en la conformación de la nación en sus diversas expresiones culturales, tanto artísticas, filosóficas, costumbres y tradiciones, valores, e incluso sabores.
El proyecto fue presentado por el entonces ministro de cultura Rubén Capdevila en noviembre del 2019 y fue promulgada finalmente tres años después, específicamente en julio del 2022. Esta ley tiene por objeto establecer mecanismos y procedimientos para la prevención y sanción de actos de racismo y de discriminación a las personas afrodescendientes y a su vez reconocer, valorar y dignificar a su población.
Tradicional Fiesta Kambá
Desde la década del 80, la Asociación Afroparaguaya Kamba Kuá (AAPKC) ha venido promoviendo la cultura Afrodescendiente en Paraguay y Latinoamérica, volcada a la música y la danza con sus ritmos y bailes ancestrales.
Cada 6 de enero, la comunidad de Kamba Kua reivindica sus raíces en una fiesta callejera en honor a su santo patrón: San Baltazar, el integrante negro de los Tres Reyes Magos. Aunque San Baltazar no está reconocido por la Iglesia católica como santo, los afrodescendientes lo escogieron como su patrón por el color de su piel y porque es de origen egipcio.
En la fiesta, que mezcla la religiosidad católica con las tradiciones africanas, confluyen hasta seis ritmos diferentes y bailes como el “kuarahy”, con los participantes alzando sus brazos al cielo como lo hacían sus antepasados africanos cuando elevaban sus peticiones al cielo.
Fotos: Gentileza/LaNaciónParaguay/UltimaHora/SecretariaNacionalDeCultura/VistáParaguay