Lituania, conocida por ser una potencia en la producción de componentes automotrices, da un paso audaz al mundo de los automóviles con su primer coche de fabricación propia: el Rhino RR01, un deportivo diseñado y construido por la empresa Rhino Racing.
El Rhino RR01 no es un auto convencional. Se presenta como un Kit Car, donde cada cliente recibe el monocasco, el chasis, la carrocería y otras piezas mecánicas en cajas. La peculiaridad radica en que el cliente elige y ensambla su propio motor y transmisión, sin necesidad de “grandes conocimientos técnicos”, según asegura la compañía.
Los ingenieros de Rhino han diseñado al RR01 pensando en la versatilidad, permitiendo ajustes según las preferencias del conductor. Una propuesta que se adapta tanto a aficionados como a conductores profesionales.
Bajo el capó, el Rhino RR01 se impulsa con un motor de gasolina atmosférico V10 de 480 CV, proveniente del Audi R8. Este motor robusto alimenta las ruedas traseras a través de una transmisión secuencial de 6 velocidades, ofreciendo una experiencia de conducción emocionante.
La personalización no se limita al ensamblaje del motor. Rhino ofrece dos opciones: la primera, que incluye monocasco, suspensión y carrocería, parte de los 25.000 euros sin impuestos. La segunda, por 27.000 euros sin impuestos, agrega sistemas esenciales como frenos, refrigeración, combustible, luces, interior, electrónica, volante y ruedas, creando un modelo listo para correr.
Para los entusiastas que buscan un rendimiento superior, la versión con el motor Audi eleva el precio a 37.500 euros. Este paquete incluye una reconstrucción completa del propulsor, un volante monomasa con embrague de competición, una caja de cambios secuencial, un diferencial de deslizamiento limitado, y una ECU de competición, entre otros elementos de alto rendimiento.
El Rhino RR01, con su enfoque único en la personalización y rendimiento, marca un hito para Lituania en el mundo de los autos deportivos. Este paso audaz demuestra que la innovación y la calidad no conocen fronteras, y que el país báltico está listo para competir en la escena global de automóviles de alto rendimiento.