En las últimas jornadas, el príncipe William (41) y Kate Middleton (41) tuvieron diversos compromisos en los que se mostraron por separado. Por un lado, el príncipe viajó a Nueva York con el objetivo de anunciar la lista de finalistas del Premio Earthshot y mantener una reunión con el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres; por el otro, la princesa visitó la base militar de Yeovilton. Ambos estuvieron bajo el ojo de los analistas que siguieron en detalles los movimientos que delimitan su comunicación no verbal.
“Kate se mostró constantemente segura de sí misma y él generó la sensación de inseguridad y nerviosismo”, afirmó a Vanity Fair Darren Stanton, experto en lenguaje corporal. Además, recalcó que a ella se la ve “aún más independiente” desde que murió la Reina Isabel II.
“El hecho de no tener a Guillermo a su lado en Somerset no le ha supuesto ningún problema. Parecía tranquila, cálida y cómoda, como siempre. Disfrutó de cada instante de la visita, porque confiaba plenamente en sí misma”, analizó sobre la princesa.
Mientras tanto, según la óptica de Stanton, Guillermo se mostró en Nueva York “apagado” y tuvo una "gestualidad mínima”, algo que hace entender que la usencia de su esposa le resta un tanto de seguridad y fuerza.
Kate Middleton y el incómodo control de estupefacientes al que fue sometida
La futura reina consorte también se suele someter a pruebas antidrogas, que conlleva la presencia de un perro antidroga y un protocolo policial muy estricto. De hecho, un video de la esposa del príncipe de Gales siendo testeada se viralizó en las redes sociales y se la puede ver sentada en la sala de espera, para ingresar como visita, mientras un policía le acerca uno de los perros para que la olfatee.
En las imágenes, se puede ver a Middleton esperar con sus manos apoyadas en su regazo a que el animal termine con su trabajo.
Si bien esta prueba no fue orden directa de la realeza, sino un protocolo que debió cumplir, tuvo la finalidad de acatar con las pretensiones sociales de la corona de recuperar su reputación. Es que, tras los escándalos que atacaron este año al Palacio de Buckingham, Kate Middleton es la encargada de dar el presente en muchos eventos sociales para crear un vínculo fuerte entre la monarquía y los ciudadanos.