El inicio de la explosión internacional de Valeria Mazza se dio poco después de conocer a Alejandro Gravier. Largos viajes en soledad y tener que recluirse para evitar pasar algún mal momento marcaron esas épocas de la top model.
“Yo me guardaba. Si bien soy una lanzada y atrevida, que me gusta el vértigo de lo nuevo… no me gusta jugar con fuego. Por eso en las situaciones que sé que no voy a poder manejar siempre me dieron respeto y miedo”, narró en una entrevista con GENTE.
Cierto es que, cuando el empresario llegaba, todo cambiaba y los encuentros y las salidas eran el momento más esperado por ambos. Pero la gran pregunta es cuál es la clave para poder seguir manteniendo esos rasgos de noviazgo después de 25 años de casados… y tanto vivido.
“No hay una clave, hay muchas. Tiene que existir el amor y el amor es una decisión: la de decidir estar con la otra persona. También tiene que haber respeto, admiración, paciencia. Fundamentalmente nosotros disfrutamos de lo construido, tenemos proyectos juntos y nos encanta compartir la vida. Es eso. Estamos, en algún punto, muy amalgamados”, comentó Mazza.
Y agregó: “Hay cosas que no podría hacer sin él como él sin mí. Individualmente cada uno tuvo su crecimiento e historia profesional, pero también juntos hemos hecho muchos proyectos más allá del proyecto de familia. Lo disfrutamos y así queremos estar”.
En la biopic que estrenó este domingo en Paramount+, hay un momento muy tierno en el que Gravier define a Valeria como la estrella de la pareja: “Eso es lindo. Fue todo un trabajo. Imagínate que fue hace treinta años atrás donde el patriarcado estaba mucho más marcado. Ser el ‘novio de’ o el ‘marido de’ supongo que no ha sido fácil en muchos momentos. Pero sé que es un hombre de personalidad y estaba orgulloso de eso. Como él dice: en la pareja, públicamente, podía haber una sola estrella. Pero la estrella de nuestra familia es él”.