Luego de varios meses alejado de sus redes sociales, el influencer Santiago Maratea, tras dar a conocer el grave problema de salud que atraviesa su padre, decidió reaparecer y contestar algunas preguntas de los casi cuatro millones de usuarios que lo siguen en Instagram y contó detalles de su gran cambio de profesión.
“Ante la incertidumbre me metí a un club a jugar al fútbol. Se llama Club Ezeiza. Por el que hicimos una colecta, y lo conocí por eso”, explicó para luego revelar la mística razón por la que se involucró en el deporte: “Eso fue a mitad de año y para fin de año estaba en ese momento bastante depresivo de mi vida y no sabía qué hacer. Fui a ver a un chamán y después dije ‘voy a jugar al fútbol’”.
Acto seguido, Maratea contó que la colecta que inició Independiente para saldar la deuda pendiente que tiene se adueñó de su itinerario y dejo de asistir a las prácticas pero lejos de darse por vencido, empacó toda su ropa y se mudó cerca del club para continuar con la actividad deportiva. “Ahora vivo a 20 minutos del club, en Esteban Echeverría”, destacó.
“Me junté con Toqui, que es técnico del club y quien lo inició. Es un club muy joven, de un año y medio. Y le dije: ‘Escuchá, tengo una propuesta, un trato para que hagamos: si vos me ayudas a que yo meta un gol, yo te ayudo a que el club llegue a Primera’. Y Toqui me dijo que ‘de una’", manifestó. Además, el influencer aseguró que entrena cinco horas diarias en el club y que dedica el resto del tiempo intentando encontrar sponsors que financien las obras que quiere hacer en el lugar.
"Básicamente cuando me toca entrar a la cancha, y también me pasaba antes en los entrenamientos de la semana me pasa que me muero de la vergüenza. Me muero de vergüenza, me da mucha vergüenza y tengo que superar la vergüenza de entrenar y de apoco también voy superando la de ir a jugar porque voy y la gente me conoce", confesó.
"El primer partido que fui, yo me quería morir que estaba ahí pero dije: 'ya fue, este es mi desafío' y apenas entré a la cancha me gritan: '¡Maratea! ¡sos amigo de Jey Mammon! y yo estaba como: ¡Ay, no!", recordó antes de cerrar
Santi Maratea reveló su truco para que cada vez más personas se sumen a sus colectas
Santiago Maratea (31) es admirado y respetado por su ingeniosa habilidad de lograr mover a las masas por un fin en común. Es así que desde hace ya hace algunos años es conocido por generar colectas de dinero millonarias para ayudar a causas benéficas relacionadas a la salud, la educación, la comunidad lgbt y víctimas de trata, entre otras.
Es por eso, que en una entrevista con Pamela David (44) el influencer reveló cómo es que logra captar la confianza del público para que ésta le envíe a una cuenta de mercadopago desde un monto mínimo hasta cifras exorbitantes. “En la primera colecta que yo hice pedí $10. En la última pedí $4000. Entonces, esa confianza se va construyendo, porque el que aportó $10, no arriesgó tanto, pero por ahí sabe que en la última colecta, si pone $4000, va a saber que es lo mismo que poner $10", señaló.
Aunque hoy el influencer ve esto como algo fácil de lograr, no siempre fue así. “La primera colecta que hicimos fue para dos ambulancias. Ya era muy grande la meta, pero pensé por ahí lo podemos conseguir. Y la segunda fue la de la casa de Madres Víctimas de la Trata y la tercera fue Emita, que ya fueron ¡dos millones de dólares! Entonces fue una cosa que escaló muy rápido”, continuó recordando sobre sus logros.
“Pero yo siempre pienso que si tuviéramos un familiar por ejemplo con la enfermedad de Emita, estoy seguro que haríamos lo imposible para conseguir dos millones de dólares”, aclaró sobre el gesto humano que nace de las personas, al conocer los casos que presenta y que conmocionan al país entero.
En cuanto a la posibilidad de hacer política, el joven aseguró que lo ha descartado completamente y que por el contrario espera poder seguir impulsando a su ONG, para que más causas puedan ser escuchadas y apoyadas en nuestro país. "No me gustaría meterme. Con mi equipo trabajamos para que no se nos peguen los políticos, para no vincularnos con ellos. Porque también es una situación incómoda que te inviten a tomar un café y ver cómo decirle que no y que no se ofenda", explicó sobre la cuestión.