Si alguien entra con los ojos cerrados y sube hasta el piso 14 de la torre Grand Bourg podría creer, por momentos, que se encuentra en un museo. Sí, un petit MALBA que Elina Costantini logró convertir en un verdadero hogar.
Lejos quedaron los tiempos en donde la vida en Nordelta –donde ella y su marido, el magnate Eduardo Costantini, tienen una ostentosa casona– era la predilecta. Ahora la pareja elige permanecer en el imponente piso ubicado en una de las construcciones más lujosas de la Avenida Figueroa Alcorta, en el corazón de Palermo Chico (o Barrio Parque, como se lo conoce popularmente).
“A mi me encanta estar acá, ahora elegimos este como nuestro segundo hogar. El primero es en Uruguay, obviamente, amamos estar allá. Pero cuando venimos, sea por poco o mucho tiempo, nos quedamos en el departamento”, cuenta la modelo al recibir a Revista GENTE para mostrar los ambientes más icónicos de la propiedad.
El proyecto inmobiliario fue desarrollado por Costantini entre 2003 y 2006, bajo la dirección de Enzo Binetti, y sigue el concepto clásico francés que queda en evidencia en su máximo esplendor en la fachada y recrea una vida urbana de alto nivel.
Las grandes vistas, un detalle característico
Hay que destacar que este departamento es la verdadera joya de la torre debido a que, al estar en el último piso, tiene amplios ventanales que aportan una gran luminosidad en cada uno de los ambientes.
Pero, más allá de esto, hay que destacar que transitar el living, la sala de estar, el comedor o la cocina representa un verdadero juego visual. Es que desde allí se pueden observar puntos emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires con solo hacer un paneo general.
Si se mira hacia el noreste, el Río de la Plata se asoma. Girando la cabeza hacia el sureste, y a muy pocos metros, se evidencia la terraza de la TV Pública, la Florialis Genérica (ubicada en la Plaza Naciones Unidas) y la Facultad de Derecho… los jacarandás florecidos le dan el toque en los meses de octubre y noviembre. Un poco más atrás, las torres de Retiro –en lo que sería el inicio de la Avenida Del Libertador– y las de Puerto Madero ascienden en el horizonte.
Además, a través de las ventanas que apuntan al norte, los ojos se pierden en el manto verde de los jardines del Club de Amigos, el Jardín Japonés, los Bosques de Palermo y el Campo de Polo. Mientras que la gran ciudad se pone de manifiesto desde la zona de la biblioteca que tiene un extenso balcón que brinda una vista panorámica de los edificios de los barrios de Recoleta y Palermo.
El Petit museo de Elina y Eduardo Costantini
“Nosotros estamos renovando permanentemente las piezas que tenemos”, cuenta mientras recorre los espacios decorados con el trabajo de artistas de renombre. Los cuadros y las esculturas logran generar múltiples puntos focales en un hogar en el que se brindan grandes cenas.
Obras de Fernando Bottero, Jorge Mitchell, Jorge de la Vega, León Ferrari, Enio Iommi, Robert Indiana, Leo Battistelli, son las que se pueden encontrar, entre otros grandes nombres. También hay una sorpresa en la biblioteca: un King Kong de marihuana por Fernando Brizuela.
Fotos: Alejandro Carra.
Video: Cande Petech.